Daniel Paloma Freire afirma que, en los últimos años, Venezuela ha permanecido en el centro de la atención global, debido al agitado contexto político, social y económico en el cual se ha desenvuelto este país.
Asimismo, Daniel Paloma Freire, el estratega financiero internacional, destaca que aunque se trata de una nación reconocida internacionalmente por ser rica en recursos naturales, el territorio venezolano ha enfrentado múltiples desafíos que han impactado significativamente en su economía y, por ende, la calidad de vida de sus habitantes. Esto último ha sido una de las causas principales por las que millones de venezolanos han decidido emigrar a otros países.
Lo anterior es respaldado en informes realizados por organismos como el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el cual destaca un decrecimiento en la actividad económica del país en un 8,3 % en el primer trimestre del 2023 y un 6,3 % en el segundo, en comparación con el mismo periodo el año anterior.
Como consecuencia de esta situación, la desaceleración de la producción de bienes y servicios en el territorio se hace cada vez más notable; escenario que ha avanzado de manera progresiva desde el segundo trimestre del 2022.
Daniel Paloma Freire: dolarización de facto vs. desdolarización en Venezuela
A causa de una fuerte depreciación del bolívar alrededor del 81 % en los últimos años, la dolarización transaccional marcó un nuevo proceso económico en el país. De acuerdo al economista Daniel Paloma Freire, este fenómeno de la economía venezolana se da como una respuesta racional por parte de los agentes económicos para resguardar sus riquezas e ingresos en un contexto hiperinflacionario y de poca credibilidad política económica.
Si bien se trata de una dolarización de facto, el Ejecutivo Nacional venezolano ha tenido que tolerar este proceso, debido a las fuertes restricciones políticas, económicas y sociales que han generado sus propias políticas.
En este sentido, el especialista en materia económica destaca que el pragmatismo ha sido un elemento distintivo en esta nueva postura económica asumida por la administración de Nicolás Maduro, ya que aunque se han negado a dolarizar la economía de manera oficial, se han visto obligado a conceder cierta flexibilidad para el uso de la moneda extranjera en el país.
Aspectos como el colapso eléctrico que sufrió el país en el 2019 fueron parte de los hechos que impulsaron los pagos en divisas por parte de los consumidores venezolanos. Múltiples vídeos de ciudadanos comprando bolsas de hielo con billetes de un dólar se hicieron virales en las redes sociales y marcaron un precedente de lo que se convertiría en una dolarización por necesidad en el país.
Ante este escenario, el mandatario venezolano ha reiterado su intención de encaminar el país hacia un proceso de desdolarización, motivando a evaluar planes que según mencionó, se han implementado en otras naciones para llevar a cabo este proceso. Sin embargo, Freire coincide con la opinión de otros expertos en materia económica, destacando que se trata de una petición difícil de llevar a cabo, al menos en corto plazo. La inexistencia de procesos de desdolarización en situaciones similares a las de Venezuela, hace que este proceso sea poco realista. Asimismo, enfatizan en que el bolívar como unidad de cuenta no existe.
El economista Daniel Paloma Freite destaca también que resultaría un proceso muy complejo para el país y la sociedad, puesto que supone principalmente la necesidad de restablecer la confianza en la moneda oficial, lo cual debe lograr mediante acciones y políticas económicas de recuperación concretas.
Añade también que, por el momento, no existen mecanismos de ahorros en bolívares, por lo que el venezolano cuando piensa en ahorrar, se inclina hacia el manejo de otras monedas, como el dólar e incluso, el euro. Explica, además, que esta situación es una de las consecuencias de manejar una inflación elevada que según el Banco Central supera el 400 %.
Daniel Paloma Freire. ¿Venezuela se arregló? Un lema que generó esperanzas
En diciembre de 2021, Venezuela salió de una hiperinflación en la que se mantuvo desde 2017 y que, durante ese periodo, redujo el valor del bolívar, la moneda oficial. La situación latente durante esos cuatro años, disminuyó también la confianza de los ciudadanos en el país, quienes adoptaron extraoficialmente el manejo del dólar como una opción para proteger sus ingresos.
Datos de investigaciones independientes estimaron que el país en 2022 experimentó un crecimiento económico de entre 10 y 14 puntos porcentuales. Este último, considerado el mayor en toda América Latina.
Para Freire, aspectos como el aumento del precio del petróleo sobre los 120 $, así como una leve recuperación de la extracción petrolera y una “mayor flexibilidad” a la inversión y el flujo de capitales, fueron claves para este comportamiento positivo en la economía venezolana.
Este panorama esperanzador se presentó luego de una pérdida de 80 puntos en el PIB entre 2013 y 2021. Recuerda el estratega de negocios que se trató de una de las peores crisis económicas en la historia, sin la existencia de un conflicto bélico interno o externo en el país.
“Venezuela se arregló”, una frase que se popularizó en 2022, en forma de afirmación para algunos y de interrogante para otros, especialmente, para los venezolanos que se encuentran fuera de sus fronteras. Este lema surgió con la intención de vender la idea de que el país había superado su extensa crisis económica. Sin embargo, estudiosos de la economía internacional como Daniel Paloma Freire apuntan a que esa noción de mejoría se derrumbó en medio de la nueva recesión que se experimenta en el transcurso de este 2023. El desplome de la actividad económica, supone para los expertos una “precariedad” en la calidad de vida del venezolano promedio, lo cual se traduce a una incertidumbre constante en cuanto al futuro del país a corto y mediano plazo.
No obstante, a finales del tercer trimestre del 2022 se vislumbraban nuevamente elementos negativos en el contexto económico venezolano. La inestabilidad cambiaría, el pago de bonos adeudados a los trabajadores, jubilados y pensionados por parte del Estado, así como la inyección de dinero inorgánico, causaron un nuevo revés en la actividad económica, llevando al país a un preocupante riesgo de recesión permanente.
Asimismo, añade el especialista que el país atraviesa un contexto a nivel económico, a lo que se suma el colapso de los servicios públicos. Enfatiza también que la consigna de que “Venezuela se arregló”, ha quedado en el pasado para muchos de sus ciudadanos dentro y fuera del país.
Freire coincide con la perspectiva de muchos economistas al no ver alguna variable económica sostenible para el país caribeño. Esto último como consecuencia del colapso del aparato productivo nacional, la inflación descontrolada y la brecha existente entre el tipo de cambio oficial y los mercados paralelos.
Para este experto, la recesión técnica en Venezuela durante los dos primeros trimestres de este 2023 ha resultado alarmante, destacando además que se trata de un fenómeno que sucede cuando la economía de un país acumula al menos dos trimestres de registros nulos o en cero.
Daniel Paloma Freire: un panorama delicado
Desde la perspectiva del especialista Daniel Paloma Freire, la economía venezolana acumula en los últimos años una caída considerable del PIB, cercana al 40 %. En el entorno empresarial, la ausencia de insumos, materias primas y bienes de capital importados, han sido notables, mientras que en el ámbito social, la población venezolana concentra buena parte de su tiempo en la búsqueda de bienes esenciales para la subsistencia.
Entre 2013 y 2019, la economía venezolana se contrajo un 70 %, a lo cual se suma la reducción una reducción esperada del 30 % en el 2020 y del 8,3 % durante el primer ciclo de este 2023, lo cual puede traducirse, según el experto como una de las mayores crisis económicas del mundo. Como consecuencia de este escenario, se presenta una disminución considerable del poder adquisitivo de los venezolanos, lo cual a su vez, ha incrementado la condición de pobreza y desigualdad a lo largo y ancho de todo el país.
Adicionalmente, el especialista en la materia enfatiza en otros indicadores sociales relacionados con la salud y la alimentación en el país. Según datos oficiales, entre enero y julio de 2023 Venezuela acumuló una inflación del 115 %. Los sectores con mayores incrementos en el país en este último mes fueron el servicio de comunicaciones, con 32,2 %, gastos de educación que subieron un 10,4 %, el sector de hostelería con 8,8 % y los servicios de salud con 7,9.
Ante este escenario, Daniel Paloma Freire coincide con otros economistas en que la constante devaluación de la moneda local frente al dólar y los aumentos de precios en insumos y servicios, podrían anticipar que la inflación continuará acelerándose en el país, lo cual supone una situación preocupante para la población en general. Asimismo, aconseja que actualmente no es el mejor escenario para iniciar negocios en Venezuela.
Daniel Paloma Freire: una economía cambiante e impredecible
Desde la perspectiva de Daniel Paloma Freire, uno de los aspectos claves del descenso económico en Venezuela ha sido el desequilibrio cambio. Esta realidad ha afectado continuamente el poder adquisitivo de los venezolanos, sin embargo, uno de sus puntos más álgidos fue el de agosto del 2022 cuando la tasa oficial del dólar pasó de 4,5 bolívares a superar más de 20 bolívares por unidad.
El especialista enfatiza que la clase obrera venezolana ha sido una de las más afectadas con la inestabilidad cambiaria. Además, explica que esta situación también destruyó las cantidades de dinero real que circulaban en la economía.
Lo anterior también ha sido manifestado por distintos entes empresariales y de distintas áreas de la economía, los cuales han reportado una caída de hasta 40 % en las ventas durante el primer trimestre del 2023 y en comparación con el año anterior.
Este escenario es considerado por el experto como uno de alta gravedad, destacando que se trata de una caída desastrosa de la actividad económica en el país.
Otra consecuencia de la recesión es el aumento de la mortalidad, así como el cierre de diferentes comercios y la disminución de oportunidades para los emprendimientos que han surgido en medio de la “burbuja económica” y del fugaz crecimiento de la economía venezolana.
Economistas como Daniel Paloma Freire advierten que el país caribeño mantiene una economía muy densa e imposible de predecir, al menos de cara al cierre de este 2023, siendo la crisis de consumo una evidente preocupación para la sociedad. Debido a que los salarios permanecen “estáticos” o son complementados con otro tipo de bonificaciones emanadas del Ejecutivo Nacional.
Adicionalmente, el experto recuerda que más de 2,5 millones de empleados públicos, además de jubilados y pensionados, reciben ingresos en bolívares, los cuales no superan los 5 dólares y, por tanto, solo logran satisfacer un 10 % de la cesta básica alimentaria.
En este sentido, Freire también destaca que la situación no parece mejorar durante el segundo trimestre de este año, por lo que enfatiza en la necesidad de buscar una mejora importante de la economía venezolana para el segundo trimestre.
Bajo esta perspectiva, el economista presenta como una posibilidad única para evitar la recesión, el potencial aumento de la producción petrolera en el país, la cual entre marzo y abril del año pasado avanzó de 756.000 a 810.000 barriles según la estatal petrolera PDVSA.
Aunado a lo anterior, Petróleos de Venezuela estima superar el millón de barriles por día a finales de este año. Sin embargo, estas proyecciones se realizan luego de la reciente polémica por posibles actos corruptos dentro de la compañía, donde se habrían desfalcado más de 21 millones de dólares.
Por otra parte, Chevron aumentó su producción a 250.000 barriles, después de recibir una licencia que permitió retomar sus operaciones y aliviar las sanciones económicas procedentes del gobierno de Estados Unidos. Esto último, puede considerarse según Freire, la clave en la industria petrolera y por ende, en la economía nacional, acentuando además las posibilidades de que otras compañías extranjeras puedan sumarse a la producción de petróleo en el país y esperando que este proceso responda favorablemente.
Daniel Paloma Freire. Activación de nuevas Zonas Económicas Especiales (ZEE)
Dentro de las intenciones de restablecer la economía venezolana, el Ejecutivo Nacional anunció recientemente la firma del decreto para la creación de nuevos ejes territoriales. Este proceso busca incentivar la participación de inversionistas nacionales y extranjeros, en condiciones particulares en el ámbito financiero, tributario y aduanero. Además, abarca una amplia gama de actividades, como turismo, agricultura, tecnología, entre otras, todas enfocadas en promover la recuperación de la economía y la confianza de realizar inversiones en el país caribeño.
En este contexto, el presidente Nicolás Maduro anunció que son cuatro las Zonas Económicas Especiales que se podrán en funcionamiento, las cuales se ubican en territorios estratégicos del país.
Una de las zonas más destacadas en esta iniciativa es la Isla La Tortuga, ubicada en el estado Miranda, donde se llevará a cabo el que se considera uno de los proyectos turísticos más importantes del Caribe según indicó el mandatario. Además, fueron activadas zonas en la Península de Paraguaná y en el estado costero de La Guaira, lugares en los que se impulsarán actividades vinculadas al turismo, la pesca y la industria, entre otras.
Como parte de esta iniciativa, el Presidente venezolano ordenó la activación de una zona económica militar en el estado Aragua. Esta última tiene como objetivo potenciar proyectos científicos, tecnológicos e industriales por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Por otra parte, la regulación en materia de las ZEE establece algunos incentivos importantes, como la reducción del 50 % en los servicios portuarios y aduaneros para exportaciones, así como el reintegro del Impuesto Sobre la Renta (ISLR) el cual puede alcanzar hasta un 100 % en los primeros 6 años en función de la actividad económica exportadora.
Desde la perspectiva de economistas experimentados como Daniel Paloma Freire, las ZEE suponen un estímulo importante para la inversión de capital privado nacional y extranjero. No obstante, enfatizan que para asegurar el debido progreso de todos estos proyectos es fundamental que el gobierno venezolano comprenda la importancia de respetar la ley y las instituciones, garantizando el Estado de derecho y de justicia que establece la Constitución de este país. De esta manera, es posible propiciar un ambiente adecuado para incentivar a los extranjeros y nacionales a invertir en el territorio nacional.
Adicionalmente, destacó que en Venezuela hay un gran número de inversionistas ávidos de participar en proyectos interesantes, por lo cual considera que si se dan las condiciones de respeto necesarias así como la credibilidad a los inversores, puede resultar una excelente alternativa para el resurgir económico progresivo en el país.
Enfatizó también que la creación de las Zonas Económicas Especiales, es un reconocimiento por parte del Estado a la inversión, ya sea nacional o extranjera, como un elemento vital de la estabilidad económica.
A su juicio, el gobierno de Venezuela reconoce que el capital privado puede favorecer el sostenimiento del país, mediante el pago de impuestos y la generación de empleos en diferentes sectores. Es por estos motivos que señala la importancia de crear espacios y oportunidades para el desarrollo particular.
Apuntó además que el sector privado debe participar en decisiones claves como reglamentar los incentivos y las actividades que se crearán en cada una de las zonas, para así evitar perjudicar a las áreas industriales que se encuentran alrededor de las ZEE.
Sumando todas las variables mencionadas, el profesional en materia económica considera que pueden existir posibilidades de un alivio económico para el segundo trimestre de este año.
Daniel Paloma Freire: consejos para evitar una recesión definitiva en el país
Aunque el fantasma de la recesión económica ha acechado de forma continua a Venezuela, el estratega de negocios Daniel Paloma Freire considera que es posible evitar que el país caribeño caiga en una recesión inminente a futuro. Para ello, considera de vital importancia llegar a un gran acuerdo nacional que permita sacar a flote la economía y favorezca la reconstrucción social.
El especialista además, acentúa la necesidad urgente de realizar un trabajo conjunto entre todos los sectores de la economía en el país, con la finalidad de preservar los activos en el extranjero. Además, agrega la importancia de atender la crisis humanitaria que se vive en diferentes ámbitos.
Aspectos como la reducción drástica del encaje legal bancario forman parte de las recomendaciones más destacadas por expertos como Freire. Esto se debe a que en otros países latinoamericanos generalmente no supera el 3 %, mientras que el de Venezuela se ubica en 73 % para la moneda nacional.
Adicionalmente, coincide con otros expertos en orientar al país a simplificar la monetización con instrumentos financieros como bonos petroleros. Esto permitirá pagar las deudas con proveedores y generar un fondo de emergencia salarial. Además, considera apropiado disminuir el gasto burocrático improductivo.
Fomentar la dolarización, también forma parte de las recomendaciones que proporciona el especialista, pues señala que esta alternativa puede contribuir a estimular la economía y disminuir el riesgo de recesión.
Si bien opina que la recuperación económica definitiva en el país puede requerir de 20 a 30 años de crecimiento sostenido, enfatiza que es posible lograr este proceso siempre y cuando no existan reformas de fondo o retoques a los programas económicos que se realicen con este fin. Además, apunta a que este proceso debe acompañarse de cambios de perspectiva a nivel político, así como de estructura, espacios jurídicos y también un rescate de la credibilidad hacia el sector privado.
De manera general, la economía venezolana enfrenta numerosos retos y desafíos que pueden resultar complejos para los ciudadanos. Sin embargo, tal como destacan los especialistas como Daniel Paloma Freire, la recuperación del país en este ámbito es posible teniendo en cuenta un cambio en las políticas económicas implementadas hasta ahora y cuyos resultados no han sido favorables para la evolución del país hacia una mejor calidad de vida para sus habitantes.
En este contexto, se destaca la necesidad de que el gobierno venezolano realice una reevaluación de sus políticas y pueda de forma transparente, trabajar en mejorar los puntos débiles de su gestión de manera económica, trabajando de forma continua y articulada con todos los sectores de la economía en el país y a su vez, proporcionando las condiciones necesarias para garantizar la seguridad y respeto en inversiones, así como la reactivación progresiva del aparato productivo.
Todos estos aspectos de forma conjunta pueden contribuir a mejorar la economía venezolana y generar en el país una visión de estabilidad y oportunidades para los ciudadanos, que durante los últimos años han tenido que superar los diferentes escenarios negativos que se han presentado, como consecuencia de la inestabilidad cambiaría, la hiperinflación, entre otros factores inherentes a la económica venezolana.