Pedro Sánchez no se fía de nadie. Son muy pocos los que forman parte de su círculo de confianza. Cuando sorprendió este miércoles con su renuncia al turno de réplica al discurso de investidura del candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, solo lo sabían cinco o seis personas de su entorno. Nadie más.
La inmensa mayoría de los diputados del PSOE se sorprendieron tanto como los del resto de las bancadas de los otros partidos cuando vieron bajar las escaleras del hemiciclo hacia la tribuna de oradores a Óscar Puente. Se lo había dicho unas semanas antes y pocos más lo sabían. Le precedían todas sus intervenciones en el ayuntamiento de Valladolid y mítines electorales.
Su discurso bronco y provocativo fue la razón principal por la que le eligió Pedro Sánchez para distraer a la Cámara Baja del tema que preocupa a todos, la amnistía. Ni siquiera Yolanda Díaz le aplaudió, aunque entre las filas socialistas se celebró su discurso con gran entusiasmo. Además le había pasado como a Feijóo, pese a ser su candidatura la más votada, no ha logrado gobernar en Valladolid.
ÓSCAR PUENTE TAMBIÉN DARÁ LA RÉPLICA A FEIJÓO EL PRÓXIMO VIERNES
Óscar Puente repetirá también este viernes para fijar la postura del PSOE en la segunda votación de investidura del candidato Feijóo a la presidencia del Gobierno. Sánchez, impertérrito a las acusaciones de los dirigentes del PP por no replicar a su líder, vuelve a ceder su voz al exalcalde y diputado por Valladolid, Óscar Puente.
No le ha faltado razón a Núñez Feijoo cuando ha asegurado que en el debate de investidura todo el mundo se ha retratado. Diputados, medios de comunicación y ciudadanos hemos podido conocer de primera mano lo que se avecina en los próximos cuatro años, si finalmente Pedro Sánchez decide presentarse a la investidura y no hay que repetir elecciones.
Lo que se ha podido ver es que el mutismo total de Sánchez puede deberse a que el presidente del Gobierno en funciones tiene los acuerdos con los nacionalistas prácticamente cerrados, y no ha querido desvelar nada para no quemar las cesiones que ha tenido que aceptar a Junts y ERC. Era el momento de Núñez Feijóo, y le ha dejado barra libre, sin replicarle siquiera por si tenía que hablar de amnistía, autodeterminación y referéndum. Tres asuntos de los que no quiere hablar, de momento.
El mantra en el último mes de Sánchez es que todo lo que se pacte con ERC y Junts respetará totalmente la Constitución
Lo único que reitera en sus encuentros con militantes y ante los medios de comunicación es que lo que se pacte respetará totalmente la Constitución. Ese es el mantra que Sánchez y todos los ministros de su Gabinete, incluida la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz.
ERC Y JUNTS LLEVARÁN LA VOZ CANTANTE SI SÁNCHEZ ES INVESTIDO PRESIDENTE
De ser investido, Sánchez se tendrá que bandear con los nacionalistas catalanes, vehiculando una amnistía que no choque con lo que dice la Constitución. Sánchez y sus socios, conocedores de lo que se está negociando sin ninguna grieta para saber lo que se dice, insisten en que la negociación respeta totalmente la Constitución. Ya lo veremos.
No obstante, ERC y Junts ya están a la gresca. Durante la apertura del debate de política general en el Parlament de Cataluña, la portavoz de Junts, Mónica Sales, ha puesto en duda la legitimidad del presidente del Govern, Pere Aragonès. La lucha por el voto independentista se ha vuelto a abrir, después de que ERC haya perdido su posición hegemónica como fuerza electoral en Cataluña. El protagonismo que ha recuperado Puigdemont por la amnistía le ha dado alas a Junts, mientras ERC pretende desvelar los avances en las negociaciones.
A la que desde este miércoles también se suma la abiertamente declarada petición del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés (ERC) de un referéndum de autodeterminación, que ni el mismo Carles Puigdemont se atrevió a reclamar ante los micrófonos de Bruselas.
Por su parte, los nacionalistas del PNV también quieren abrir el melón de la territorialidad. Es la única baza que les queda para las próximas elecciones que se celebrarán en 2024 en el País Vasco, sabiendo que EH Bildu le está ganando la partida, tras obtener más votos que el PNV en las elecciones generales del 23J.
Precisamente, el debate territorial es por el que también ha abogado Arnaldo Otegi y los diputados en el Congreso de los Diputados de EH Bildu, que no descartan poner al etarra como candidato a Lehendakari en 2024.
¿SERÁ PATXI LÓPEZ EL ‘TAPADO’ SOCIALISTA PARA SER LEHENDAKARI?
La otra sorpresa de Sánchez en el País Vasco podría ser presentar a Patxi López, actual portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados. Todo el mundo se sorprendió cuando Sánchez cedió su turno de réplica a Óscar Puente y no a Patxi López, el portavoz. Una de las razones que no se descartan es que el líder socialista ha mantenido en la recámara a López para no quemarle antes de presentarle como candidato a Lehendakari por el Partido Socialista Vasco.
Los otros socios con que cuenta Sánchez, además de los minoritarios BNG y quién sabe si CC cambia de bando (una posibilidad que ha dejado abierta la diputada Cristina Valido, quien ha decidido no desistir en lograr sus objetivos de Agenda Canaria) es la formación que lidera Yolanda Díaz, con quien el líder socialista mantiene buena sintonía y hasta ha llegado a asegurar que Díaz ocupará una de sus vicepresidencias.
Desde antes del 23J, Sumar ha ido ganando el pulso a los dirigentes de Podemos. Retiró de las listas electorales a Irene Montero y Pablo Echenique y ha frenado las ansias de protagonismo de la formación morada, imposibilitando que Irene Montero vuelva a ser ministra de Igualdad. Por cierto, Sánchez está muy interesado en que el PSOE recupere esta cartera, sin que Díaz haya puesto, de momento, ninguna objeción.
LAS LUCHAS INTERNAS Y CON PODEMOS MARCARÁN LA ESTRATEGIA DE YOLANDA DÍAZ
La vicepresidenta tercera del Gobierno pactó con Pedro Sánchez que si el no intervenía en el turno de réplica a la investidura de Núñez Feijoo, ella tampoco. Y cumplió. Dejó a la portavoz de Sumar, Marta Lois, y compartió el tiempo con otras formaciones incluidas en Sumar. Pero dejó sin voz a Podemos, pese a las quedas de Ione Belarra e Irene Montero, asistente al debate en calidad de ministra de Igualdad en funciones, pero sin voto, ya que no es diputada de la nueva legislatura.
A lo largo de los próximos cuatro años, Yolanda Díaz tendrá que brear con los dirigentes de Podemos, cada vez más arrinconados tras los resultados del 23J, pero que es de esperar que no dejarán de presentar batalla para no seguir perdiendo protagonismo.
De momento, otra de las formaciones grandes, Izquierda Unida, ya la ha mostrado su apoyo incondicional. Falta por conocer si Más Madrid y el resto de las organizaciones la siguen con los ojos cerrados, o dependerá de las cuestiones que se vayan a legislar en cada momento.
EL PP YA LE HA GANADO LA PARTIDA A VOX, ¿CONSEGUIRÁ QUE DESAPAREZCA?
Y por último, el PP deberá digerir primero el fracaso de la investidura de su presidente, Alberto Núñez Feijóo. Aunque tendrá poco tiempo ya que desde la próxima semana, si Sánchez opta a ser investido, deberá trabajar en una de las oposiciones más fuertes que se esperan. La amnistía, la autodeterminación y el referéndum seguirán siendo su frente a combatir.
En esta ocasión no tendrá que enfrentarse a Vox para decidir quién es el principal partido de la oposición ni por qué partido es el de centroderecha, ya que las urnas dejaron claro que Vox va perdiendo votantes y fuerza. Tras las elecciones autonómicas y municipales, que obligó al PP a un acercamiento con Vox para poder gobernar en algunas comunidades y ayuntamientos, Feijóo ha mostrado una imagen de alejamiento de Vox. La manifestación del domingo 24 de septiembre contra la amnistía dejó fuera a Vox, diciendo que podía acudir quien quisiera. Feijóo evitaba repetir una foto como la de Colón.
Durante su discurso de investidura, el líder del PP incluso abrió la espita sobre el futuro de Vox. «No sé si va a desaparecer Vox o no», llegó a decir. El líder gallego nunca habla por hablar, más bien es muy conciso en sus ideas. Cuando dijo que si no hubiera habido escisión en el centroderecha «hubiéramos conseguido 190 diputados», no lo dijo por casualidad. En la formación de Santiago Abascal, que en las últimas semanas ha intentado mostrar un perfil menos beligerante, sin embargo, algunos de sus miembros de la línea más dura podrían estropear la estrategia del líder de Vox, de mostrar a la sociedad una cara más amable.
Feijóo le ha dejado claro a Abascal que para gobernar España no le necesita. Ni el propio líder de Vox se atrevió a presionar al dirigente del PP para que le incluyera en un hipotético gobierno. Tal vez nos encontremos a lo largo de los próximos cuatro años en un escenario en el que el PP logra fagocitar a Vox.