El pasado sábado 19 de agosto el guardameta del Athletic de Bilbao, Unai Simón, jugó un partido de liga en el Estadio el Sadar de Pamplona, su equipo el se enfrentaba al Osasuna. Allí fue gravemente insultado y el motivo ha sido, en su mayoría, escondido por los medios de comunicación españoles. Ese motivo no es otro que la profesión de sus padres. Su madre es ertzaina y su padre Guardia Civil. Ciertos sectores abertzales no perdonan a Simón está condición.
Estos improperios en su mayoría tenían corte homófobo, pero realmente no respondían a una supuesta tendencia sexual del guardameta vasco. Aunque es verdad que los improperios más repetidos fueron “Que te mueras, hijo de puta. Que te mueras, maricón. Puto maricón” como recogían las cámaras del programa de Movistar+ ‘El día después’. La situación escondía otros sentimientos.
EL PORQUÉ DE LOS INSULTOS
Pero dos hechos retratan la verdadera realidad. El primero de ellos son la procedencia de estos insultos, el fondo sur del Sadar. Lugar donde se encuentra la grada de animación pamplonesa. Los cánticos de esta grada son dirigidos por el grupo ultra Indar Gorri (Fuerza Roja en castellano) que tiene un marcado carácter abertzale, y en el cual la mayoría de sus miembros se identifican con los postulados más radicales de la izquierda nacionalista vasca.
Cabe recordar que en el pasado varios de sus miembros y simpatizantes han sido juzgados por su pertenencia a los grupos cercanos a la ‘kale borroka’ del entorno de ETA. Además, es continuada la exhibición de pancartas y emblemas a favor de la independencia del País Vasco y la unión de Navarra con al mismo en partidos del Osasuna y otros actos del grupo. En esos actos, por supuesto no pueden faltar las proclamas y las banderas y símbolos pidiendo la libertad y la amnistía de los presos de la citada banda terrorista ETA.
El segundo hecho que confirma está tesis, esgrimida por fuentes policiales, son los insultos proferidos desde ese sector del campo que hacen referencia a la selección española de fútbol y a España. Concretamente los canticos de “Puta España y puta Selección” fueron una constante durante la disputa del encuentro encuadrado en la segunda jornada de LaLiga EA Sports 2023/2024.
Estos claros insultos con carácter político y de racismo antiespañol hacían clara alusión a la efusividad de Simón a la hora de celebrar los triunfos de la selección española y las connotaciones ‘españolistas’ que los seguidores abertzales de los diferentes equipos vascos y navarros otorgan a esos sentimientos por parte del guardameta vitoriano.
EL SILENCIO DE LOS EQUIPOS Y LOS COMPAÑEROS DE PROFESIÓN
Aunque los insultos hacia Unai Simón no han pasado desapercibidos, casi todos los medios los publicaron, la campaña para castigarlos no ha existido a penas. Esta situación contrasta con la vivida por Vinicius la temporada pasada, cuando el jugador madridista era insultado la sociedad española se tambaleaba. Desde políticos a compañeros de profesión del futbolista salían en su defensa, la policía actuaba rápido e instituciones como La Liga y el Gobierno de España tomaban medidas rápidamente para poner sanciones ejemplares, mostrar imágenes de los agresores e incluso dar datos personales de los mismos.
Algunos aficionados del Athletic y del propio Osasuna se han quejado de esta situación de olvido. En cierta medida se quejan que al no ser un jugador de un club tan grande como el Real Madrid la gente y las instituciones no se implican. Otros aficionados o actores sociales señalan que la Lgtbifobia no está tan ‘mal considerada’ como el racismo dentro de la sociedad española, pero fuentes policiales vinculadas a la lucha contra la violencia en el fútbol señalan el silencio que todavía perdura en la sociedad vasca y parte de la Navarra para denunciar este tipo de hechos que en realidad tienen una connotación política.
«No verás a nadie con la camiseta de la selección española paseando tranquilamente por las ciudades y pueblos de Euskadi y gran parte de Navarra»
«Ya no hay violencia como en los 80, ETA no existe, pero todavía no está normalizada del todo la convivencia social en muchos aspectos y situaciones», agrega esta fuente. «No verás a nadie con la camiseta de la selección española paseando tranquilamente por las ciudades y pueblos de Euskadi y gran parte de Navarra», confirma la misma fuente.
Y esto perfectamente se puede ver en las lacónicas condenas a los insultos. El presidente del Osasuna no entró en valoraciones de los hechos y la propia entidad no se ha pronunciado oficialmente sobre ese lamentable episodio. El club, ‘off the record‘, ha contestado que estaba centrado en la ida de la previa de la Conference League frente al Brujas. Además, considera que es un hecho aislado que se salta la normalidad dentro de la buena sintonía entre las aficiones, sin explicar si es por la buena sintonía política entre sus aficionados más radicales.
Eso si, Osasuna ha dejado claro que la entidad “rechaza cualquier insulto homófobo, racista, machista o cualquier otra muestra de intolerancia tanto en El Sadar como en cualquier otro estadio”.
Más curioso resulta el poco apoyo y defensa que el club bilbaíno ha hecho de su jugador, Valverde, entrenador del Athletic, no quiso entrar en polémicas extradeportivas en la rueda de prensa posterior al partido. Y sus compañeros a penas han hecho referencias, como Iñaki Williams, especialmente reivindicativo en otras ocasiones y ahora a penas ha comentado nada dentro de una espiral de silencio que domina el fútbol de esas latitudes y que volverá a callar ante otra situación similar si las autoridades públicas y de La Liga no entran en escena.