Unión del Pueblo Navarro (UPN) camina hacia un proceso de primarias que se dirimirá en abril y que dictaminará quién es la persona que releva en la presidencia del partido a Javier Esparza, que pretende retener la portavocía de la formación regionalista en el Parlamento de Navarra hasta 2027.
«La vida son ciclos y yo he tenido el mío. No voy a ser ya candidato al Gobierno de Navarra (en 2027). Eso sí, me voy a dejar el alma para que quien sea el candidato o candidata de UPN al Gobierno presida Navarra dentro de cuatro años. Eso es lo que voy a hacer. No se puede estar eternamente siendo candidato. En UPN hay gente muy valiosa», anunció hace unos días Esparza.
EL CREADOR DE NAVARRA SUMA NO SE PRESENTARÁ EN 2027
El creador de Navarra Suma y, paradójicamente, autor intelectual del reciente e histórico divorcio entre UPN y PP, asegura que no será candidato en 2027 tras haberlo intentado en las tres últimas citas forales, todas ellas con mayoría y gobiernos progresistas.
Esparza cree que la razón de que no haya alcanzado la presidencia navarra no son sus resultados, sino el cambio histórico del PSN-PSOE, que tanto en la nueva legislatura como en la pasada decidió romper el tradicional veto al que se sometía a las formaciones nacionalistas vascas.
«Mi reflexión es que en la política navarra y en la política española hay un antes y un después desde el momento en el que el PSOE, en una decisión planificada y estratégica, decide que se puede pactar con EH Bildu», aseguró Esparza en Diario de Navarra.
El líder de la oposición a María Chivite recuerda que «ni Miguel Sanz, ni Yolanda Barcina, hubieran sido presidentes con este Partido Socialista. UPN nunca ha tenido mayoría absoluta y la única vez que el centro derecha ha tenido mayoría absoluta, si no me equivoco, es cuando Herri Batasuna estuvo ilegalizada«.
«UPN tendrá un congreso en abril y habrá que ir hablando las cosas con tranquilidad. Yo soy un hombre de partido y siempre voy a estar a disposición del partido para la tarea que crea más conveniente, pero sin ninguna pretensión», explica.
TRAVESÍA POR EL DESIERTO
Esparza tomó las riendas de UPN en 2015 en plena crisis regionalista. Esta estaba originada, en parte, porque sus dos expresidentes, Miguel Sanz y Yolanda Barcina, se habían visto obligados a devolver dietas de la extinta Caja Navarra.
Su mal resultado en 2015 fue disculpado por el conexto, pero en 2019 ganó fuerza a nivel interno tras construir Navarra Suma junto a PP y Ciudadanos, lo que contribuyó a que UPN recuperase casi toda la fuerza municipal que había cedido cuatro años atrás.
En 2023, esta vez con UPN en solitario con el objetivo de facilitar un acercamiento con el PSN-PSOE a costa de romper con el PP, los resultados no han sido los esperados especialmente en las últimas elecciones generales en las que se tuvo que ver las caras contra dos exdiputados regionalistas que engrosaron las filas ‘populares’ tras su polémico voto contrario a la Reforma laboral, Sergio Sayas y Carlos García Adanero.
GUERRA INTERNA EN UPN
Tras la salida de Sayas y García Adanero no había habido contestación interna contra Esparza, que sin embargo hace unos días ha recibido un dardo por parte del expresidente Miguel Sanz, que ha sido rotundo: «Me llega que hay malestar dentro de UPN«.
El expresidente dice que «ha habido un error de estrategia al no haber aceptado la contrapropuesta que el PP nos hizo para ir juntos» a las últimas generales, hecho que según él les ha llevado «a perder el liderazgo que hemos tenido en los últimos años, también en las elecciones generales, y perder incluso el liderazgo en el Senado, donde se ganan los tres senadores siendo exclusivamente el partido más votado».
LA LEY DE ROMANONES APLICADA A UPN
Sanz asegura que «hay que hacer cosas diferentes. Hay que abrirse a la sociedad, hay que ser mucho más contundentes en algunas críticas políticas, hay que rearmar al partido estratégica e ideológicamente, sin perder los principios». «En política hay que aplicar la fórmula del conde de Romanones: sumar lo más, restar lo menos, multiplicar prudentemente y dividir al adversario. Y nosotros, ni sumamos lo más, ni restamos lo menos, ni mucho menos dividimos al adversario. Al revés, unimos cada vez más al Partido Socialista con el nacionalismo vasco», asegura.
Esparza ha calificado las críticas de «ataques personales» mientras en UPN se vislumbran dos candidaturas de cara a abril. Una de ellas estaría liderada por la nueva alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, que se ha estrenado en el cargo siendo acusada de publicitar joyas de un negocio pamplonica en los Sanfermines.
La otra podría estar encabezada por el polémico alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, que acumula cuatro años de polémicas por sus continuos ataques a la presidenta María Chivite a cuenta de la supuesta discriminación que sufre la Ribera por parte de Pamplona.