Expertos internacionales han publicado un artículo en la revista ‘Nature Medicine’ en el que piden a los Gobiernos que reconozcan la «urgente necesidad» de mejorar su preparación y respuesta ante futuras pandemias.
«Esta pandemia debería ser una llamada de atención para que los países aborden las deficiencias más críticas en su preparación para la pandemia y en la capacidad de recuperación de los sistemas de salud, a fin de prevenir y mitigar los efectos de futuras catástrofes», resaltan en su documento.
Los autores proponen seis amplias medidas que los Gobiernos deberían adoptar para mejorar sus respuestas contra el COVID-19 y a futuras crisis sanitarias. Las medidas, basadas en el marco de los sistemas de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en otras orientaciones de salud pública nacionales e internacionales, incluyen las siguientes: garantizar una comunicación eficaz con los ciudadanos, una sólida vigilancia y localización de contactos, y la inversión en sistemas de atención de salud.
«El coronavirus no tiene favoritos y la probabilidad de que se produzcan continuas olas de infección, que ya estamos viendo, hace que sea imperativo que desarrollemos un sistema para medir la eficacia de la respuesta gubernamental. No se trata de un ejercicio de echar culpas; el objetivo general es asegurar la prestación universal de servicios de salud pública adecuados», explica Ayman El-Mohandes, decano de la Escuela de Graduados en Salud Pública y Política de Salud de CUNY (Estados Unidos).
Los autores argumentan que es necesario restaurar la fe pública en los sistemas de salud y asegurar que haya una responsabilidad creíble por las acciones del gobierno. Han diseñado una tarjeta de evaluación de COVID-19, basada en esas seis acciones de salud pública, que puede ser utilizada por la gente para calificar la respuesta de su Gobierno local o nacional a la crisis y evaluar su preparación para la pandemia. La tarjeta de puntuación incluye 19 afirmaciones que pueden calificarse de 1 a 5 y, si se utilizan a gran escala, podrían ser útiles para orientar las acciones del gobierno, sugieren los autores.
«No hay duda de que esta pandemia es una de las mayores amenazas para la salud humana que hemos visto en nuestras vidas. Necesitamos manejarla con sistemas consistentes con los enfoques del siglo XXI. Esto es sólo el comienzo», concluye otro de los autores, Scott Ratzan.