Supervivientes, Gran Hermano, La isla de los famosos… Todos son realities muy conocidos que en la mayor parte de los casos han puesto en el disparadero mediático a numerosos rostros que ocupan hoy las portadas de las revistas o los programas de corazón.
Uno de estos rostros, o personajes, es Violeta Mangriñán, participante del dating show Mujeres y hombres y viceversa, pero reconocida «mundialmente» por su participación en Supervivientes donde dejó a su novio a través de vídeo llamada para acto seguido liarse con otro.
Tras su participación en Supervivientes, Violeta y su pareja – Fabio – alcanzaron cuotas altísimas de popularidad. Mediaset cuenta con ellos en casi todos los formatos que se plantea, bien sea como participantes directos o como colaboradores. Sabe que todo lo que hacen genera mucha expectación y eso se traduce en audiencia y en dinero.
Pero como suele suceder, toda esta expectación genera también efectos negativos, y es que en torno a Violeta Mangriñán siempre se ha generado mucha animadversión. Es frecuente que la valenciana se queje del «ruido» que hacen sus haters en las redes sociales. La concursante de Supervivientes además, no se conforma con «silenciarlos» y seguir con su vida, sino que les contesta, entra al trapo y los pone en su sitio.
Quizás por este tipo de cosas es por las que Violeta se ha llevado un buen susto estos días. Susto que, como no podía ser de otra manera, ha compartido con todos sus seguidores vía stories de Instagram.
Todo ocurrió en la tarde del martes 16 de junio. Mangriñán estaba en el gimnasio cuando el portero de su urbanización le llamó para informarle que había tres individuos merodeando por allí y le habían preguntado varias veces por ella. La concursante de Supervivientes se asustó mucho y pidió al portero que indagase un poco más. En un principio, los hombres dijeron que la estaban esperando para hacer un reportaje y que habían quedado con ella. Nada de esto parecía tener sentido para Violeta que se asustaba cada vez un poco más.
A pesar de que los individuos seguían haciéndole preguntas al portero, éste – prudente – no les facilitó ninguna información. Además, se ofreció a acompañar a Violeta a su domicilio pues esta estaba muy nerviosa y así lo aseguró a sus seguidores. Como hemos avanzado, la influencer fue contando toda la aventura a través de Instagram. Quizás no es consciente, que precisamente ese tipo de acciones, pueden ser las responsables de que algún día, no tenga a un portero cerca que vele por su seguridad y se lleve un susto mucho mayor.
