A efectos prácticos, el sistema de autonomías es más similar a un estado federal que a un país centralizado. Sin embargo, la idea de que las comunidades autónomas se conviertan en estados federales empieza a seducir cada vez más a buena parte de las facciones del PSOE y a gran parte del partido de Yolanda Díaz. El PSC es uno de los grandes defensores de la España federal, pero ahora ha encontrado a un buen aliado para presionar al presidente del Gobierno para que aborde una reforma constitucional de calado para conseguir más autonomía para (valga la redundancia) las autonomías. Al mismo tiempo, desde Sumar también se han sensibilizado con este punto de la España federal y ya pocos «centralistas» quedan en el entorno de la izquierda que «apuesten» por un Estado centralista.
“Somos un país de países. Solamente las fuerzas progresistas somos capaces de llegar a acuerdos con fuerzas nacionalistas e independentistas”, ha asegurado la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Estas palabras dejan claro que absolutamente todos los socios de Gobierno de Pedro Sánchez están por la labor de poner en marcha una reforma constitucional que contemple dar más competencias a los gobiernos autonómicos a cuenta de quitárselas al central. PNV, EH Bildu, Junts per Catalunya, ERC, BNG y Sumar apoyan la idea. Y ahora el PSC se ha radicalizado lo suficiente como para simpatizar con una España federal para quitarse de encima toda la presión de un Gobierno central fuerte.
Todos los socios de Gobierno de Pedro Sánchez están por la labor y desde Moncloa tampoco lo ven con malos ojos más allá de la repercusión electoral que podría tener el tomar una dirección tan profunda a nivel constitucional. Los cambios son fuertes, pero Pedro Sánchez sabe que la única manera que tendrá para sobrevivir políticamente en la Moncloa es apostar fuerte por una medida que contente a todos y cada uno de sus socios de Gobierno. Poner en marcha una España federal sería una vía de evitar entrar en puntos concretos de negociación con todos y cada uno de los partidos minoritarios que ahora están en el Parlamento. Y dado que incluso el PSC y Sumar se han puesto de acuerdo en este asunto, parece que es una medida que estará sí o sí encima de la mesa.
Poner en marcha la España federal no es un planteamiento que asuste en el PSOE. De hecho, lo han llevado en su programa durante los últimos años. El problema es que esta es la primera vez que los socialistas se plantean esta reforma constitucional «en serio» dado que las cifras dan. Al mismo tiempo, desde el PSOE aseguran que no sería demasiado «traumático» aplicar un sistema federal en el país dado que el sistema autonómico es un punto a medio camino que «en algunos casos» da más independencia a las regiones que un propio sistema federal, siempre que tengamos como ejemplo países como Estados Unidos.
El PSC y Sumar, quienes ahora tienen trato directo con los independentistas, entienden que sería una vía absolutamente fiable como para convencer a ERC y Junts per Catalunya para conseguir su apoyo no solo para la investidura, sino para unos presupuestos que den continuidad a la legislatura de Pedro Sánchez. Una Cataluña como estado federal sería un ofrecimiento que no muchos podrían rechazar. Pero el problema es que Carles Puigdemont quiere más y apuesta más por un referéndum vinculante.