El expresidente valenciano Francisco Camps ha dicho este jueves en la Audiencia Nacional que no dio una sola instrucción para la organización de la visita del Papa Benedicto XVI en el año 2006 o para la retransmisión de la misma a través de la Radiotelevisión Valenciana (RTVV).
«Como presidente de la Generalitat, no tenía por qué involucrarme en la organización o la logística», ha afirmado Camps durante su declaración como testigo en el juicio por los presuntos amaños en la adjudicación a la trama Gürtel de la contratación para la retransmisión de la visita en el marco del V Encuentro Mundial de las Familias.
El expresidente, que ha comparecido durante algo más de una hora y media, ha explicado que tanto la Comunidad Valenciana como el Ayuntamiento de Valencia y la Diputación fueron invitados por la Iglesia un año antes del evento para formar la fundación organizadora con el fin de dar soporte institucional, pero que no participó en ninguna reunión ni decisión. «Ya tenía yo bastante con la Presidencia de la Generalitat y la Presidencia del Consell», ha dicho.
No obstante, la fiscal Concepción Nicolás, con la que ha entrado a discutir en varias ocasiones, le ha recordado que según el acta de constitución de la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias (FVEMF) ostentaba el cargo de presidente de honor. Al respecto, Camps ha afirmado que no supo de ello, ni de que ha ostentado con «honor» este cargo en otras «30 fundaciones», incluso en el Valencia Club de Fútbol –del que ha indicado que es «socio»–, hasta que se destapó este caso.
En este sentido, ha remarcado que ese cargo no tiene funciones ejecutivas y por lo tanto él no tomó ninguna decisión sobre la organización. «Es como decir que el presidente del Consejo General del Poder Judicial está pendiente de lo que está pasando en la Audiencia Nacional. No tiene ningún sentido», ha añadido.
Aún así, la representante del Ministerio Público ha insistido en preguntarle como «presidente de la fundación» quién decide y cómo que el suministro de pantallas se contrate a través de RTVV. Camps, que ha hecho hincapié en que era una presidencia de «honor» para no «inducir a error a los magistrados», ha dicho que desconocía «cómo se toman este tipo de decisiones», aunque ve «imposible» que la televisión tuviera «capacidad jurídica» para ello.
NO RECUERDA LAS PANTALLAS
«Yo no recuerdo ni las pantallas. Para mirar pantallas estaba esos días», ha señalado el expresidente valenciano, al mismo tiempo que ha negado haber dado algún tipo de orden al acusado Pedro García Gimeno, quien esas fechas era director general de RTVV, sobre que aceptase todo lo que la Iglesia reclamara, tal y como dijo él en su propia declaración.
Así, se ha escudado en que no es normal que un presidente dé indicaciones al director de una televisión pública y ha puesto como ejemplo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el que ha dicho que no ve «llamando a Rosa María Mateo (presidenta de RTVE) para darle instrucciones políticas.
Durante su declaración, Camps ha criticado en varias ocasiones la actuación de la Fiscalía Anticorrupción y al inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que dirigió la investigación, Manuel Morocho, contra él: «Llevan 11 años tratando de incriminarme en algunas causas».
Una de ellas es la investigación por las presuntas irregularidades en la contratación de la FVEMF para la visita del Papa que lleva en Valencia, en la que se encuentra investigado. Por ello, antes de comenzar a declarar por videoconferencia, el presidente del tribunal, José Antonio Mora Alarcón, ha comunicado a Camps que podía no comparecer.
Además, el expresidente valenciano se encuentra procesado en la Audiencia Nacional por supuestos amaños en la adjudicación de la Generalitat valencia a Orange Market en la edición de Fitur de 2009.
Si bien, Camps, asistido en todo momento por su abogado, Pablo Delgado –que ha llegado a instar a la fiscal a «revisar sus apuntes» porque tenía «errores»–, ha decidido responder a todas las preguntas formuladas por las acusaciones y defensas, incluso las del líder de la trama Gürtel, Francisco Correa –que finalmente no ha intervenido–, y la del responsable de Orange Market, Álvaro Pérez ‘el Bigotes’,
NIEGA SU RELACIÓN CON ‘EL BIGOTES’
Con respecto a este último, Camps ha vuelto a negar, como ha hecho durante años, haber tenido algún tipo de relación de amistad, a pesar del audio de una conversación en el que le llamaba «amiguito del alma» y que él no ha recibido nunca regalos de la trama Gürtel y los que llegaron a su familia fueron devueltos.
Tras escuchar en sala la charla telefónica, el expresidente de los ‘populares’ valencianos, que ha mostrado su sorpresa por conocer este jueves que la llamada la realizó ‘el Bigotes’ y no él, ha explicado que ésta tuvo lugar en la Nochebuena de 2008 por indicación del que fuera secretario general del partido Ricardo Costa para agradecer su trabajo para el partido.
Ante la insistencia de la defensa de Pérez, ejercida por el abogado José Javier Vasallo, en saber por qué hablaba con él con total confianza y se dirige hacia él como «amiguito del alma», Camps ha dicho que usó «esa palabreja como podía haber usado otra».
Así, ha negado cualquier tipo de relación con ‘El Bigotes’ que no fuera profesional y ha desmentido que fuera con él al Vaticano al nombramiento del cardenal Antonio Cañizares, donde supuestamente se comenzó a tratar el asunto de la visita del Papa: «No he viajado con Álvaro Pérez ni a la vuelta de la esquina y menos a Roma».
OTROS TESTIGOS
Este jueves también han comparecido ante el tribunal un extrabajador de Orange Market, Juan José Rincón; el exjefe de la empresa del suelo de Arganda del Rey César Tomás Martín Morales (imputado), el exvicepresidente del Consell Víctor Campos y el secretario del Arzobispado, Antonio Ramón Corbí.
En el caso de los dos últimos testigos, investigados por el mismo juzgado valenciano que Camps, también se han desvinculado de la decisión de encargar a RTVV el contrato para la instalación de pantallas y megafonía para seguir el recorrido del Papa. Campos ha indicado que el Arzobispado hizo una propuesta «y a todos nos pareció bien».
Por su parte, Corbí, que ha subrayado que su participación en la fundación fue como comisionado eclesiástico y que por tanto no conoció las cuestiones técnicas ni logísticas, ha precisado que todas las decisiones que tomaba el arzobispo era antes consultadas con el cardenal Alfonso López Trujillo, que era el «ministro de Familia del Vaticano».
Gran parte de su declaración se ha centrado en explicar que cuando se comenzó a preparar el V Encuentro Mundial de Familias no se sabía aún si el Papa Benedicto XVI iba a asistir. Según ha indicado, el evento fue convocado por el Papa Juan Pablo II en 2003, pero que tras su muerte, el encuentro quedó suspendido hasta que su sucesor volviera a convocarlo, algo que ocurrió en junio de 2005 a través de una carta, pero sin confirmar su asistencia.
SI EL PAPA NO ASISTÍA, «CABRÍAN EN MESTALLA»
Para el párroco este dato es importante porque, aunque el Pontífice no confirmó su presencia hasta diciembre de 2005 y se hiciera público a principios de 2006, el Vaticano pidió a la Iglesia española que preparara el acto como si existiera «la idea de que fuera el Santo Padre», ha apostillado.
De hecho, ha apuntado que la «convicción» era que el Papa no iba a ir a Valencia y que por ello cree que se pensó que la retransmisión la hiciera Canal 9 y no TVE. También ha relatado que el arzobispo viajó hasta Roma para trasladar que si Benedicto XVI no iba a España, el encuentro sería algo menor porque todos los asistentes «cabrían en Mestalla», el estadio de fútbol del Valencia.