José Luis Escrivá, responsable por el Gobierno de los problemas de la emigración ha optado por repartir el exceso de migrantes que están hacinados en Canarias por toda la península. Para ello, sin previo aviso y solo con cartas de agradecimiento está avisando a los ayuntamientos afectados de la llegada de éstos. Su idea es repartir por balnearios, campamentos militares y demás emplazamientos, de momento, a más de 1.000 emigrantes.
La operación parece tan caótica como el caos que se está viviendo en Canarias. Las mayores quejas se centran en la falta de información ya que están trasladando, sin notificar número ni características sobre los inmigrantes trasladados a comunidades autónomas y ayuntamientos. El número de personas llegadas desde el Senegal, principalmente, a las costas canarias podría superar las 25.000 personas. Lo cierto es que no hay cifras oficiales, ni por parte del Gobierno central, ni el canario ni de las ONGs, hasta hace poco las que más solían facilitar estos datos.
A raíz de las quejas de los lugares donde se están produciendo estos traslados se puede conocer que 321 migrantes se han instalado en un hotel cerrado en Almería; otros 200 en un albergue juvenil de Mérida o 250 en un balneario de la zamorana localidad de Medina del Campo. A ello se suman los más de 1.000 migrantes trasladados a dos campamentos militares de la Comunidad de Madrid.
EL OBJETIVO ES REUBICAR A 11.000 MIGRANTES EN CUARTELES MILITARES Y HOTELES DE MADRID
Las últimas noticias apuntan a que los ministerios de Migraciones, Defensa e Interior están preparando la llegada de 11.000 migrantes en cuarteles militares de Madrid (Carabanchel) y Alcalá de Henares, hoteles y hostales de diferentes localidades. Los cuarteles militares los estaría acondicionando el Ministerio de Defensa. El departamento que dirige José Luis Escrivá ni se atreve a dar una cifra de desplazados porque «están llegando a todas horas y tenemos que hacer traslados constantemente».
El Gobierno no da ninguna cifra de migrantes desplazados porque «están llegando a todas horas y tenemos que hacer traslados constantes»
A lo único a lo que les da tiempo es a avisar a las comunidades autónomas o a los ayuntamientos del traslado, con una «llamada de cortesía por lealtad institucional». El problema es que no les da tiempo a avisar a todos. Pese a que son trasladas, las autoridades autonómicas o locales no tienen ninguna competencia sobre estas personas, más allá de darles alojamiento y atención.
Las únicas explicaciones que están dando en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones es que el reparto de migrantes se está haciendo en función de dos criterios: las características de cada persona y las plazas disponibles en las diferentes ubicaciones que están a su disposición.
El procedimiento es siempre el mismo. Tras desembarcar de los cayucos, los migrantes permanecen 72 horas bajo custodia policial, separando a los menores no acompañados. Tras pasar una entrevista para cumplimentar una ficha por cada migrante, se les deriva a un lugar u otro.
EL REPARTO DE MIGRANTES POR AYUNTAMIENTOS ESTÁ SIENDO CAÓTICO, DESCOORDINADO Y SIN INFORMACIÓN
Esta situación caótica ha levantado una polvareda de críticas. Así la presidenta extremeña, María Guardiola, ha exigido información al Gobierno con la intención de poder preparar los lugares donde se atenderán a los migrantes que les lleguen.
También en la Comunidad de Madrid denuncian la descoordinación y falta de datos sobre el reparto. El portavoz regional de la región, Miguel Ángel García, explica que no es posible que se tengan que informar por los medios de comunicación y no por el Gobierno de los inmigrantes que se van a trasladar a la región. Ni siquiera Escrivá les ha explicado los recursos que se precisan para el alojamiento. A Madrid ya han llegado más de 1.000 inmigrantes en esta operación a la desesperada del Gobierno para ayudar a Canarias.
En Madrid también se defienden de las acusaciones de Escrivá a Isabel Díaz Ayuso, de la que dijo que estaba tratando a las inmigrantes que llegaban a la comunidad como «fardos». Miguel Ángel García ha dejado claro que «no se trata de echar las culpas a quien las tiene, ni buscar culpables fuera de su ministerio».
Las únicas explicaciones que están dando en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones es que el reparto de migrantes se está haciendo en función de dos criterios: las características de cada persona y las plazas disponibles en las diferentes ubicaciones que están a su disposión.
ESCRIVÁ LLEVABA UNA SEMANA PREPARANDO EL TRASLADO
La semana pasada el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que dirige José Luis Escrivá había estado visitando varios emplazamientos en toda España para «reforzar la red de acogida». Cabe recordar que solo en la primera quincena de octubre han llegado 8.561 personas y, en lo que va de año, el número de migrantes llegados a Canarias en patera o cayuco ha aumentado un 79,4% respecto al mismo periodo del año anterior, con un total de 23.537 personas.
Fuentes del Ministerio de Inclusión precisaban la búsqueda de emplazamientos tanto públicos (incluidos terrenos de Defensa), como de entidades para liberar la presión migratoria en Canarias y estar preparados ante posibles escenarios de llegadas.
En esta búsqueda han estado trabajando personal del Ministerio de Migraciones, técnicos de Tragsa y la ONG Cruz Roja. Entre lugares inspecciones se encontraban los cuarteles militares de Campamento (Carabanchel, Madrid) donde se han instalado carpas y contenedores para acogar de entre 2.000 y 5.000 migrantes.