El único diputado de UPN en el Congreso de los Diputados vale su peso en oro dentro de un contexto muy ajustado entre bloques, tal y como sabe el socialista Santos Cerdán. Los regionalistas ya han avanzado que apoyarán la investidura de Alberto Núñez Feijóo, en caso de que se produzca, pero su líder Javier Esparza ya piensa en una nueva legislatura gobernada por Pedro Sánchez.
UPN no descarta acercarse al PSOE, que son al que le deben la inmensa mayoría de su poder municipal en la Comunidad Foral de Navarra. Pero los socialistas han rechazado un acuerdo con los regionalistas para que Esparza dote de estabilidad a María Chivite con el ánimo de rebajar la influencia del nacionalismo.
SANTOS CERDÁN TUTELÓ LAS NEGOCIACIONES
Las elecciones generales invitaron a Chivite a retrasar al máximo las negociaciones con el ánimo de que un pacto con los nacionalistas no le restaría apoyos a Pedro Sánchez, que finalmente no parece haber perdido un solo voto por su cercanía a ERC o EH Bildu.
Estos últimos siguen con su giro hacia la socialdemocracia y se han mostrado dispuestos a apoyar la investidura de Chivite sin contraprestaciones. La portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Navarra, Laura Aznal, ha justificado el cambio abertzale por las dificultades que surgieron entre el PSN-PSOE y Geroa Bai.
Aznal aseguró que en la Comunidad Foral se asistió «a una situación realmente preocupante, marcada por la guerra de cargos, de puestos y por una política de vetos condicionada por las derechas. Está en juego el futuro de la gente, de Navarra, y no estamos dispuestas a desoír lo que han dicho las urnas, que no es otra cosa que la sociedad navarra no quiere que gobierne la derecha y condicione las políticas públicas. Es una condición de posibilidad para desarrollar una legislatura de respuesta a las necesidades de la ciudadanía».
GEROA BAI SALVÓ ESCOLLOS
Santos Cerdán pretendía que Geroa Bai rebajase su poder institucional tras su pérdida de votos del pasado 28M. Pero finalmente los nacionalistas liderados por la expresidenta Uxue Barkos salvan cuatro consejerías y el senador por designación autonómica tras haber renovado la presidencia del Parlamento de Navarra.
Contigo Navarra, por su parte, cerró un acuerdo exprés con el PSN-PSOE con el objetivo de garantizarse Vivienda, que hasta ahora estaba en manos de Geroa Bai. Begoña Alfaro afirmó tener el «convencimiento absoluto de que los términos del preacuerdo son muy beneficiosos para la ciudadanía navarra», y que «las ideas, los compromisos programáticos y las maneras de hacer política deben estar por encima de cualquier otra cuestión».
«Es un preacuerdo suficiente para nuestra coalición, que nos ofrece vías para una incidencia política notable y tremendamente necesaria para la ciudadanía, en áreas clave y que forman parte de las preocupaciones principales de la sociedad», aseguró.
Alfaro cree que «con la gestión del área de vivienda, también podremos atender a quienes aspiran a construir un proyecto vital en el que un derecho tan básico como la vivienda, que es absolutamente irrenunciable. Es clave que el área sea coordinada por una de las formaciones políticas que ha permitido que la Ley de Vivienda estatal pueda salir adelante».
¿Y UPN?
El PSN-PSOE reedita un tripartito progresista y este hecho aboca a UPN a volver a liderar la oposición. Los regionalistas, recién divorciados del PP, se encaminan a acumular doce años fuera del Gobierno foral.
Javier Esparza, que lidera a UPN desde 2015 y se ha presentado a las elecciones por tres veces, podría dejar la presidencia del partido en el próximo Congreso. Uno de los nombres que suena con más fuerza para sustituirlo es el polémico alcalde de Tudela, Alejandro Toquero.