El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, aplica la ley mordaza a Jucil, una asociación centrada en la defensa de los derechos en el seno de la Guardia Civil, por haber defendido la Constitución tras los pactos entre PSOE y Sumar, a los que se añadirán los acuerdos con los partidos independentistas. «Estamos perplejos porque se ha filtrado antes a la prensa que a la asociación», han asegurado fuentes de la asociación a MONCLOA.
Los sindicatos y asociaciones de la Policía Nacional y Guardia Civil han mostrado su unidad contra Marlaska con una concentración este lunes ante el Ministerio de Interior para exigir la equiparación salarial
Las mismas fuentes se muestran, además, «contrariadas» por la decisión de Interior de aplicar una ley que será derogada con el acuerdo entre PSOE y Sumar. Jucil ha mostrado su total defensa de la Constitución y un rechazo frontal a la amnistía, que se tramitará de urgencia en el Congreso antes de la investidura de Pedro Sánchez, siempre y cuando haya acuerdo con Junts.
Marlaska busca ahora una motivación para emprender acciones contra la asociación. Por el momento, hay hasta una veintena de escritos en redes sociales que podrían vulnerar la ley, pero «en ningún caso hay delito», según explican las fuentes consultadas. De hecho, la legislación estipula la prohibición taxativa de poder tomar partido públicamente, pero solo durante el ejercicio de sus funciones. Es decir, con el traje de la Guardia Civil puesto.
MARLASKA DENIEGA LA EQUIPARACIÓN SALARIAL
No hay ley o normativa que sancione una protesta de estos agentes fuera de su horario laboral, sea por redes sociales o en la calle, donde han criticado duramente a políticos de uno y otro signo, como ocurrió durante la última legislatura de Mariano Rajoy e incluso contra Feijóo; como también durante la primera etapa de Pedro Sánchez en el poder por la negativa a aplicar una equiparación salarial efectiva.
«La ley de seguridad del Estado habla de la equidad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en el ejercicio de sus funciones», señalan las fuentes consultadas. Así, por ejemplo, un guardia civil puede pedir el voto para Vox, el PSOE e incluso Podemos en campaña electoral, pero fuera del ejercicio de sus funciones. «Otra cosa es detener o sancionar a un ciudadano por mostrar su afiliación política en público», han destacado. «Tenemos todo el derecho del mundo a la libertad de expresión», han considerado.
En este sentido, «esperan una notificación» de Interior, pero consideran que «no llegará a ningún puerto». Asimismo, las fuentes apuntan que son una «asociación apolítica», en la que no se pide afiliación alguna a ningún partido. «Es un despropósito», han señalado.
MARLASKA APUNTA A LAS ASOCIACIONES DE LA GUARDIA CIVIL
Todo ello se produce tras el plantón de todas las asociaciones de la Guardia Civil a Interior por los menosprecios de Marlaska y la cúpula de la Benemérita. Y es que, a finales de septiembre, las asociaciones se reunieron con el objetivo de poner fin al caos de los días trabajados y no cobrados por los agentes. Estos denominados días de exceso eran el eje central de la mesa de negociación, pero el titular de Interior no acudió a la misma y en su lugar se envió a un funcionario, cuyas formas dejaron mucho que desear.
Minutos después del inicio y con el ambiente muy tenso, apareció en la sala Leonardo Marcos, director general de la Guardia Civil, cuyos modales tuvieron una dura respuesta: las asociaciones se levantaron y se marcharon por donde habían venido. Todo tras un «yo he venido a mandar y no a dialogar».
Los agentes de la Guardia Civil han mostrado su hartazgo ante las promesas incumplidas y el ninguneo sistemático a sus peticiones, que no son otras que cobrar lo que les corresponde por realizar el mismo trabajo que otros cuerpos policiales y obtener un beneficio a cambio de las horas extras entregadas de más. Pero Marlaska, erre que erre, continúa sin darles una respuesta. En su lugar se ofrecen malas formas y menosprecios, como mandar a un funcionario a una mesa que debe presidir el titular y en su defecto el director general, en ningún caso un funcionario.
MARLASKA ENTREGA UN MENSAJE A NAVEGANTES
La acción contra Jucil, además, es un mensaje a navegantes al ser la mayoritaria en la Benemérita. No obstante, decenas de asociaciones policiales han mostrado tuits y escritos similares, pero, según las fuentes consultadas, ninguna de ellas ha sido expedientada ni se le ha aplicado la ley mordaza por un supuesto quebrantamiento del principio de neutralidad política, que únicamente se exige en el ejercicio de sus funciones. Ningún miembro de la asociación realiza esta labor mientras trabaja.
La orden de Interior se produce tras la publicación de la «mayor felonía» realizada por Pedro Sánchez, como definen desde Jucil la concesión de la amnistía a Carles Puigdemont. En concreto, se han denunciado por este hecho una veintena de tuits, todos ellos críticos con el Gobierno. Cabe destacar que los dirigentes del Consejo de Ministros, como Isabel Rodríguez, han tenido que pasar por caja por utilizar de forma partidista la mesa del Consejo de Ministros.
MARLASKA LOGRA UNIR A TODAS LAS ASOCIACIONES DE LA GUARDIA CIVIL
Marlaska trata así de poner fin a las críticas al Ejecutivo, un ejercicio de libertad de expresión, de las distintas asociaciones de guardias civiles. Lejos de amedrentar, el titular de Interior ha conseguido un efecto boomerang inaudito hasta ahora: unir a todas las asociaciones. Todo un éxito de esta política de represión contra quien ha mostrado una encendida defensa de la Constitución. Las mismas fuentes, además, apuntan que los nervios en este Ministerio afloran en plenas negociaciones por la investidura, más cuando la amnistía no se ve como una solución ni un reencuentro en la calle.
Cabe señalar que la Guardia Civil es un cuerpo militar y como tal no puede emitir juicios de valor subjetivos, pero en ningún caso la normativa prohíbe la asociación de los agentes, quienes libremente sí pueden pronunciarse fuera del ejercicio de sus funciones sobre todos los asuntos que sean de su interés. Y tanto la amnistía como la equiparación salarial son dos de ellos, por más que Interior trate de frenarlos.
«La mayor felonía que se puede cometer contra una nación es la traición de quienes tienen el deber de defenderla. El interés personal de un individuo por encima de la libertad del pueblo español» fue el tuit de Jucil que encendió todas las alarmas en el Ministerio de Interior.
BILDU ES ETA, LA COMPARACIÓN DE JUCIL
Además de la amnistía, Jucil también ha criticado los acuerdos entre el PSOE y Bildu, que busca la salida de la Guardia Civil de Navarra, como también se pretende hacer en Cataluña en favor de los Mossos d’Esquadra, empezando por la vigilancia del mar y después en infraestructuras clave como los aeropuertos.
Marlaska, además, reniega de frases como «Bildu es ETA», como ha comparado Jucil, que ha recordado a las víctimas de la organización terrorista, algunos de sus exmiembros están en las listas de estos herederos de la izquierda abertzale.
Asimismo, la misma asociación criticó el envío masivo de inmigrantes desde Canarias a la Península, personas que se han trasladado a cuarteles militares de Cartagena y Alcalá de Henares sin previo aviso a los Ayuntamientos, quienes no tienen medios para poder atenderles. Además, estas personas tienen régimen abierto y pueden deambular tanto dentro como fuera de las bases sin restricción alguna.