En Vox son plenamente conscientes de que con Alberto Núñez Feijoo tienen difícil una coalición. El expresidente de la Xunta no es precisamente un perfil del ala dura del Partido Popular, y esto se nota dado que se ha mantenido firme a sus convicciones desde el primer momento. Por todo esto, desde Vox, un partido en decadencia desde la salida de Iván Espinosa de los Monteros, intentan que haya un cambio profundo en el PP antes de las siguientes elecciones (que se prevén como mucho en dos años) para que el nuevo líder (o en este caso lideresa) de la formación conservadora no tenga a mal llegar a acuerdos importantes con el único apoyo que puede tener en el Congreso. Pero de momento no parece que hay amucho movimiento durante este mes de agosto.
La idea de que Isabel Díaz Ayuso se haga con la presidencia del PP no es tan descabellada después de que se haya extendido el rumor por Génova de que Alberto Núñez Feijoo no tiene mucho más carrete para seguir al frente del Partido Popular por las presiones internas. El propio expresidente de la Xunta vería con buenos ojos volver a Galicia tras haber conseguido una victoria en las elecciones como consecuencia de la imposibilidad de llegar a acuerdos puntuales con otras formaciones políticas. En todo este embrollo está Ayuso, expectante y atenta a que llegue su momento. La presidenta de la Comunidad de Madrid no tiene prisa, pero lo cierto es que hay mucha gente a nivel interno que sí la tiene para que dé un paso adelante e intente quedarse con la candidatura del PP a las generales.
Lo curioso es que es en Vox donde empieza a crecer un apoyo latente a Ayuso para que se haga con el control del PP para «llegar a acuerdos» y para evitar que marginen a la formación como ha pasado en el Congreso a la hora de repartir las mesas del Parlamento, en las cuales el PP ha vetado por completo a los de Santiago Abascal ante la sorpresa del propio presidente de Vox. A todo esto hay que añadir la necesidad que tiene Vox de sobrevivir dado que la tendencia electoral es a la baja. De hecho, no se sabe muy bien cómo le vendría una repetición electoral ahora que el ala ultraliberal del partido se ha quedado completamente muerta.
Las presiones internas en Vox para que se consiga influir en lo que ocurra en el PP se han trasladado a los diputados del partido, quienes se limitan a criticar el liderazgo de Feijoo para intentar minar su figura y forzar un cambio sustancial. La idea de Vox es que llegue un líder de derechas con posibilidades pero sobretodo con capacidad de pactar con Santiago Abascal los puntos más fundamentales de la línea política. Ayuso encaja perfectamente en el perfil pese a que tiene un riesgo: que robe a Vox muchos más votos de los que ellos esperan.
EL PP, A LO SUYO
El Partido Popular quiere fagocitar a ese electorado liberal que abandonará Vox con la salida del portavoz Iván Espinosa de los Monteros. El PP tampoco pasa por su mejor momento. Pero lo cierto es que cabe la posibilidad de que haya una repetición electoral y quieren aprovecharla al máximo echando el resto. Para Génova, el hundimiento de Vox es una buena noticia. Pero el ala dura del PP no se contenta solo con ver cómo pasa el cadáver político de su enemigo por delante, sino que quieren acabar con lo poco que quede del partido de Santiago Abascal haciendo hueco a los liberales de más renombre. Desde Vox aseguran que Iván Espinosa de los Monteros no se iría al PP en ningún caso, pero desde el ala dura del Partido Popular ya exigen que haya movimiento.
Los movimientos en el PP dejan claro que tampoco tienen clara una hoja de ruta. Sin embargo, las oportunidades que aparecen por las esquinas motivan, y mucho, al ala dura del PP, esa misma que pelea por un cambio en el liderazgo del partido. Alberto Núñez Feijoo está desaparecido. Las vacaciones y la falta de expectativa política le ha llevado a encerrarse en Galicia a falta de que el PSOE dé los pasos que tenga que dar. Sin embargo, la dimisión de Iván Espinosa de los Monteros ha abierto una puerta en el PP que muchas voces empiezan a destacar cada vez que tienen ocasión. Mientras que desde Vox insisten en que Iván Espinosa de los Monteros se quedará en el partido como militante, en el Partido Popular apuestan porque se le abra la puerta de atrás al diputado de la formación de extrema derecha.