Margarita Robles quiere contentar a Javier Salto Martínez-Avial, el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA). La sala de reuniones en la que este alto cargo del ejército lleva a cabo sus encuentros no cumple las características para el nivel de los encuentros que se realizan en ella. Es por eso que la ministra de Defensa ha consentido la petición del Estado Mayor de la Defensa del Aire y el Espacio a reformar una sala de conferencias por un valor de 650.000 euros, gastándose lo mismo en esta sala de encuentros que lo que ha invertido este ministerio en el sostenimiento de los sistemas y componentes de simulación de vuelo para la flota de helicópteros.
Con esta inversión, Salto Martínez-Avial podrá disfrutar de un lugar en el el que «recibir a autoridades con el nivel de representación del JEMA o superior», ya que según los pliegos técnicos del contrato a los que ha podido tener acceso MONCLOA.COM, la sala de reuniones data de los años 90 y resulta estar «muy anticuada», tanto a nivel estructural como tecnológico, lo que asegura el documento que «la incapacita para responder a las necesidades actuales» del JEMA. Así, el ministerio de Defensa contentará al alto cargo militar invirtiendo más de medio millón de euros para que su lugar de encuentro con otras personalidades públicas cuente con la «tecnología actual en sistemas de presentación, información, telecomunicaciones y capacidad de interconexión con sistemas tanto nacionales como internacionales.
Así, una vez más el acercamiento de Salto Martínez-Avial a la rama política de la Defensa ha dado sus frutos, ya que dentro del ámbito militar, el actual JEMA es conocido por sus buenas relaciones con la clase política y por haber «sobrevivido» desde 2017 en el puesto, a pesar de los cambios de mando frente al ministerio. Su siguiente logro ha sido conseguir una reforma integral de su lugar de reuniones y que así la sala, situada en la 1ª planta del Cuartel General del Ejército del Aire y del Espacio (CGEA), esté preparada para «gestionar información con clasificación de seguridad hasta e incluyendo el nivel RESERVADO Nacional y NATO/EU
SECRET», tal y como asegura el documento del contrato
Un «regalo» para el JEMA más longevo en esta posición
Tras unos meses en el cargo, María Dolores de Cospedal cesó en marzo de 2017 a los jefes de Estado Mayor de la Defensa, del Ejército, de la Armada y del Aire que había designado el anterior ministro, Pedro Morenés. En el Consejo de Ministros del 24 de marzo de 2017 nombró al entonces teniente general, desde entonces general del Ejército Fernando Alejandre como JEMAD, y una semana después, el 31 de marzo, designó a Francisco Javier Varela Salas (JEME del Ejército de Tierra), Teodoro López Calderón (AJEMA de la Armada) y Javier Salto Martínez-Avial (JEMA del Ejército del Aire).
Desde entonces, fuentes internas de las Fuerzas Armadas aseguraron a MONCLOA.COM que la continuidad de Salto en el mando está ligado con el compadreo que ha tenido el militar con la cúpula política de Defensa. Además de ser premiado con su permanencia en el puesto, dentro del ámbito de los uniformados, Salto Martínez-Avial se ha ganado la controversia entre sus compañeros por la forma que ascendió a tal cargo, ya que se aleja del camino habitual para llegar a un puesto de alto nivel.
La deuda de Defensa con el JEMA
Todo empezó con el antiguo dirigente de Defensa, Pedro Morenés y con la obsesión del ministro en premiar a quien le «protegió» tras un gravísimo y terrible accidente de un helicóptero militar en Canarias (que luego volvería a ocurrir). Desde ese momento, Salto ascendió. A partir de entonces, este acto de encubrimiento supuso que el actual JEMA recibiera diferentes favores por parte de la cúpula de Defensa, entre los que destacó su forma de llegar a ser el actual Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire.
Salto pudo ascender haciendo una pequeña «trampa» que le permitiría saltarse a todos los demás tenientes generales que pretendían ascender por la escala ordinaria. Morenés le coló en un puesto del gabinete de Defensa para que consiguiera los galones sin necesidad de enfrentarse a nadie más. Posteriormente, Cospedal fue quien se «obsesionó» en posicionarle como JEMA y luego fue su actitud pro Robles lo que le ha mantenido en un puesto en el que ya supera los seis años. En la actualidad, no solo no se duda de su permanencia como alto cargo del Ejercito del Aire, sino que la ministra de Defensa en funciones le ha diseñado una sala de reuniones a su gusto y medida, para que esta esté acorde a las necesidades del JEMA.