La Fundación Economía y Salud ha enviado a la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados un informe elaborado por su Comité Científico donde presenta hasta cien medidas para mejorar el Sistema Nacional de Salud (SNS) tanto en cuanto a su calidad y eficiencia, como a su fortaleza para afrontar situaciones de pandemia.
Este documento es una revisión del publicado por la Fundación hace tres años que ciento cuarenta expertos, procedentes de distintas sensibilidades y experiencias profesionales, llevaron a cabo mediante técnicas de consenso, descartando aquellas medidas que no suscitaran acuerdos mayoritarios.
«La pandemia del COVID-19 ha transformado profundamente la situación de partida del estudio en muchos aspectos y se hace imprescindible actualizar las medidas a la luz de la situación nueva creada por la pandemia, antes de concretizar todos los indicadores en los que trabajamos», ha comentado el presidente la Fundación, Alberto Giménez Artés.
El documento, elaborado por los miembros del Comité Científico de la Fundación, se articula sobre las siguientes áreas: Medidas Asistenciales, Atención Primaria e Integración Asistencial, Gestión de la Información y Nuevas Tecnologías, Promoción de la Salud, Prevención de la Enfermedad y Empoderamiento del Paciente, Integración Sociosanitaria, Medidas Organizativas y Atención al Domicilio, Evaluación y Benchmarking, Seguridad del Paciente y del Profesional Sanitario, Capital Humano e Incentivación Profesionales, Compras y Gestión y Evaluación, Buen Gobierno y Transparencia.
«Es un documento imprescindible para políticos que tengan responsabilidad de mejorar el sector, así como planificadores, gestores sanitarios e incluso mandos intermedios y personal de base, ya que cada uno en su ámbito puede y debe mejorar el sector salud donde trabaja», señala su presidente.
Con independencia de este primer informe, la Fundación ha convocado a un grupo de expertos para discutir y profundizar sobre las medidas contenidas en el documento enviado, de forma que, a primeros del mes de julio, pueda estar elaborado el informe definitivo.
Entre sus propuestas, piden potenciar, difundir e implantar en los Servicios de Salud de las CCAA, la estrategia ‘No hacer’; detectar, potenciar y replicar las buenas prácticas; auditar y evaluar las entradas en lista de espera según criterios clínicos consensuados; resultados como base para mejorar la toma de decisiones; disminuir la variabilidad injustificada en la práctica clínica; o consolidar la conciliación farmacoterapéutica y favorecer la desprescripción.
Asimismo, apuestan por la disponibilidad de herramientas de ayuda a la prescripción farmacoterapéutica; redistribución de los recursos asistenciales, en función de las necesidades y la demanda, fomentando los procedimientos de desinversión y reinversión, tras su evaluación; estandarizar modelos de atención de referencia y de funcionamiento en red; toma de decisiones compartida como base de la nueva asistencia sanitaria; garantizar la continuidad asistencial como base de una atención integrada; flexibilización en la asignación de los recursos humanos en función de las necesidades asistenciales; y establecer estándares de atención centrada en la persona.
