Los agentes de la Policía Nacional carecen de chalecos antibala y de otro material necesario para hacer frente a la amenaza terrorista en un nivel de alerta 4 sobre cinco. El Ministerio del Interior, con Fernando Grande-Marlaska al frente, ha puesto en marcha unas medidas complementarias de seguridad pese a las notables carencias que sufren en los conocidos como ‘ángeles custodios’, pero sin dotarles del blindaje necesario en caso de atentado terrorista.
Las medidas puestas en marcha por Fernando Grande-Marlaska se centran en un refuerzo de dispositivos de seguridad sobre determinados puntos especialmente sensibles por todo el territorio nacional y el incremento de medidas antiterroristas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La orden es de inmediata implementaciones y se ha transmitido a las Delegaciones del Gobierno, Consejerías de Interior y Comunidades Autónomas con cuerpos policiales propios, como Cataluña y País Vasco.
En este momento, las directrices de Marlaska se centran en el refuerzo de los dispositivos de seguridad y de las capacidades de control y seguimiento por parte de todos los organismos implicados, pero sólo se transmiten a las CC AA con cuerpos policiales propios, sin dar cuenta de ello a las formaciones políticas. De hecho, Alberto Núñez Feijóo se ha quejado a Pedro Sánchez por su silencio en este asunto.
MARLASKA ASEGURA AEROPUERTOS SIN DAR CHALECOS A LA POLICÍA NACIONAL
El líder ‘popular’ ha indicado que corresponde al Gobierno en funciones dar a conocer las «decisiones que va a adoptar». En este sentido, el PP desconoce así la propuesta que explicará este mismo viernes Grande-Marlaska a los portavoces de los partidos políticos, aunque realizará sus propias valoraciones «desde la responsabilidad y como partido de Estado». A esa reunión asiste Cuca Gamarra, cuyo puesto como portavoz en el Congreso está en cuestión por los barones ‘populares.
Marlaska incide en la necesidad de activar unidades especiales e incrementar las medidas de vigilancia en infraestructuras críticas, como aeropuertos, estaciones de tren, centrales nucleares y embajadas de países como Israel, mientras las unidades de ciberseguridad y vigilancia están en un nivel más elevado debido a las posibles amenazas. No obstante, ninguna de estas medidas está encaminada a dotar de una mayor protección personal a los agentes de la Policía Nacional.
EL DESCONCIERTO DE LA POLICÍA NACIONAL EN MANISES
De hecho, tal es la carencia en los chalecos antibalas que los agentes desplegados en el aeropuerto de Manises (Valencia) han tenido que devolver los «chalecos externos» entregados de forma temporal, siguiendo la orden dada en julio de 2020, según ha podido conocer este medio. «Todos los chalecos de asignación temporal, en función de la actividad operativa en la que se encuentre, de uniforme o de paisano, debiendo el personal policial reintegrarlo personalmente a la Unidad de Armamento de la dependencia de destino» ya sea por cambio de destino o bien de funciones, según reza la orden de Interior.
El plazo máximo para esta entrega expira el próximo 27 de octubre, es decir, en apenas una semana, según señalan fuentes policiales a MONCLOA. «En caso contrario, se pedirán responsabilidades disciplinarias por incumplimiento de esta obligación», han señalado. Hay más de una decena de funcionarios que se han visto obligados a realizar esta entrega. Supuestamente, Interior realizará el acopio de estos chalecos para entregárselos a estos agentes ante la alerta por una posible atentado terrorista, como se registrado recientemente en Bruselas.
LA POLICÍA NACIONAL Y DESPROPÓSITO DE MARLASKA
Para el sindicato Jupol, el mayoritario en la Policía Nacional, se trata de un «despropósito» la petición de la Jefatura Superior de Policía de Valencia toda vez que los agentes desplegados en el aeropuerto están custodiando una infraestructura crítica.
«Es una medida injustificada y alarmante dada la actual situación de alerta antiterrorista de nivel cuatro reforzada en España debido a la tensión en Oriente Próximo entre Israel y
Hamas», ha destacado Ibón Domínguez, portavoz del sindicato. En este sentido, ha destacado que la actuación anunciada por Interior para reforzar e implementar nuevas medidas y planes de seguridad por tierra, mar y aire, como los aeropuertos y puertos, así como recintos de carga y grandes centros de comunicación terrestre.
En este sentido, Jupol ha recordado la evacuación de los diez aeropuertos de Francia por amenaza terrorista y otro más en Bélgica, mientras que en Valencia se llevó a cabo una operación por un falso aviso de bomba en la Universidad Politécnica. Además, se reforzó precisamente en la capital del Turia la seguridad por la llegada del equipo israelí Maccabi de Tel Aviv.
LA SEGURIDAD DE LOS AGENTES DE MARLASKA, EN ENTREDICHO
La directriz ha generado un «desconcierto» dentro del cuerpo por la elevada amenaza terrorista, se disminuya la protección de los agentes encargados de garantizar la seguridad en un punto neurálgico como lo es un aeropuerto. «Es imperativo recordar que la seguridad de los ciudadanos y de los propios agentes debe ser una prioridad inquebrantable para cualquier institución encargada del orden público», ha afirmado el sindicato.
La directriz de Manises va en contra de la propia Dirección Adjunta Operativa de la Policía. Este estamento estableció claramente que las unidades de extranjería y fronteras tienen carácter preferente en la asignación de los chalecos antibalas, «donde reconoce su necesidad en situaciones críticas».
LA INCONGRUENCIA DE MARLASKA
«Retirar estos chalecos a los agentes que desempeñan su labor en un entorno de alta
sensibilidad y riesgo es, por tanto, un grave despropósito», ha remachado el sindicato.
Respecto a la reunión, el sindicato tilda de «incongruente» y «cínico» el escrito enviado por el Ministerio del Interior, dirigido por Grande-Marlaska, sobre estas medidas cuando «ni siquiera es capaz de dotar a los agentes de la Policía Nacional de las medidas de protección y seguridad necesarias para poder desarrollar su trabajo de forma segura».
El número de escudos y cascos balísticos a disposición de los agentes es claramente insuficiente
En concreto, miles de agentes de la Policía Nacional siguen sin tener un chaleco antibalas de dotación, el número de escudos y cascos balísticos a disposición de los agentes es claramente insuficiente, así como la cantidad de subfusiles a disposición de los policías.
En su crítica, el sindicato exige a Interior dejarse de poner de perfil y de «maquillar la realidad y antes de redactar un documento lleno de eufemismos de cara a la galería, que ponga en marcha las medidas necesarias para dotar a todos los agentes de la Policía Nacional de todos los medios de protección que garanticen el desarrollo de su trabajo en condiciones óptimas de seguridad».
Asimismo, ha interpuesto denuncias contra la Dirección General de Policía por un presunto incumplimiento de la ley de Prevención de Riesgos Laborales «al no dotarles de chaleco antibalas reglamentario». Por si fuera poco, los agentes también carecen de escudos y cascos balísticos, los elementos de protección básicos en caso de un ataque terrorista.
Tampoco los subfusiles llegan a un número suficiente, pese a recibir recientemente 460 unidades de la versión Scorpion Evo 3 A1. «La cantidad de este tipo de armas sigue siendo claramente insuficiente, más aún con el incremento del nivel de alerta terrorista», han denunciado.