Radiografía del sindicato vasco que ha puesto en jaque al PNV

Los datos oficiales del Ministerio de Trabajo reflejan que el 50,36% de las huelgas que en 2022 se registraron en España se concentraron en el País Vasco, que no alcanza siquiera el 5% de la población del Estado español. Detrás de este éxito sindical se encuentra una sociedad contestaria como la vasca y la fuerza de un sindicato como ELA. 

Esta central centenaria supera los 90.000 afiliados en Euskadi, donde es el rey al duplicar al siguiente sindicato, y se ha colocado en el tercer puesto en Navarra con casi 10.000 personas que pagan su cuota.

Y es que en las cuotas, elevadas en comparación con otros sindicatos, está la clave del éxito de ELA, que ha logrado una gran independencia rehuyendo del dinero público con el que sobreviven sus tres competidores en el norte: la central abertzale LAB y las estatales Comisiones Obreras y UGT.

ELA PONE EN JAQUE AL PNV

El todopoderoso presidente del PNV Andoni Ortuzar prometió hace unos años que no rompería su carnet de ELA, cuyos orígenes están ligados al partido jeltzale al igual que el PSOE y UGT están hermanados desde la cuna.

Pero desde hace años ELA se ha convertido en el principal azote del PNV y en el gran bloque que ejerce de contrapoder contra el Gobierno Vasco, cuyo presidente o lehendakari Iñigo Urkullu sugiere que las huelgas en Euskadi se acrecientan cuando se avecinan elecciones.

Urkullu sugiere que las huelgas en Euskadi se acrecientan cuando se avecinan elecciones

Urkullu tacha a ELA de «izquierda extrema abertzale», a pesar de la escasa sintonía entre el sindicato y EH Bildu (que apoya a LAB), mientras que Ortuzar ha descalificado en público a ELA por organizar huelgas «antipatrióticas».

El carismático líder de ELA, Mitxel Lakuntza, afirma que «Ortuzar sueña con una sociedad sin oposición», ironiza con los problemas de Urkullu para «reconocer el malestar social que provocan sus políticas, ya que no quieren reconocer lo que está pasando en Sanidad, en Vivienda o con el sistema de cuidados», y asegura que el creciente problema electoral del PNV no tiene nada que ver con ellos.

ELA PONE EN JAQUE AL GOBIERNO DE NAVARRA

El acuerdo programático firmado por el PSN-PSOE, Geroa Bai y Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa implica que el Gobierno de Navarra liderado por María Chivite ratifica el apoyo del Ejecutivo al Plan de Empleo (2021-2024) que destinará 701 millones de euros públicos a subvencionar la actividad ordinaria de las empresas y «a financiar las estructuras sindicales de UGT y CCOO», según denuncia ELA.

Que recuerda que «estos 701 millones de euros de dinero público se suman a los más de 1.500 millones que tuvieron el mismo destino entre 1998 y 2014, unas cantidades cuestionadas por la Cámara de Comptos, y que en Navarra han consistido en un trasvase de fondos públicos a la patronal, UGT y CCOO a cambio de paz social».

Además, señalan los de Lakuntza, «el Plan de Empleo carece de legitimidad democrática porque la suma de UGT y CCOO hace ya más de ocho años que no superan el 50% de la representación sindical en Navarra.».

NUEVO FORO EN NAVARRA

ELA dice que «la estrategia del Gobierno de Navarra de crear un foro industrial carece de credibilidad cuando ese mismo Gobierno se niega a refundar el Tribunal Laboral de Navarra para convertirlo en un órgano de resolución de conflictos sin exclusiones y con un nuevo funcionamiento más democrático e imparcial».

ELA también asegura que la creación del foro de la industria «tiene un claro componente propagandístico, que además lanza un mensaje equivocado a la clase trabajadora trasladando la idea de que sus problemas se solucionarán a la vez que se benefician los intereses de la patronal, cuando los intereses de la patronal son los opuestos».

ELA también asegura que la creación del foro de la industria «tiene un claro componente propagandístico

El sindicato vasco-navarro «considera imprescindible impulsar una política industrial innovadora para hacer una transición hacia un modelo industrial que responda a las necesidades de la sociedad, a la igualdad de género y a las posibilidades de la naturaleza, así como la búsqueda de nuevos sectores estratégicos vinculados al I+D+i que nos permita un empleo de calidad y valor añadido».