La nieta de «la más grande», Rocío Flores, le ha dado en el último año un giro a su vida que sin duda ha tenido consecuencias en su nuevo futuro profesional.
Desde que Rocío Jurado falleció, hace ya casi quince años, la vida de toda su familia se ha ido desmoronando poco a poco. Como todo el mundo sabe, los problemas existían en vida de la cantante, pero esta parecía ejercer de vínculo de unión entre su hijos, hermanos y su entonces marido José Ortega Cano.
Sin embargo, las desavenencias quedaron expuestas casi desde el funeral de la Jurado. Rocío Carrasco, su hija inició desde entonces una separación de su familia, que se ha ido agravando poco a poco hasta aislarse absolutamente y no mantener relaciones con ningún otro miembro del clan. Incluida su hija Rocío Flores.
Las relaciones entre madre e hija iban mal ya en aquellos tiempos felices en los que la matriarca intercedía. Pero se han ido acrecentando con el paso de los años, y han sido especialmente duros en la etapa adolescente de Rocío Flores y su hermano David. Ambos, entre polémicas medidas y denuncias, abandonaban la casa familiar para irse a vivir con su padre. Y desde entonces, jamás ha habido vuelta atrás.
A pesar de esto, Rocío Flores ha querido mantenerse siempre alejada de los focos. Quizás consciente de que estos habían sido los responsables de su ruptura familiar, decidió vivir la vida de una persona anónima. Así no daría la oportunidad de que los periodistas ahondasen en sus problemas.
Sin embargo, todo esto cambió hace apenas un año. Entonces, su padre entró en la casa de Gran Hermano y Rocío Flores decidía acudir para representarlo en el plató durante las galas. A partir de aquí, la vida de Rocío ha dado un giro absoluto. Del plató de Mediaset saltó a participar como concursante en Supervivientes y a volver a poner en la palestra su inexistente relación con su madre.
Y precisamente coincidiendo con la noticia de que su madre volverá a trabajar en televisión (en concreto en Lazos de Sangre de TVE), Rocío Flores parece haber decidido que va a seguir exponiendo su vida tanto en distintos programas como en las redes sociales y a rentabilizar sus dramas. En este sentido, Rocío ha contratado a Agustín Etienne, representante de famosos como Belén Esteban o su propio padre, Antonio David Flores.
Asimismo, también le ha encargado a una agencia de publicidad su relación con las marcas. Es probable que empiece a rentabilizar los miles de seguidores que tiene en sus redes sociales. Está claro que Rocío Flores ha cambiado su estrategia vital y profesional en apenas un año. Es obvio que la veremos muy a menudo en la pequeña pantalla.