Carles Puigdemont y los independentistas de Junts tratan de arrancar al PSOE de Pedro Sánchez el referéndum y la amnistía. No obstante, hay un espinoso asunto que el ex presidente de la Generalitat necesita atar cuanto antes y cuya solución va a ser más complicada.
El líder de Junts, instalado en Waterloo (Bélgica), afronta las elecciones europeas del próximo año. La formación independentista no tendrá reparo alguno a la hora de situar a Puigdemont el primero de la lista, pero tendría serios problemas para acceder al escaño. El motivo es que el acta se recoge en la Junta Electoral Central, en Madrid, y en cuanto pise suelo español podría ser detenido bajo la acusación del delito de malversación.
En las pasadas elecciones europeas, Puigdemont, sin el visto bueno de la Junta Electoral Central, accedió al escaño por un subterfugio utilizado por el Parlamento Europeo. No obstante, los recursos judiciales no sólo no aceptaron esta fórmula, sino que se obligó al Parlamento Europeo a retirar la inmunidad que otorga el cargo.
PUIGDEMONT PODRÍA QUEDARSE SIN EUROPARLAMENTO EN 2024
El líder de Junts, no obstante, podía mantenerse hasta que no hubiera sentencia firme. Este camino ya no sería válido a tenor de la situación judicial y su detención podría estar más cerca en caso de que las euroórdenes del juez Pablo Llarena tuvieran el efecto deseado. En este sentido, Puigdemont podría ser detenido y conducido ante la justicia, para después, en caso de demostrarse su culpabilidad, permanecer en la cárcel.
Entre barrotes no estaría mucho tiempo dado que podría arrancar el indulto -para el que es necesario una condena en firme- o bien la amnistía al considerarse un «perseguido por España». Por el momento, el jefe del ala más dura dentro del independentismo goza de libertad de movimiento dentro de la UE, a excepción de España.
Este escenario tiene sus peligros para el PSOE. Por un lado, la detención de Puigdemont se vería como una nueva victoria del Estado de Derecho, pero con el indulto habría una decepción en parte del electorado. No obstante, los socialistas de Pedro Sánchez juegan con la baza del miedo a Vox, el monstruo que todo devora, el recortador de derechos. Un discurso que cala como una lluvia fina entre las posiciones moderadas del socialismo, hasta el punto de aceptar en las urnas los pactos con Bildu, ERC y BNG, así como con los comunistas de Sumar.
LOS ARGUMENTOS DEL PSOE: TODO VALE CONTRA VOX
El PSOE ha vendido por tierra, mar y aire este discurso con el fin de aislar a la derecha constitucional, como ya hicieron en Cataluña con el PPC y el infame pacto del Tinell. Este juego antidemocrático, similar al ‘bullying‘ en la escuela, margina así a más de once millones de españoles, pero los socialistas lo alientan, así como sus socios, incluyendo la derecha patriótica vasca del PNV de Íñigo Urkullu.
Así las cosas, el PSOE acepta el voto de la derecha más radical independentista, mientras echa pestes de la derecha constitucionalista. Cabe recordar que los recursos de Vox fueron determinantes para decretar como «inconstitucionales» los dos estados de alarma de Pedro Sánchez, así como el encierro de toda España en sus casas durante meses, como los cierres perimetrales autonómicos. Al mismo tiempo, fueron los abogados de Vox, como Javier Ortega Smith, los que llevaron a la cárcel a los presos del ‘procés’. Pero la formación conservadora de Santiago Abascal es el demonio.
¿Está a favor de una reforma de la Constitución para permitir a Cataluña realizar un referéndum vinculante poder ser un Estado independiente?
Con esta premisa trabaja el PSOE y especialmente el PSC, la gran muleta del separatismo y que busca vampirizar a los moderados de ERC y Junts. Esta estrategia, bendecida en las urnas, abre también la vía del referéndum dentro de los márgenes de la Constitución. Es una vía aparcada por la que apostó Solidaridad por la Independencia (SI), el partido formado por Joan López Tena y Joan Laporta, abogado y presidente del FC Barcelona.
LA IDEA DEL ‘ESPANYA ENS ROBA’ PARA UN REFERÉNDUM DE INDEPENDENCIA
La exformación de Laporta y López Tena se apoyaba en el artículo 122 del Estatuto catalán, un punto que no fue recurrido por el PP y que permite la convocatoria de consultas populares, sin traspasar la Constitución y pactadas por el Estado. Asimismo, la convocatoria de un referéndum tendría que coincidir con las elecciones y en la misma podría tener cabida poner en cuestión la unidad de España. Los líderes de SI fueron los primeros en pronunciar el ‘Espanya ens roba‘ -España nos roba- para denunciar el «expolio fiscal».
Las bases para realizar esta consulta se centran en las competencias. Junts y ERC piden una consulta vinculante, pero ninguna Comunidad Autónoma puede realizar una pregunta a la ciudadanía si ésta excede las competencias. Es decir, no se puede preguntar sobre la independencia, como tampoco sobre la modificación del Código Penal, los impuestos que recauda el Estado o la inmigración, por poner algunos ejemplos. Tampoco sobre casos extremos, como la inclusión de la pena de muerte o sobre una ley de amnistía.
LA PREGUNTA QUE CABRÍA EN LA CONSTITUCIÓN
Sin embargo, hay cuestiones que no chocan con la Constitución y permiten realizar una consulta: «¿Está a favor de una reforma de la Constitución para permitir a Cataluña realizar un referéndum vinculante poder ser un Estado independiente?». Esta fórmula sí estaría dentro de la Constitución y la respuesta a la misma sería la munición del independentismo para abrir el melón de la modificación de la Constitución.
Con estas consultas, el PSOE podría iniciar los pasos para convertir a España en «la nación de naciones», como defendía José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 y su promesa de aprobar el Estatuto de Cataluña, así como lo busca el PSC desde sus inicios. El proyecto es una España federal, con pleno autogobierno en las distintas autonomías.