El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la creación de una reserva estratégica de material por parte del Estado, que se tendrá que complementar con las que realicen las CCAA porque según ha advertido «el virus puede volver y sacudirnos de nuevo en una segunda ola». Por ello, ha pedido a los ciudadanos que no bajen la guardia, dejando claro que todos «podemos ser muro o vía de transmisión» y dependerá de la actitud de cada uno.
El presidente del Gobierno ha querido enviar este mensaje de cautela en una comparecencia en Moncloa sin preguntas en lo que constituye el último día del estado de alarma, que expira a las adoce de esta noche, después de recordar que a principios de todo el mundo ignoraba que el virus se había colado por las fronteras sin que ningún sistema europeo fuera capaz de detectarlo.
Ahora, ha asegurado, comienza una etapa nueva con la apertura de fronteras a partir de mañana, pero ha pedido «mantener la guardia alta», también desde el punto de vista institucional y seguir, ha dicho, «a rajatabla las reglas de higiene y de protección».
Ha reclamado la responsabilidad personal porque, ha advertido, «cada uno podemos ser un muro frente al virus o una vía de contagio, depende de cada uno de nosotros y nosotras».
Pedro Sánchez, ha señalado en este sentido que, aunque España mantiene a raya el virus y lo mismo sucede en el conjunto de la UE, no ocurre lo mismo en otras zonas del planeta. Así, ha traído a colación las advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien considera a la pandemia en fase de expansión. Ayer mismo hubo 180.000 nuevos contagios en el mundo, lo que supone 18 veces más que en el día en que se declaró en España el estado de alarma.
Por ello, el jefe del Ejecutivo ha trasladado una clara advertencia: «el virus puede volver y puede sacudirnos de nuevo en una segunda ola». Considera que esto hay que eviarlo entre todos y «a toda costa» porque, asegura que seguimos siendo vulnerables y que se necesita la colaboración de todos de manera individual y colectiva para que lo que se ha logrado con tanto esfuerzo hasta ahora «no tenga marcha atrás».
Por este motivo, ha dicho que el Estado está preparando una «reserva estratégica» de material para hacer frente a futuras emergencias sanitarias en el Sistema Nacional de Salud, que ha de complementar las que han de cumplimentar las CCAA en el ejercicio de sus competencias.
NINGÚN SISTEMA DE PROTECCIÓN EUROPEO DETECTÓ AL VIRUS
Según el relato que ha realizado Pedro Sánchez, en marzo todo el mundo se preparaba para JJOO de Tokio, la NASA preparaba un nuevo vehículo robotizado que enviaría a marte y los países sueropeos deliberaban sobre los presupuestos comunitarios.
En España, ha apuntado, los españoles se preparaban para celebraciones como la Fallas o la Semana Santa. «Todos lo ignorábamos, pero un virus desconocido ya había entrado hace tiempo silenciosamente en nuestras vidas, había atravesado las fronteras silenciosamente procedente de Asia sin que los sistemas de prevención de todo el continente fueran capaces de detectarlo», ha añadido.
Según el presidente del Gobierno, «nadie» sabía que estaba a las puertas de una pandemia, de la mayor «conmoción sanitaria, social y econonómica de estos últimos 80 años.
Sánchez ha asegurado que «todos» ignoraban que era solo el inicio de una pesadilla que ha atacado primero a Europa cebándose con las naciones como España, una de las naciones más transitadas y que después ha proseguido su viaje letal a América del Norte y del Sur cobrándose la vida hasta hoy a cerca de medio millón de seres humanos según la OMS. Más de 28.000 en España.
La prioridad absoluta hace 99 días, ha apuntado, era frenar la propagación del virus, la curva de contagio y evitar el colapso de los hosptiales, salvar vidas. Por ello, el 14 de marzo decretó el estado de alarma y el país se paró «en seco».
Sánchez ha recordado las palabras que utilizó para vencer al virus: «sacrificio, resistencia y moral de victoria». Afirma que aún resulta «doloroso» recordar los momentos oscuros y el sufrimiento que ha calificado de «insoportable» en la que nos movíamos durante los días más duros de la pandemia.
«NADIE PODÍA PREDECIR CUANDO IBA A ACABAR LA PESADILLA»
En este sentido, ha asegurado que nadie podía predecir cuándo iba a acabar la «pesadilla» y ha citado expresamente el «desasosiego» de las familias que no podían despedirse de sus seres queridos y las heridas psicológicas y emocionales que ha dejado la situación.
En este contexto, Pedro Sánchez ha recordado que fue necesario «parar la vida» para contener al virus y «congelar» y «sostener» un tejido económico «sano» para que pudiera sobrevivir después de la pandemia. Ha citado también el «escudo» para las familias más desfavorecidas que «habrían sucumbido sin la ayuda de lo público».
Según el jefe del Ejecutivo, España fue golpeada con «fuerza, con extrema dureza» pero ha afirmado que el país resistió, doblegó la curva, contuvo la propagación del virus. «Lo hicimos unidos», ha añadido antes de recordar que tras semanas «tenebrosas» se puedieron dictar las primeras medidas de alivio y después la desescalada, recuperando la vida en las calles y la economía ha empezado a recuperar «el pulso».
EL ESTADO DE ALARMA SALVÓ 450.000 VIDAS
Estas medidas han precedido al levantamiento del estado de alarma en todo el país, cosa que ocurrirá mañana. En este punto, Sánchez ha querido señalar que gracias al instrumento constitucional del estado de alarma se han podido limitar los movimientos, los contactos y nuevos contagios, con la cobertura plena de la Constitución.
Considera que gracias a este instrumento se han beneficiado todas las CCAA y se han podido salvar «miles y miles de vidas» en el conjunto del país, que ha cifrado en 450.000 en España y más de 3 millones de vidas en todo el continente europeo por la aplicación de las medidas de confinamiento.