Yolanda Díaz no consiguió todos los puntos de su agenda que llevaba para alcanzar un acuerdo con Pedro Sánchez sobre un futuro gobierno de coalición. Había muchos puntos de coincidencia, pero también es cierto que Sumar quería su propia parcela de protagonismo para que los ciudadanos distingan las propuestas de la formación de izquierdas de las políticas del PSOE. El gran logro de Díaz fue la reducción de la jornada laboral, pero también tuvo que ceder en algunas cuestiones que llevaba en su programa electoral, como lograr la denominada herencia universal para los jóvenes, ampliar la reducción del IVA a más productos de la compra o fijar un tope para las hipotecas.
En el programa electoral de SUMAR, junto con la reducción de la jornada laboral que la pasada legislatura estuvo publicitando el líder de Más Madrid, Íñigo Errejón, tenía como la guinda del pastel la herencia universal de 20.000 euros para los jóvenes. Una muy controvertida medida en la propia sociedad que para Sánchez no tenía cabida en esta legislatura. El líder socialista no quería tampoco la reducción de la jornada, pero era más ‘vendible’ porque en algunos países europeos está empezando a aplicarse.
Yolanda Díaz ha tenido que dejar la herencia universal de 20.000 euros para jóvenes para poder cerrar el acuerdo con Sánchez
Pero también la reducción de la jornada laboral ha tenido sus más y sus menos entre Sánchez y Díaz. No se puede olvidar que Yolanda Díaz es la ministra de Trabajo en funciones, y capitaneó la reforma laboral y la reforma de Empleo (SEPE). Por eso, para Díaz la jornada laboral era una materia irrenunciable. En el programa electoral figuran las 32 horas semanales a finales de 2024, y finalmente tuvo que recortar sus pretensiones hasta las 37,5 horas semanales, a aplicar a partir de 2025. Esas cifras aun podrían variar ya que también está sujeto a negociar en el diálogo social con los agentes sociales. De momento, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ya ha mostrado su rechazo.
Lo que sí logró Díaz es un compromiso para alcanzar un pacto de rentas a lo largo de la legislatura. Las premisas iniciales es que los trabajadores recuperen poder adquisitivo. En la campaña había incluso explicado que una parte de esa recuperación salarial se realizaría teniendo en cuenta el encarecimiento de los precios de importación, y a partir de ese cálculo realizar un reparto adecuado. Este asunto también deberá ser negociado con empresarios y sindicatos en el diálogo social. Al igual que el endurecimiento del despido para los supuestos de extinción de la relación laboral. Por tanto, las medidas laborales del acuerdo quedan pendientes de negociación con empresarios y sindicatos.
YOLANDA DÍAZ NO PUDO INCLUIR EL «IMPUESTO A LOS RICOS» PARA NO INTERFERIR EN LA REFORMA DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA DE MONTERO
La segunda cuestión que también parece haber caído en saco roto ha sido la permanencia del impuesto a las Grandes Fortunas con el que Díaz pretendía financiar la ‘herencia a los jóvenes’. Su propuesta era subir la tarifa máxima del IRPF al 52% para las rentas superiores a los 300.000 euros. Esta parte de la negociación hasta la estuvo analizando con la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. Pero la titular de Hacienda le explicó que ese apartado forma parte de la reforma de la financiación autonómica que sí o sí se llevará a cabo en esta legislatura después de estar paralizada desde 2012.
Sin duda la reforma de la financiación autonómica será una de las leyes estrella de la esta legislatura si es que no fracasa en el intento, como a gobiernos anteriores. La última reforma, de 2012, ya salió a trompicones y con muchas críticas, como la del doctor en Ciencias Económicas, Ángel de la Fuente, quien consideró tras aprobarse que «no se adecua satisfactoriamente a los principios de igualdad, autonomía, responsabilidad y transparencia».
Tampoco ha podido elevar el tipo máximo del IRPF al 52% a las rentas de más de 300.000 euros
Sin embargo, con el PP y Vox gobernando en la mayoría de las comunidades (13) será muy complicado por encontrar un consenso. Pero Sánchez quiere centrar el debate político en esa cuestión, ya que con los acuerdos sobre la deuda autonómica de Cataluña, o las posibles cesiones al PNV, hacen obligado revisar la forma en que se financian las comunidades autónomas y, más aún, si se tiene en cuenta las rebajas fiscales que han comenzado a hacer algunas autonomías sobre, por ejemplo, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
De momento, estas ‘rebajas’ han recibido las críticas de Montero que acusa a autonomías como Andalucía, Valencia o Baleares, que recortan sus impuestos vía autonómica para luego pedírselo al Estado.
No obstante, Díaz sí consiguió una reforma del tipo mínimo del 15% sobre el impuesto de Sociedades. Montero no pudo rechazar esta propuesta ya que está embarcada, primero en terminar de elaborar los Presupuestos Generales del Estado de 2024, y su segundo objetivo es la mencionada reforma de financiación autonómica. La líder de Sumar logró que el tipo mínimo de ese impuesto se aplique sobre el resultado contable de las compañías y no sobre la base imponible. Esta medida, incluso, ya esta cuantificada. Hacienda ingresará 10.000 millones de euros más al año por este cambio en el impuesto.
Lejos de ahí, Díaz no consiguió apuntarse el tanto de la subida del SMI que «aumentará acompasado al 60% del salario medio». La norma es un calco de la propuesta del programa socialista. Sumar demandaba un incremento mayor, aunque no precisaba una cifra concreta.
No obstante, desde Sumar no consideran lo pactado como un acuerdo de máximos y confían en desarrollar parte de las demandas que han quedado fuera de la hoja de ruta de la coalición.
LA GRAN RENUNICA DE DÍAZ FUE NO TOPAR LAS HIPOTECAS NI LOS ALQUILERES
Durante la campaña electora de Sumar, una de las cuestiones más destacadas por la líder política fue el tema de la vivienda. Ya antes de finalizar la anterior legislatura la ley de vivienda, apoyada hasta por EH Bildu, reconocía fijar precios de referencia del alquiler en las zonas más tensionadas de las ciudades. Una cuestión que quedó escrita pero sin desarrollar.
El objetivo para esta legislatura es fijar un máximo del 30% de la renta de los hogares arrendadores. También se incluía fijar un tope de subida para las hipotecas ante el aumento incesante de los tipos de interés. Pero ni una cuestión ni otra forma parte del acuerdo de Sánchez con Podemos. La única concesión que hizo el presidente del Gobierno en funciones a su vicepresidenta tercera en funciones es que se facilite a los clientes de los bancos con hipotecas la posibilidad de cambiar de tipo variable a fijo.
Díaz tampoco conseguido topar los alquileres y los tipos de las hipotecas
Por último, Pedro Sánchez no ha dejado a Yolanda Díaz que presuma de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La Organización Internacional del Trabajo (OIT) mandata a todos los Estados a fijar un SMI que represente el 60% del salario medio del país. Díaz insistió a Sánchez en la necesidad de seguir subiéndolo, pero sin indicar ningún porcentaje, una apuesta que también figura en el programa electoral del PSOE.