El secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, celebra su segundo aniversario al frente del partido en Madrid esta semana. Durante estos dos años, Lobato ha liderado la reconstrucción del partido, que sufrió una derrota electoral cinco meses antes de su ascenso, buscando establecer un perfil propio tanto para él como para la federación. En octubre de 2021, Lobato, entonces un exalcalde poco conocido de Soto del Real, derrotó al alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, en la carrera por la Secretaría General del PSOE madrileño. Con solo cinco meses como diputado autonómico en ese momento, Lobato señaló su compromiso con la renovación interna del partido para escuchar las demandas de Madrid.
Durante estos dos años, el PSOE pasó de una victoria contundente en las elecciones de 2019, con Ángel Gabilondo como candidato y 37 diputados (aunque no fue suficiente para formar una mayoría de izquierda), a caer al tercer puesto en 2021 y perder el liderazgo de la oposición a favor de Más Madrid. Estos resultados llevaron a la renuncia tanto del candidato como del entonces secretario general, José Manuel Franco.
Una vez al mando del partido y de la Portavocía en la Asamblea de Madrid, que había estado en manos de la número 2 de Gabilondo, Hana Jallaoul, en 2021, a Lobato le correspondió la tarea de abordar «el peor momento del PSOE en su historia», según sus declaraciones a lo largo de la semana.
«El PSOE, yo creo que no tuvo estas dos últimas décadas la capacidad de adaptarse a esa velocidad, esa flexibilidad que tiene Madrid. Y nosotros estos dos años lo que hemos intentado es precisamente no solo adaptarnos a esa velocidad, sino poner también encima de la mesa cuestiones de futuro», argumentó el líder socialista madrileño.
LOBATO LLEGÓ A LA SECRETARÍA DEL PSOE-M EN MEDIO DE LA PANDEMIA POR COVID-19
La llegada a la dirección del PSOE-M por parte de Lobato tuvo lugar en un momento extremadamente complicado. Los socialistas madrileños estaban lidiando con el impacto de perder el liderazgo de la oposición por primera vez en su historia, y se encontraban en medio de la pandemia, lo que agravaba aún más la situación.
Por un lado, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, estaba en un enfrentamiento directo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo que relegaba a los socialistas madrileños a un segundo plano. Además, su rival político de izquierda, Más Madrid, parecía tener una ventaja significativa, especialmente en un contexto en el que la Sanidad se convirtió en un tema central y se relacionaba directamente con la candidata de este partido, la médica Mónica García, como Lobato ha reconocido en sus declaraciones recientes.
Lobato empezaba, entonces, a mostrar su personalidad «un poco, digamos, diferente a de los políticos», según ha aclarado él mismo. Su intención era ser «propositivo» y en un momento de extrema tensión entre Moncloa y Sol, tomó la decisión de «tender la mano» para apoyar en todo lo posible a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, en lo referente a la crisis sanitaria madrileña. Además de buscar cierto acuerdo para las decisiones trascendentales.
El PSOE, yo creo que no tuvo estas dos últimas décadas la capacidad de adaptarse a esa velocidad, esa flexibilidad que tiene Madrid
Juan Lobato
El secretario del PSOE-M envió cartas con medidas o quejas frente a la pandemia, la crisis económica, las urgencias, una oferta para negociar los Presupuestos con el PSOE en vez de con Vox, temas internacionales, la crisis del Metro en San Francisco de Henares – que todavía persiste—, o las becas a familias con ingresos superiores a 100.000 euros. En total, Juan Lobato mandó en menos de un año más de 20 cartas a Isabel Díaz Ayuso.
El objetivo de estas cartas era plantear al Ejecutivo madrileño «medias positivas para los madrileños», y también conseguir alzarse como alternativa a tres décadas de Gobierno Popular. «Estos dos años hemos puesto unas bases sólidas en cuanto al perfil. Lo que es el PSOE de Madrid, con una personalidad propia, una forma de hacer las cosas y unas prioridades puestas en la sensatez, en el orden, en que las propuestas sean sólidas, solventes y en general convivencia, que es una de mis obsesiones», comentaba esta semana Juan Lobato.
Otra de las prioridades de Lobato, que destaca cada vez que puede, es la necesidad de «recuperar» la educación, el respeto y la cortesía en la política. Esto lo ha enfatizado especialmente después de los recientes enfrentamientos entre Mónica García e Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid.
PIERDE COMO OPOSICIÓN EN LAS ELECCIONES DEL 28M DEJANDO EL LIDERAZGO A MÁS MADRID
En las elecciones del 28 de mayo de este año, el secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, se presentó como un candidato relativamente desconocido junto a otras figuras prominentes en la política madrileña. A pesar de no lograr el resultado esperado, el PSOE-M ganó tres escaños en la Asamblea de Madrid, pero no alcanzó el liderazgo de la oposición, que quedó en manos de Más Madrid por un margen estrecho. Además, el partido perdió posiciones en varias localidades importantes de la región.
Sin embargo, este revés fue de corta duración, ya que Pedro Sánchez adelantó las elecciones generales y Lobato desempeñó un papel fundamental en la campaña, acompañando a Teresa Ribera, la ‘número 2’ de Sánchez, por Madrid. A pesar de que el PSOE ganó provisionalmente un escaño adicional en el Congreso en 2019, este resultado fue posteriormente revocado debido al voto exterior, que favoreció al PP. A pesar de esta situación, Lobato destacó que el crecimiento del PSOE en las elecciones autonómicas y generales significaba un avance para desbancar al PP del poder en la Comunidad de Madrid.
JUAN LOBATO Y EL SILENCIO EN FERRAZ CON LA AMNISTÍA DE SÁNCHEZ
Juan Lobato, el secretario general del PSOE-M, asumió tres roles políticos: secretario general del PSOE en Madrid, portavoz del Grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid y senador. Sin embargo, esta triple función generó dudas y críticas en su partido, ya que se temía que no podría llevar a cabo una oposición efectiva a Isabel Díaz Ayuso.
A pesar de defender su papel en el Senado como una plataforma para confrontar a Ayuso a nivel nacional, Lobato optó por guardar silencio durante una comisión sobre amnistía en el Senado, siguiendo las directrices de Ferraz. Esto desencadenó una intensa confrontación en la Asamblea de Madrid. La imposición de un veto por parte de Ferraz a opiniones divergentes sobre la amnistía dificultó que Juan Lobato estableciera su propio perfil político y generó críticas tanto por la falta de participación de miembros del Gobierno como por la restricción del debate en la Comisión General de las Comunidades Autónomas.
Isabel Díaz Ayuso aprovechó estas circunstancias para arremeter contra Pedro Sánchez en repetidas ocasiones durante la semana, mientras el político socialista de Madrid observaba imperturbable, lo que complicó su posición en la política regional.
