Puigdemont es uno de los nueve los socios y a cada cual más exigente. Pedro Sánchez pensaba cuando falló la investidura de Alberto Núñez Feijóo que el suyo sería un paseo triunfal y que este mismo mes de octubre revalidaría su puesto como presidente del Gobierno. Pero sus cálculos han estallado por los aires con sólo celebrar la primera ronda de contactos. La investidura de Sánchez, si es que lo consigue, tardará, y no sería de extrañar que los apoyos lleguen el mismo día de la investidura, el 27 de noviembre. Entre los que obligarán a retrasar sus planes se encuentra Carles Puigdemont que también presionará con el tiempo a Sánchez para intentar arrancar el mayor rédito de la negociación.
De momento, este martes el PSOE reúne a su comité ejecutivo para evaluar la primera ronda de negociaciones y fijar los criterios para lograr acuerdos definitivos para obtener la investidura y dar estabilidad política los próximos cuatro años.
La primera ronda de negociación comenzó con Sumar, la coalición liderada por Yolanda Díaz, pensando que sería el hueso más fácil de roer. Pero Díaz le exigió avances sobre todo sociales (nuevo tratamiento del despido, reforma del Estatuto de los Trabajadores…). Y encima a la líder de Sumar se le abrió un cisma dentro de la coalición, ya que Podemos (erre que erre con Irene Montero para el Ministerio de Igualdad) e IU también pedían su parte de pastel.
Además acaban de añadir una nueva condición incluir en el acuerdo de gobierno el reconocimiento incondicional del Estado palestino. Conclusión, el apoyo de Sumar todavía no está firmado y las discrepancias cada vez mayores entre Sánchez y Díaz están bajando la popularidad de la política gallega.
Sumar, en plena crisis con Podemos e IU, cada vez esta incorporando más condiciones para votar a Sánchez
La siguiente reunión fue con la única diputada de CC, Cristina Valido, quien antes vendió su voto al PP por la Agenda Canaria y 200 millones para su comunidad, y ahora se lo ha ofrecido a Sánchez por el mismo precio. No obstante, no está de acuerdo con el asunto de la amnistía y mucho menos con el del referéndum. Conclusión, su voto será favorable sin amnistía ni referéndum, y se convertirá en abstención si cierra ese pacto con los independentistas de ERC y Junts.
Por su parte el BNG, con solo otro voto en juego (Néstor Rego), también reclamó más ayudas para Galicia. Están por determinar las ayudas. Conclusión, todavía no está decidido el voto, aunque es de presuponer que será favorable.
LOS SOCIOS VASCOS Y CATALANES AUN NO HAN DEFINIDO SU VOTO
Luego le llegó el turno al PNV y a ERC, justo antes de la fiesta del 12 de octubre. Los nacionalistas vascos que dieron su apoyo a Sánchez durante la pasada legislatura, ahora muestran más dudas, después de su ‘no’ rotundo a Feijóo. La pérdida de 100.000 votos en la elecciones del 23J, el mayor peso de EH Bildu y que las elecciones vascas se celebran el próximo año tiene mucho que ver en las dudas de los peneuvistas.
Íñigo Urkullu ha decidido radicalizar más sus peticiones, volviendo a reclamar incumplimientos de la anterior legislatura, como que se transfiera al País Vasco la gestión de la Seguridad Social y abrir el debate territorial, aproximándose a lo que pide EH Bildu. El voto de momento del PNV es un no.
ERC sabe que si votara en contra de la investidura de Sánchez perdería toda opción de gobernar en Cataluña
Y ese mismo día, 11 de octubre, se reunió con los portavoces de ERC, con llamada de 40 minutos con Oriol Junqueras incluida. ERC le insiste en amnistía, referéndum, que se hable catalán en las instituciones españolas y europeas, tener su propio cuerpo diplomático con la UE y… referéndum. La reunión más que nada sirvió para confirmar las posiciones, con el catalán hablándose ya en el Congreso y con el reconocido esfuerzo de España en la UE para que se hable también en el Parlamento europeo.
La amnistía, como aseguró Junqueras, ya estaba cerrada antes de que se hablara de la investidura de Sánchez. Se pactó al mismo tiempo que la elección de la mesa del Congreso. De momento, su voto es no, aunque al darlo perdería toda opción en Cataluña.
Dejó para el último día de la primera ronda a EH Bildu y a Junts. EH Bildu ya le ha dicho que cuenta con sus cinco votos para la investidura y la estabilidad durante la legislatura. El primer pago de Sánchez ha sido la foto de legitimación del partido vinculado al de Sortu de Arnaldo Otegi.
Para después, y sin especificar, la versión oficial que dan en Bildu es abrir el melón territorial. Ellos todavía no hablan ni de referéndum ni de independencia, pero Otegi ya va diciendo que la foto con Sánchez «nos sitúa en otra fase política, aunque unos y otros no quieran». Conclusión, los cinco únicos votos afirmativos seguros.
PUIGDEMONT PRETENDE PRESIONAR A SÁNCHEZ CON LOS TIEMPOS PARA ARRANCAR EL REFERÉNDUM
Y la última de la ronda ha sido la portavoz de Junts, Míriam Nogueras. No hubo llamada a Carles Puigdemont, como ocurrió en ERC con Junqueras, y Sánchez ya conocía de antemano las condiciones: amnistía, concierto económico catalán y referéndum de autodeterminación.
No hubo nada nuevo más que el hermetismo que ambas partes mantienen, y pese a que Sánchez ha reconocido en más de una ocasión que el acuerdo está bastante avanzado, con el referéndum como único fleco. A Puigdemont lo que más le interesa es la amnistía, lo que ya le ha supuesto una crisis con sus compañeros de exilio como Clara Ponsatí.
A Puigdemont lo que más le interesa es la amnistía pero quiere presionar también a Sánchez con el tiempo
Pero tendrán que perder el tiempo para consultar a sus bases, con el consiguiente retraso y llevar la investidura de Sánchez más al extremo del plazo que da la Constitución (52 semanas tras ser propuesto por el Rey). Esta pérdida de tiempo es también otra forma de presionar a sáhchez.
La postura de Junts (a favor) también obligará a ERC a dar sus votos favorables. Su apoyo en la anterior legislatura a Sánchez, menos en contadas ocasiones, le costó 400.000 votos y seis escaños, e igualar su fuerza con Junts. A ninguna de las dos formaciones les interesa repetir elecciones el 14 de enero de 2024. Saben que perderían las cuestiones ya pactadas para la investidura, y supondría un parón en sus intereses independentistas.
EL PP, A LA ESPERA DEL FRACASO DE SÁNCHEZ PARA REPETIR ELECCIONES Y GANAR MÁS DIPUTADOS
A la vista del retraso en las negociaciones de Pedro Sánchez para ser investido, Alberto Núñez Feijóo ha empezado a impacientarse. Una reciente encuesta realizada por el diario El País le volvía a dar ganador de unas futuras elecciones, avanzando en número de diputados de los 136 actuales a 8 más, hasta los 144.
Por su parte, Vox perdería 3 diputados hasta los 30, mientras que el PSOE aumentaría 2 diputados, hasta los 124 y Sumar retrocedería a los 23 diputados frente a los 31 actuales. Junts avanzaría en un 1 diputado (8), ERC (7), Bildu (6), PNV (5), BNG (1), CC (1), y UPN (1). De acertar al 100% esta encuesta, el PP no tendría problemas para conseguir la investidura de Feijóo, con mayoría simple.
Por tanto, al resto de los partidos con muchos intereses en juego no les interesa la repetición de las elecciones. El primero el PSOE, que dejaría de tener opciones a gobernar pese a subir en votos, pero con su compañero de coalición perdiendo gas a espuertas. A ERC mucho menos al perder la posición igualada que hoy tiene con Junts, mientras que el PNV recuperaría un poco de apoyos (y un diputado más), aunque insuficiente para afrontar las próximas elecciones vascas y ganar con holgura la lehendakarika.
Además, todavía esta por ver si para el 14 de enero a Ciudadanos le daría tiempo a presentarse nuevamente a unas elecciones generales, una vez rearmado. Vox está perdiendo apoyos y Ciudadanos podría recuperar algunos de los votos de Barcelona, Burgos o Sevilla.
Ante la marcha de los acontecimientos todo apunta a que Pedro Sánchez podría conseguir in extremis ser investido presidente, pero con demasiadas facturas pendientes por pagar. La más elevada a Carles Puigdemont.
