El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha anunciado este viernes que la comunidad autónoma de Canarias entrará este domingo en la ‘nueva normalidad’ con controles sanitarios, toma de temperatura a viajeros, declaración jurada, limitaciones de aforo en algunas actividades y sin fiestas populares.
En rueda de prensa, ha comentado que el decreto de medidas se publicará este sábado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) e insistido en la obligación de «cautela y prevención» para cada ciudadano con el fin de contener la contagiosidad de la Covid-19, de tal forma que hay que fijar una distancia de 1,5 metros y uso obligatorio de mascarilla si no es posible.
Sobre el control de viajeros que vengan de la Península, Europa u otro continente, ha indicado que «la mejor fórmula es hacer test en origen» pero como ha quedado descartado se está ultimando un acuerdo con Sanidad Exterior que abriría la puerta a hacer test en destino con justificación sanitaria, pero nunca de forma masiva o indiscriminada.
«Tenemos competencias en el Estatuto pero son decisiones compartidas y cualquier rebrote puede llevarnos hacia atrás», ha indicado, señalando que varios presidentes autonómicos ya piden también test en origen y van a «seguir batallando» porque «es un sentir de todos».
El decreto del Gobierno, que ha sido consensuado entre todas las consejerías y con aportaciones de otras administraciones y agentes sociales y económicos, establece limitación de actividades con 1.000 personas si son al aire libre o 300 si se realizan en espacios cerrados, aunque de manera excepcional Salud Pública podrá autorizar algunas celebraciones.
En restaurantes y alojamientos turísticos no se fijan limitaciones de aforo pero se incide en la distancia de seguridad de 1,5 metros, se prohíben las cartas –se sustituyen por códigos QR o medios telemáticos– y los clientes deben ser acomodados por el personal, aparte de que se incidirá en las labores de higiene y desinfección y el lavado de manos.
En cuanto a los alojamientos turísticos cada uno deberá fijar las normas de uso de las zonas comunes y se recomienda reducir el uso de alfombras y materiales textiles y proteger mantas y almohadas, mientras que las empresas de turismo activo volverán a operar sin limitación de participantes.
IGLESIAS Y COMERCIOS, AL 75%
Sobre el comercio, cualquier local podrá abrir al 75% de capacidad salvo los considerados esenciales, que no tendrán limitaciones como supermercados, tiendas de alimentación, peluquerías o estancos.
Al 75% de capacidad de aforo se fijan también las iglesias y los eventos deportivos, que podrán reunir a 1.000 personas si la actividad es al aire libre o 300 si es en un espacio cerrado.
Las fiestas y verbenas populares quedan prohibidas por norma general aunque se deja la puerta abierta a una reconsideración si la evolución epidemiológica lo permite y las bodas quedan fijadas en 250 personas por banquete si es al aire libre o 150 si es en interior.
En cines y teatros desaparece la limitación de aforos, aunque las butacas serán preasignadas y juntando a unidades de convivencia, lo mismo que en los museos que tampoco tendrán límite.
Sobre las playas, el Gobierno aboga por mantener la limitación de aforos, si bien es competencia de los ayuntamientos, que deberán garantizar que se cumple la distancia de seguridad y la higiene de las hamacas, por ejemplo.
«CANARIAS ESTARÁ CASI COMO ESTABA EL 14 DE MARZO»
Los parques infantiles se reabren aunque también es competencia de los ayuntamientos garantizar la higiene y desinfección mientras que los campamentos abren con un máximo de 200 participantes, incluidos los monitores.
Para el subsector del ocio nocturno, se permite la apertura de terrazas al aire libre con un máximo del 75% de ocupación, consumo en mesa y sin pista de baile.
Sobre el próximo curso escolar, Torres ha señalado que la Consejería de Educación diseñará un protocolo para el próximo curso supervisado por las autoridades sanitarias, lo mismo que harán las dos universidades públicas.
El presidente canario señala que este domingo «se termina una etapa» que ha durado 14 semanas desde que se inició el estado de alarma, con «momentos muy difíciles» y toma de «decisiones complicadas y dolorosas» para una población que sentía «desesperanza y miedo», pero tras redoblar la curva de la pandemia, la situación mejoró y a partir del domingo «Canarias estará casi como estaba el 14 de marzo».