La alimentación puede ser uno de los grandes aliados de quienes sufren problemas relacionados con la inflamación. La organización mundial de la salud (OMS) calcula que actualmente más del 80% de la carga mundial de enfermedades está relacionada con los estilos de vida adoptados, a través de una alimentación inadecuada.
Una dieta antiinflamatoria, preparada a partir de los principios de la medicina nutricional, será la mejor respuesta para bajar la inflamación acompañada de la aparición de muchas enfermedades como son el asma, la artritis, el cáncer, el Alzheimer, el autismo, el síndrome metabólico, la enfermedad celíaca, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
1¿Qué es una inflamación?
La palabra inflamación proviene del latín “inflammare”, que significa literalmente “ponerse en llamas”. Esto representa una reacción del organismo frente a una lesión o enfermedad. Los síntomas pueden ser externos, como enrojecimiento, calor, dolor, hinchazón, aumento de tamaño de la zona afectada; o bien internos, como exceso de temperatura, exceso del flujo sanguíneo, edemas o además deterioros de la función de los órganos.
Un proceso inflamatorio es una respuesta a una amenaza, para proteger nuestros tejidos del daño y proporcionarles los elementos necesarios para su remodelación y restauración. Sin embargo, si los mecanismos fisiológicos antiinflamatorios se vuelven ineficaces, los agentes inflamatorios reciben una señal incorrecta para la cantidad de daño causado, siendo capaces de liberar niveles más altos de mediadores inflamatorios que lo normal.