Estimular y mantener el cerebro a través de actividades durante el verano que impliquen la curiosidad, el conocimiento o la interacción social, resulta fundamental para mejorar la actividad cerebral de los jóvenes y su bienestar mental futuro, según han indicado expertos en salud mental infanto-juvenil de RECURRA-GINSO.
Durante la etapa de la adolescencia, el cerebro experimenta cambios significativos. La corteza cerebral, que desempeña funciones cognitivas superiores como el razonamiento y la toma de decisiones, atraviesa un importante proceso de maduración.
Además, el área prefrontal, responsable del autocontrol y la planificación a largo plazo, se encuentra en pleno desarrollo, lo que puede explicar ciertas conductas impulsivas propias de esta etapa. Estimular y mantener el cerebro a través de actividades que impliquen la curiosidad, el conocimiento o la interacción social, resulta fundamental para mejorar la actividad cerebral de los jóvenes y su bienestar mental futuro.
Por eso, Cristina Argüeso, subdirectora del Hospital de Día Retiro RECURRA-GINSO, y Javier Urra, director clínico de RECURRA-GINSO, recomiendan una serie de actividades entre padres e hijos que ayudan a estimular este órgano durante la época estival.
Los sudokus, sopas de letras, crucigramas y puzzles son una de las opciones para ejercitar el cerebro. Este tipo de pasatiempos estimulan y promueven que el cerebro esté despierto y en alerta. Además, hacen que aumente la agilidad mental, la atención y la concentración.
Los juegos de mesa no sólo refuerzan el vínculo afectivo entre padres e hijos, sino que además, ayudan al cerebro mediante la atención, la flexibilidad cognitiva y la velocidad de procesamiento.
Por su parte, las actividades deportivas, como la natación, según estudios científicos de diferentes universidades, ayudan a establecer nuevas conexiones cerebrales, promueven la liberación de sustancias que mejoran la cognición y la memoria, reduce los niveles de estrés y mejora el estado de ánimo.
Además de las señaladas, la lectura, el cine y el teatro, y las manualidades son algunas de las actividades que los jóvenes pueden llevar a cabo durante este verano para estimular el cerebro.
Estas actividades junto con el descanso y la relajación ayudan a devolver el sosiego al cerebro de los más jóvenes y a desconectar de la rutina.
«El adolescente debe disfrutar del tiempo de ocio de verano practicando deporte, socializando, viajando y realizando actividades enriquecedoras para su mente y bienestar. Además, es importante que los padres ayuden a evitar el exceso de tiempo en pantallas y a priorizar el descanso adecuado, ya que estimular activamente su cerebro es crucial para promover su desarrollo y evitar efectos psicológicos negativos», ha finalizado Urra.