La Universidad de Oxford puede aumentar su leyenda en cuestión de meses. La última noticia que ha adelantado uno de sus investigadores ha vuelto a llevar a Europa a la vanguardia de la innovación tecnológica y sanitaria. Según ha notificado Adrian Hill, uno de los científicos que investigan el coronavirus, la vacuna de Oxford estará lista en octubre, tal y como el equipo anunció en mayo. Esto quiere decir que los viales estarán disponibles para unos pocos países de la Unión Europea para afrontar este otoño, ya que la Universidad confía tanto en su producto que ya se ha lanzado a fabricar millones de dosis para abastecer la demanda. En torno a este proyecto, Italia, Francia, Holanda y Alemania están muy bien posicionados, ya que han firmado un acuerdo con la compañía AstraZeneca para disponer de 400 millones de viales. España, como se ha quedado fuera del trato, tendrá que negociar con estos cuatro países para acceder a las dosis que considere.
«Si todo va bien, tendremos los resultados de los ensayos clínicos en agosto/septiembre. Teniendo en cuenta que estamos fabricando en paralelo, estaremos listos para entregar a partir de octubre, si todo va bien», ha comentado Hill durante su participación en el ciclo de ‘webinar’ sobre el COVID-19 de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Con este mensaje, Hill ha dado el pistoletazo de salida en lo que parece una carrera a contrarreloj para ser el primero en poner a disposición de la población una vacuna efectiva. China y Estados Unidos, sin embargo, también juegan. Y no andan lejos de encontrar un remedio.
El acuerdo al que han llegado Alemania, Italia, Holanda y Francia les ha dejado en una posición privilegiada, ya que serán los primeros en recibir los 400 millones de dosis. Los demás tendrán que negociar con esta alianza para acceder a las dosis. Y España, uno de los países más afectados por el coronavirus en el mundo, se ha quedado fuera. Sobre el porqué, desde el Gobierno deslizan que les parecía más prudente mantenerse en una postura más neutral ya que nadie sabe realmente cómo funcionarán esas vacunas. Y un país tan endeudado como el nuestro (con el 120% del PIB), no está para apostar por caballos ganadores sin saber a ciencia cierta si funcionará.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confía en que tendrá prácticamente la misma capacidad de acceso a la vacuna que los países que la recibirán, pero hay dudas en este supuesto e incluso en las razones que han llevado a España a mantenerse al margen de esta alianza. Aún así, el gesto de estos cuatro países no ha gustado en el seno de la UE, pues surgió al mismo tiempo que la Comisión Europea buscaba hacer exactamente lo mismo en nombre de todos los países de la Unión.
Otro de los problemas que ha llevado a España a mantenerse al margen es la diferencia de criterios de reparto de la vacuna. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apuesta por un reparto en base a criterios epidemiológicos, es decir, que si una determinada región requiere más cantidad de dosis, se priorizarán. Sin embargo, los cuatro países han llegado a un acuerdo de reparto en base a la población. Y si España quiere entrar en esta alianza (que aún está a tiempo), lo tendrá que hacer bajo estas condiciones.
EE UU, OTRO NIVEL
Mientras España se mantiene en una posición neutral en la que no se quiere mojar, otros países como Reino Unido o Estados Unidos se aseguran la producción por todas las vías posibles. El país dirigido por Donald Trump ya tiene varios acuerdos con multinacionales. Algunas nacionales, que apuntan a que desarrollarán la vacuna pronto, en fechas similares a la de Oxford, y otras internacionales. Incluida AstraZeneca para tener acceso en octubre a la vacuna de la universidad inglesa, que se ofrecerá a precio de coste.