En esta época ver botas o calzado de invierno nos da calor de solo verlos. Lo que nos pide el cuerpo es llevar sandalias y chanclas, todo lo que sea abierto y permite que nuestros pies respiren. Pero optar por este tipo de zapato también conlleva una responsabilidad con nosotros mismos de llevar los pies arreglados y sanos para no causar mala impresión, sino mejor que utilicemos las deportivas de toda la vida. De hecho, en verano necesitan mucho más cuidado que en invierno porque están expuestos a las radiaciones del sol y se encuentran en contacto directo con los gérmenes que hay en la calle.
1Hay que seguir los consejos de los especialistas
Por muchos consejos que puedan darnos nuestros amigos/as nada como tener la opinión de un profesional. El portal “tucanaldesalud.es” recoge los consejos otorgados por la doctora Beatriz Torcida Rodríguez. Es responsable de Podología del Hospital Quirónsalud Tenerife y destaca que, al igual que hacemos con el resto del cuerpo, tenemos que seguir unas pautas de higiene, hidratarlos y protegerlos del sol. También hay que prestar especial importancia al calzado que llevamos. Si es buena calidad, es nuestro número y no está gastado evitaremos dolores molestos en los pies, entre otros problemas más graves.