Sumar fue cosido bajo las prisas del adelanto electoral y ahora le está pasando factura. Sus cimientos parlamentarios se construyeron a partir de encontrar los puntos en común entre los quince partidos que lo conformaron. Sin embargo, aunque Yolanda Díaz se esforzó por construir un partido basado en las coincidencias, las líneas rojas y las diferencias están encontrando su lugar en ese «edén» de acuerdos de izquierdas que es el seno de Sumar, al igual que comienzan a tener presencia en las relaciones con su principal socio, el PSOE, por los movimientos independientes de la presidenta de Sumar hacia Junts.
Durante la campaña electoral, las relaciones entre Podemos y esta federación de partidos ya dejaban ver que la cohesión de los morados con la deriva de Yolanda Díaz sería una cuestión que traería enfrentamientos después del 23J. A pesar de que la actual ministra de Trabajo en funciones cediera un 23% de las subvenciones del partido a la antigua formación de Pablo Iglesias o de que Ione Belarra encontrara una posición prioritaria en las listas de Sumar, Podemos no considera suficientes sus ganancias y la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 en funciones también quiere que los morados tengan su propio portavoz, a pesar de estar dentro del mismo grupo parlamentario.
De hecho, Belarra ha vuelto a crispar públicamente las relaciones internas entre Podemos y Sumar y ha señalado directamente a Marta Lois, la portavoz parlamentaria del grupo, y ha planteado que es una «falta de conocimiento de cómo funciona el sistema parlamentario» el hecho de «haber intentando silenciar a las fuerzas políticas estatales», lo que asegura ser «un error de recién llegada». Con ello, ha protagonizado, una vez más, la insumisa posición de Podemos dentro del partido de Sumar, dejando claro que su partido no va a «dejar de hacer política» y culpando al «injusto pacto».
Sumar intenta solucionar sus fisuras con «cohesión»
Podemos se ha convertido en el principal enemigo interno de Yolanda Diaz. Ione Belarra no solo ha sido la portavoz de las discrepancias con la dirigente de la federación de partidos desde que aceptaron el acuerdo para el 23J, también ha acusado directamente a ese pacto de la situación económica actual de Podemos. Belarra ha afirmado que la decisión que acometer un ERE al 70% de la plantilla del partido ha «venido impuesto» por el acuerdo de coalición para las elecciones del 23J injusto «objetivamente» con ellos, pues con una mejor representación en la confluencia quizás no se hubiera activado.
Además, junto a las críticas hacia la elección de las tres portavocías, Podemos quiere tener presencia ministerial en el caso de que se conforme un Gobierno de coalición en el que PSOE y Sumar sean los agentes políticos del Ejecutivo. Por su parte, el equipo de Yolanda Díaz intenta frenar las declaraciones públicas que puedan insinuar que existen fisuras en el seno de su partido. Por ello, Marta Lois ha lamentado las declaraciones de la secretaria general de Podemos. «La decisión del grupo Sumar responde a la importancia del carácter plurinacional de nuestro grupo parlamentario. Todas las fuerzas políticas que se integran van a tener visibilidad y voz, y vamos a trabajar como un equipo cohesionado», ha comentado.
Puigdemont fricciona la relación de Pedro Sánchez y Yolanda Diaz
Yolanda Díaz no solo se está encontrando con fricciones internas, su socio de Gobierno y principal apoyo parlamentario ha cuestionado la posición que está tomando la ministra de Trabajo en funciones en cuanto a Carles Puigdemont y las «alas» que Sumar está dando a las negociaciones relacionadas con el movimiento independentista de Cataluña. Por eso, a pesar de que Díaz haya sido la encargada de gestionar estas negociaciones, su viaje a Bruselas para hablar en persona con el líder de Junts ha creado fricciones con el equipo de Pedro Sánchez.
Así, a primera hora de la mañana del lunes, el Ejecutivo en funciones salía a dejar claro que Yolanda Díaz no iba a Bruselas como representante del Gobierno. Durante ese día y el siguiente, diferentes dirigentes del PSOE se lanzaron a hacer declaraciones que mostraban el rechazo de esta reunión, así como a negar cualquier tipo de acuerdo que no se encauce en lo que estable la Constitución. Sin embargo, es una fricción creada por el viaje de Díaz y no por los posibles acuerdos con Junts, ya que el PSOE cada vez se siente más capaz de sacar la investidura adelante, aun después de haber conocido las condiciones del ex presidente de Cataluña para llegar a un acuerdo.
Así, tanto Podemos como el PSOE necesitan a Sumar, pero la velocidad en la que se llegaron a los acuerdos para las Elecciones Generales y la postura de cercanía que está tomando Yolanda Díaz con el independentismo catalán son dos cuestiones que están friccionando las relaciones de Sumar con unas formaciones que ellos mismos también necesitan para continuar como parte imprescindible de un posible Gobierno de coalición.