Que los independentistas de Junts per Catalunya han puesto encima de la mesa de negociación la amnistía como condición sine qua non para apoyar la investidura de Pedro Sánchez no es un misterio. Pero sí que ha llamado la atención que el separatismo catalán más conservador tiene dos aliados peculiares que negocian con sus propios partidos solo por conseguir que salga adelante la investidura. Ernest Urtasun y Enrique Santiago se han puesto manos a la obra no solo para contactar con los independentistas, sino para conseguir la amnistía tan deseada por Carles Puigdemont y los suyos. El PSOE, de momento, según las fuentes del Partido Socialista, se niega en rotundo a concederla, pero tanto el secretario de Estado para la Agenda 2030 como portavoz de Sumar se están esforzando considerablemente.
Enrique Santiago ha empezado su cruzada por dos razones: la primera, mantener su puesto en el Gobierno (o al menos el estatus de secretario de Estado); la segunda, intentar facilitar la investidura del presidente del Gobierno para que su partido tenga la sartén por el mango en ese Ejecutivo de coalición. «La derecha no tiene mayoría para gobernar, el resultado de las urnas ha sido muy claro, por mucho que se ofrezca Vox o el señor Abascal al señor Feijóo, no tiene mayoría», ha asegurado Enrique Santiago para justificar sus negociaciones abiertas con los independentistas. La buena noticia para el PSOE es que nadie de la formación tiene la necesidad de dar la cara dado que hay dos emisarios de Sumar que están decididos a conseguir todo lo necesario. Lo que no tienen tan claro en el PSOE es si ejercen de representantes de los independentistas o del Gobierno.
Los pasos de Enrique Santiago han sorprendido en Podemos por la sencilla razón de que hasta ahora todos en la formación morada le asociaban con Pablo Iglesias. Su cercanía con el que fue vicepresidente del Gobierno es de sobra conocida en el partido, pero que ahora esté entregada a una Yolanda Díaz no es algo que esté ayudando a un Enrique Santiago al que muchos ven pendiente de su supervivencia en lo público. El fichaje de Yolanda Díaz sorprendió a más de uno en la formación morada. La lealtad de Enrique Santiago a Pablo Iglesias no se ponía en duda hasta que Yolanda Díaz puso Sumar en marcha. Ahora mismo Enrique Santiago es uno de los activos más importantes de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo y uno de los encargados de negociar con Junts per Catalunya para poner en marcha el Ejecutivo de coalición.
Enrique Santiago ha sido uno de los grandes «traidores» a la causa dado que era el «padrino» de Pablo Iglesias e Irene Montero. Ahora ha mutado en un nuevo político de utilidad para Sumar que está lidiando con el PSOE para que acepten la amnistía como una solución clave. Junto a él, Ernest Urtasun se está volcando con Junts para intentar que sus condiciones sean aceptadas en el seno del Partido Socialista. La parte designada para Urtasun es la de negociar con Carles Puigdemont. Y la de Santiago es la de convencer a la coalición de la amnistía. Algo de lo que está convencido incluso el propio secretario de Estado para la Agenda 2030.
Los pasos dados por Sumar con Junts no parecen haber avanzado más de lo necesario. Ahora mismo, el PSOE ve inviable la insistencia de Enrique Santiago por conceder la amnistía a los políticos catalanes condenados. Pero tampoco parece que las posturas estén muy cerca respecto a otras cuestiones clave como es la idea de un referéndum o una consulta vinculante. Los pasos dados por Urtasun y Enrique Santiago no están siendo especialmente positivos porque, según fuentes del PSOE, están ejerciendo de «agentes» de los independentistas en cuanto a sus demandas. Aún así, lo cierto es que Yolanda Díaz les está dando toda la confianza habida y por haber.