La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) celebra este martes, 26 de septiembre, la cuarta sesión de la Comisión Permanente de la Sequía en la cuenca del Ebro e inicia el «Informe de la Sequía 2023», que se concluirá cuando termine esta situación de escasez de lluvias.
En la reunión se va a realizar un diagnóstico de la situación actual, se presentarán las medidas que están en marcha y se dará a conocer el índice y la primera propuesta del «Informe de la Sequía 2023 (año hidrológico 2022-2023)», ha avanzado el organismo regulador de cuenca.
El informe caracterizará esta sequía haciendo hincapié en la evolución de los indicadores de sequía y escasez, en los impactos sociales, económicos y ambientales y en las medidas adoptadas, tras lo que se harán propuestas de mejora para una mayor capacidad de respuesta de cara al futuro.
Mejora la situación en la cuenca, pero siguen siendo necesarias las medidas de restricción y ahorro de agua, ha sintetizado la CHE. Según el indicador de escasez, se encuentra en situación de emergencia el 11 por ciento de la cuenca y en situación de alerta, un 41 por ciento, unos valores que obligan a mantener medidas de restricción y ahorro hasta que llueva, haya un cambio claro en la evolución de recursos disponibles y se alcance la normalidad.
Además, se han continuado los trabajos de seguimiento ambiental, especialmente el relativo al cumplimiento de los caudales ecológicos, la vigilancia del dominio público hidráulico y la atención especial al delta del Ebro.
La vigilancia del delta ha contado con la novedad de que, junto con el seguimiento de la evolución de los parámetros químicos de la red de calidad en continuo de la red SAICA, se han iniciado los trabajos del seguimiento limnológico de los efectos de la sequía y la gestión asociada al agua en el tramo bajo del Ebro, con los que la CHE y la Universidad de Lleida pretenden diagnosticar con precisión los efectos de la sequía en esta zona.