Airbnb pasa por su peor momento desde que irrumpió en el panorama económico. Esta empresa que consiste en una plataforma de software en la que los propietarios pueden ofertar habitaciones de sus casas ha caído en picado y no parece que vaya a tener una pronta recuperación. Algunos lo celebran, pero el desconsolado llanto del CEO de la marca ha resonado en todo el mundo.
Esta compañía que valía hasta hace poco unos 29.300 millones de dólares parece haberse quedado sin su principal activo: el turismo. Ya nadie confía en lugares desconocidos a causa del coronavirus, que puede acechar en cualquier rincón. Los viajes en avión, en coche o cualquier tipo de movimiento entre países o regiones se ha reducido, y Airbnb lo ha acusado.
«Hemos gastado 12 años en construir el negocio de Airbnb y lo hemos perdido todo en cuestión de cuatro o seis semanas», ha declarado Bryan Chesky, cofundador de la plataforma online y CEO de la empresa. «El viajar como lo conocíamos ya se ha acabado. Eso no significa que el viajar se haya acabado, tan solo el hacerlo tal y como lo conocíamos, y nunca va a volver», ha matizado un afectado Chesky.
Son las vicisitudes del libre mercado amigo…
Airbnb: Si la gente ya no quiere/puede turistear a vuestro modo, se siente.
No vi a los de kodak llorando por la muerte de los carretes de fotos, si eres tan emprendedor, reinvéntate. https://t.co/R6Qzaj0WTg
— Peregrina Sun (@DesvariosdeMono) June 23, 2020
Fue un boom en cualquier ciudad del mundo, pero la entrada de Airbnb también trajo algunas complicaciones, como el hecho de que muchos propietarios optaran por no alquilar por varios años sus viviendas para dejarlas como pisos turísticos que se rentaban por días para ganar más dinero. Esto trajo un consiguiente aumento del precio del alquiler en las ciudades con más afluencia de turismo. Y expulsó de esas zonas a muchos residentes.
Hay quien ha celebrado que Airbnb quiebre y se vaya a la ruina. Pero lo cierto es que lo que temen desde la multinacional es que se haya acabado el modo de hacer turismo del que ellos se han lucrado de una manera exagerada.
«Tener que sufrir fiestas de 15 personas metidas en un Airbnb a las 4 de la madrugada al lado de mi casa y que cuando les pides que paren te insulten? Eso dices que se ha ido a la mierda? Joder que lástima…», argumenta una de las personas que se alegra de que Airbnb se haya ido al traste.
El otro efecto que ha tenido el coronavirus sobre Airbnb es que ha frenado sus planes de salir a bolsa este año. Pese a las circunstancias, Chesky sigue dejando abierta la puerta, pues una vacuna podría hacer que la plataforma remontara. Sin embargo, ha asegurado que es pronto para dar ese paso ya que tienen que analizar el impacto que ha tenido el coronavirus sobre su negocio.
La pandemia ha golpeado fuerte a todo el mundo, pero ahora está muy presente en Estados Unidos y todo América en general, lo que hace más difícil hacer un balance sobre cómo ha afectado el coronavirus a este modelo de negocio tan polémico que ha ayudado a hacer imposible alquilar un piso en las principales ciudades, al menos no si no eres millonario.
Aún así, hay quien sí ha salido en defensa de la empresa americana. «Pues la gente que se alegra por esto… no lo entiendo, sinceramente! Yo fui usuario de Airbnb en varias ocasiones y todo fue perfecto! Vale que puede que hubiese gente que hiciese negocio con esto pero la mayoría era gente que se sacaba un dinero extra alquilando su casa», ha comentado un usuario.