El Festival ‘Lorca y Granada en los Jardines del Generalife’ ha registrado en su última edición, que finaliza este sábado, un 90 por ciento de ocupación del aforo en sus 16 representaciones, agotando las entradas en la mitad de ellas.
La programación de ‘Picasso y la danza. Un encuentro con Lorca en Granada’, el último proyecto ideado por el cineasta Carlos Saura, ha alcanzado los 22.500 espectadores durante su celebración, entre los días 2 y 26 de agosto, unas cifras que mejoran en ocupación a 2019, el mejor año de la última década, excluyendo los años de la pandemia en los que el aforo se redujo a la mitad.
El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, que asistió al estreno en Granada, ha señalado que «el respaldo masivo del público es la mejor prueba de la calidad indiscutible de un montaje con el sello de otro genio contemporáneo, Carlos Saura, cuya carrera está impregnada de la herencia de Lorca y Picasso.
«El escenario único de los Jardines del Generalife de la Alhambra ha aportado una mayor singularidad a un proyecto que acaba de empezar su gira con las mejores noticias posibles«, según ha advertido Bernal en una nota de prensa este viernes.
El espectáculo, con guion del cineasta recientemente fallecido, homenajea al pintor malagueño en el 50 aniversario de su muerte con un paseo por la danza, las artes plásticas o el flamenco y cuenta con dirección de Carlos Saura Medrano y dirección artística del Premio Nacional de Danza, Andrés Marín. Su producción ha sido posible gracias al patrocinio de la Fundación Unicaja.
«Picasso y Lorca son dos artistas que transitaron por lugares por los que nadie antes se había adentrado y supieron mirar con ojos nuevos que revolucionaron el mundo de la pintura, de la literatura y del arte en general. Los dos, de alguna manera, se influyeron entre sí y hoy en día sus obras continúan vivas y son fuente de inspiración constante», ha indicado Bernal.
«Cabría decir que la afición -el enamoramiento- que sentía Saura por el flamenco se originó y se cultivó en Granada», donde vino «a hacer un reportaje de fotografía» sobre este arte. «Por eso este espectáculo es un tributo a Lorca».
También a la «Granada de Saura y de Picasso, del que el hispanista Ian Gibson dijo que aunque no tenemos documentos que demuestren que mantuvieron alguna relación y nunca se conocieron en persona, hubieran sido grandes amigos«, ha asegurado.
Para Bernal, son «dos artistas excepcionales, profundamente unidos en su concepción universal del arte y en su libertad como creadores, algo que también caracteriza la obra de Saura».
Por su parte, Andrés Marín, coreógrafo del montaje, se ha mostrado «muy satisfecho» con el respaldo que ha dado el público a ‘Picasso y la danza’. «Nos hemos sentido muy acompañados porque cada noche la obra ha recibido de forma entusiasta el apoyo de los espectadores, hemos contado con artistas invitados queridos por el público y creo que, la suma de todo, ha hecho que este año el ciclo funcione muy bien».
«Hemos cuidado mucho la figura de García Lorca y su esencia ha estado en el escenario: con dos guiños coreográficos, con la Saeta del Poemario del Cante Jondo y la Romería del Pastor Bobo, que hemos llevado con una puesta surrealista muy cuidada. Y con la aportación de los artistas invitados, con una visión muy flamenca propia del universo lorquiano«, ha explicado.
En palabras de Marín, «Lorca ha estado presente en el surrealismo de la danza de Rocío Molina, en su hondura con Antonio Canales, en su gitanería con Manuela Carrasco, Farruquito e Israel Fernández; en su versión popular con Manuel Lombo y en su versión más abstracta en la figura de Ana Morales y la dimensión más rompedora en la figura de Rosario La Tremendita».
El director, Carlos Saura Medrano, ha señalado que «la experiencia vivida en el Teatro del Generalife ha sido algo inolvidable», incidiendo en la «impresionante belleza y majestad del espacio» y la «atmósfera especial y tan lorquiana», que «sólo se puede dar ahí»
Para el coordinador del Festival ‘Lorca y Granada’, Enrique Gámez, «estos excelentes datos de aforo hablan, además, de la utilidad de un programa como éste para acercar al gran público a diversas disciplinas como la danza contemporánea, el flamenco o la danza española, pilares esenciales» de la propuesta artística de esta 22 edición.