El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha calificado de «decisivas» las próximas elecciones del 12 de julio, y ha destacado que, en ellas, los vascos decidirán quién llevará «el volante» para «pilotar la salida de la crisis» en Euskadi. Además, ha instado a actuar «lo antes posible» para «evitar secuelas económicas y sociales, con cabeza corazón y capacidad» y a la vez, con realismo y sin utopías.
Urkullu ha señalado que las próximas elecciones al Parlamento Vasco serán «decisivas de cara al futuro». Según ha precisado, cada proceso electoral «nos pone ante una pregunta nuclear a la que dar respuesta y, en esta ocasión, la pregunta es: «¿en manos de quién queremos poner el volante de este país para pilotar la salida de la crisis que enfrentamos?».
A su juicio, «la relevancia del momento que se vive» le lleva a plantear esta reflexión y también a animar a toda la ciudadanía a la participación. «La respuesta a esta pregunta es la que se dilucidará en las elecciones del próximo 12 de julio», ha insistido.
Durante su intervención, el Lehendakari ha explicado que otorga una «gran importancia a la forma de hacer política». Por ello, ha citado las premisas que considera necesarias para «salir de la situación actual» y para superarla «lo antes posible y evitar sus secuelas económicas y sociales, es necesario actuar con cabeza, corazón y capacidad».
«Es necesario actuar con cabeza para situarnos en el principio de realidad. Visualizar e imaginar un futuro ilusionante y ambicioso, pero realista, con prioridades definidas y alcanzables», ha asegurado.
Tras asegurar que «el corazón representa el principio de solidaridad», considera que es «necesario para inspirar a la ciudadanía y tener sensibilidad con las necesidades sociales». Asimismo, ha apuntado que «la capacidad refleja el valor de la aptitud».
«Se refiere a la destreza práctica para gestionar la ejecución eficaz de las políticas públicas. Este país, la sociedad en su conjunto y sus instituciones, hemos demostrado que tenemos experiencia probada en estas tres dimensiones. Demostramos tener cabeza en la respuesta a la dura crisis económica e industrial de los años 80, o en la más reciente financiera y global de 2008», ha aseverado.
Por ello, ha destacado que, «frente a visiones utópicas y sin anclaje en la realidad», en Euskadi se ha demostrado «tener visión para abordar una transformación económica que es la base a su desarrollo y bienestar actual».
«Tenemos corazón para lograr un desarrollo armónico y equilibrado entre la economía y el bienestar social. Esta sensibilidad nos ha puesto en el grupo de cabeza de las Regiones europeas en este ámbito. El bienestar y la cohesión social ha sido y sigue siendo nuestro objetivo compartido, el bien común», ha asegurado.
Además, cree que la Comunidad Autónoma Vasca tiene «capacidad, experiencia y compromiso para lograr implantar las políticas públicas en entornos de dificultad y turbulencia», es decir, «capacidad para actuar sin improvisaciones y con determinación».
«Estamos preparados para afrontar los nuevos retos globales que tenemos por delante. Con esta actitud y este enfoque, planteo nuestro proyecto de salida. He citado el principio de realidad, el principio de solidaridad y el principio de aptitud. Mi proyecto de futuro para Euskadi se asienta en estas las bases y destaca un objetivo central: salir de la profunda crisis en que nos encontramos, volver a poner en pie nuestro País», ha subrayado.
Por todo ello, el Lehendakari ha concluido que, «junto a la dimensión social», primamos también «la reactivación económica y el empleo». «Esta crisis nos tiene que impulsar a dar un salto adelante», ha concluido.