Por qué el investigado Puigdemont pisa el freno en un momento decisivo para el PSOE

Carles Puigdemont ha pisado el freno en el momento en el que el PSOE ha incrementado la presión para arrancar el acuerdo con el líder de Junts. El prófugo de la justicia mide milimétricamente los pasos, pero lo hace ahora con mayor profundidad, una vez conocido el acuerdo con ERC de Oriol Junqueras.

El expresidente de la Generalitat no muestra ninguna prisa a la hora de poner negro sobre blanco concreciones en la futura ley de amnistía, así como la exigencia de obtener un mejor acuerdo que el firmado por su adversario político Junqueras. Involucrado desde un primer momento, Puigdemont ha esperado al PSOE desde que se dieron a conocer los resultados de las pasadas elecciones generales del 23 de julio.

Las urnas señalaban hasta tres posibles y factibles vías: un acuerdo del PNV con el PP y el apoyo externo de Vox; la abstención de Junts y el ‘sí’ del resto de partidos independentistas con el apoyo explícito de Coalición Canaria para reeditar un Gobierno de Pedro Sánchez; o el voto favorable de todo el bloque independentista, con Junts y el PNV, para iniciar una nueva legislatura. Como se aprecia, todas las opciones del PSOE pasan irremediablemente por Waterloo, pero los socialistas tendrían que tragar con toda la hemeroteca. Se iniciaron así los denominados «cambios de opinión» para poder justificar la negociación con Puigdemont.

EL PSOE PACTÓ LA AMNISTÍA PERO PUIGDEMONT PIDE MÁS

Todos los miembros del Ejecutivo socialista y el líder del PSC muestran estos «cambios de opinión» desde el 23 de julio. De renegar de la amnistía, como hicieron Salvador Illa y María Jesús Montero, a aceptarla después con la construcción de un relato para sentar las bases de la «convivencia» y establecer una oportunidad para el «reencuentro».

Vista del la pintura del presidente español y candidato del PSOE a la reelección Pedro Sánchez y al expresidente de la Generalitat y eurodiputado de Junts, Carles Puigdemont, dándose un beso en el mural del artista urbano TVBoy, en la plaza de las Glòries, a 8 de septiembre de 2023, en Barcelona, Catalunya (España). El artista urbano TVboy ha pintado el beso entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en el parque de Glòries de Barcelona. El artista ya pintó un mural de Leo Messi con la copa del mundo en la avenida Diagonal de la capital catalana, y anteriormente al fundador de Proactiva Open Arms, Oscar Camps.
Pintura urbana de TVBoy con Pedro Sánchez y Carles Puigdemont

«Todo parecía encarrilado hasta que se dio a conocer el acuerdo con ERC», explican fuentes cercanas al equipo negociador de Junts. Ese pacto ha sido un antes y un después en las negociaciones, especialmente por la «falta de concreción» del PSOE en el acuerdo. «No hay fechas ni estimaciones, ni tampoco se concreta cuándo se tramitará la ley de amnistía», profundizan.

Junts pide un texto muy claro con el fin de evitar interpretaciones de los jueces, una ley de amnistía que borre todo el ‘procés’

Puigdemont exige sus propias garantías para poder salir de la jaula de oro de Waterloo sin temor a ser apresado o retenido por los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como también exige una mayor amplitud en la ley de amnistía, al pedir que englobe también a los casos que involucran a ‘Tsunami Democràtic’, los CDR y los investigados en el ‘caso Voloh’. Además, insiste en borrar todo antecedente a líderes independentistas, como Laura Borràs, expresidenta del Parlament, sentenciada a 13 años de inhabilitación por trocear contratos públicos para entregárselos a un amigo.

LOS REPRIMIDOS Y EL ‘LAWFARE’, LÍNEAS ROJAS DE PUIGDEMONT

En el ‘caso Volhov’ está investigado quien fuera número dos de Puigdemont en el Gobierno autonómico, Josep Lluís Alay; mientras Borràs fue sentenciada por asuntos ajenos al ‘procés’. No obstante, Junts exige que la ley de amnistía no solo beneficie a los «reprimidos» por el Estado, sino también a los afectados por la «represión devastadora» en el denominado ‘lawfare’, término utilizado para definir una presunta guerra judicial como ‘venganza’ a la fuga a Puigdemont a Bélgica.

En Junts no se refieren únicamente a Borràs o a Alay, sino también, entre otros, a los «espiados por Pegasus», como afirma el exdiputado Josep Pagès i Massó. «La mayor parte de la persecución sufrida por el independentismo surgió con posterioridad al 1-O y se centró, especial y específicamente, en aquellos que no teniendo una relación directa y material con el referéndum era necesario neutralizar para minar la estructura organizativa del independentismo y del exilio», afirma el también miembro de la Sindicatura Electoral de Catalunya, un ente creado para controlar el resultado del referéndum del 1-O, en un artículo de opinión en El Nacional.

PUIGDEMONT DESCARTA FIRMAR UNA AMNISTÍA FAKE

De esta forma, en Junts no se conforma con la «amnistía fake», sino con una normativa que trascienda lo simbólico y no como la pactada con ERC, especialmente diseñada para políticos. En este sentido, la formación exige que se amnistíen los actos atribuidos a todos los investigados, incluyendo así delitos como blanqueo de capitales, organización terrorista y desvío de dinero público, entre otros.

Además, piden un texto muy claro con el fin de evitar interpretaciones de los jueces, una ley que borre todo el ‘procés’, así como los antecedentes penales de todos y cada uno de los beneficiados.

Santos Cerdán, número 3 del PSOE, habla con el prófugo Carles Puigdemont, líder de Junts
Santos Cerdán, número 3 del PSOE, habla con el prófugo Carles Puigdemont, líder de Junts

Así las cosas, Puigdemont ha pisado el freno a un PSOE que buscaba la investidura esta misma semana, entre el jueves y el viernes, con un festivo en Madrid. Todo, por el mar de dudas que deja la amnistía pactada entre PSOE y ERC. Y es que, si algo claro tienen Puigdemont, Jordi Turull y Albert Batet es que «los socialistas no son de fiar». «Los hechos son los que son», apuntan las fuentes consultadas.

EL PSOE, EL PARTIDO DE LA ETERNA PROMESA INCUMPLIDA

«Es el partido de la eterna promesa y la palabra incumplida», destacan. No son pocos los ejemplos que señalan, como el Corredor Mediterráneo, el traspaso de Rodalies a la Generalitat -pactado dos veces anteriormente con ERC- o el agravio por el déficit fiscal, término ausente en el acuerdo entre socialistas y republicanos.

De hecho, en Junts están dispuestos a cerrar la negociación, pero siempre y cuando haya «concreción». En este sentido, buscan evitar que la entrada de un nuevo Gobierno o una ofensiva judicial dé al traste con el pacto. Por este motivo se han traslado Turull y Batet a Bruselas, así como Santos Cerdán, el número 3 del PSOE para cerrar un acuerdo en las próximas horas. Por el momento, todo apunta a una sesión de investidura esta misma semana, pero los independentistas liderados desde Waterloo aguantarán hasta el último minuto para cerciorarse de la normativa que se tramitará en el Congreso de los Diputados.

La reunión de este lunes no es más que la continuación del encuentro del pasado viernes, cuando Puigdemont enfrío por completo las aspiraciones de Ferraz. No obstante, hay tiempo aún para sellar el acuerdo, hasta el 27 de noviembre, para ver un nuevo ‘cambio de opinión’ del PSOE. Esta vez será por volver a ver a Laura Borràs en listas electorales. Eso sí, los nombres de Puigdemont y Marta Rovira, número dos de ERC y la cabeza de ‘Tsunami Democràtic’, aparecen en un informe de la Guardia Civil en la investigación de quienes congregaron a miles de independentistas para incendiar las calles de Cataluña.

PUIGDEMONT Y ROVIRA, INVESTIGADOS POR LA AUDIENCIA NACIONAL

Y es que, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón trata de esclarecer toda la trama detrás de Tsunami Democràtic, el movimiento independentista supuestamente anónimo creado a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes políticos del ‘procés’, todos ellos indultados por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Entre los investigados se encuentra Marta Rovira, identificada por la Guardia Civil como la «coordinadora», junto con el exconsejero Xavier Vendrell, implicado en el ‘caso Voloh’, como Alay.

García Castellón considera que la citación de Puigdemont es necesaria para ser escuchado ante el tribunal. «Su citación, en este momento, no podría realizarse en otra condición que no sea la de investigado, asistido de letrado ofreciéndole la oportunidad de defenderse, dado que el interrogatorio versaría sobre cuestiones de carácter evidentemente incriminatorio», señala el auto.

Junto a Rovira y Puigdemont también se encuentran el editor Oriol Soler; Josep Campmajó, Jesús Rodríguez, Mara Molina, Oleguer Serra, Jaume Cabaní, y Nicola Flavio. Asimismo, también se pide la comparecencia del diputado Rubén Wagensberg, aunque este lo haría de forma voluntaria.