El fiscal de la Audiencia Nacional Miguel Ángel Carballo acusa al mayor de los Mossos d’Esquadra, José Luis Trapero, de sedición por autoría directa porque la actuación de la policía autonómica fue «indispensable para la comisión de los delitos» cometidos en el proceso independentista catalán y para dar «una apariencia de institucionalidad y legitimidad» al referéndum del 1 de octubre de 2017.
Carballo considera que los Mossos actuaron con «tibieza» y hubo una «dejación consciente y voluntaria» de sus obligaciones para evitar tanto la votación del 1-O como la protesta masiva frente a la Consejería de Economía de la Generalitat durante un registro judicial el 20 de septiembre.
«Era evidente que no había ningún deseo real de evitar el 1-O», ha dicho, para añadir que el «mantra» que han utilizado los mandos policiales acerca de que la prioridad era actuar con «proporcionalidad» y mantener la paz social durante las concentraciones fue únicamente una «excusa».
Así lo ha puesto de manifiesto el fiscal durante la exposición de su informe de conclusiones definitivas, en el que solicita 10 años de prisión para Trapero por sedición, aunque también propone una alternativa por delito de desobediencia, que no conlleva pena de cárcel. La misma condena solicita para los exjefes políticos de los Mossos César Puig y Pere Soler, así como 4 años de prisión para la intendente Teresa Laplana.
QUE NO QUEDE «EN PAPEL MOJADO»
Carballo apenas se ha detenido en la argumentación para defender estos delitos, pero su compañero Pedro Rubira ha explicado que la razón para pedir una alternativa de desobediencia si el tribunal no ve motivos para la sedición viene motivada porque en el otoño de 2017 se incumplieron resoluciones del Tribunal Constitucional, del fiscal superior de Cataluña y del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), por lo que su intención es que éstas no queden «en papel mojado» en ningún caso.
No obstante, el Ministerio Público insiste en que la actuación de los jefes de los Mossos responde a la sedición. «El delito de sedición se produce por el alzamiento, pero también con conductas típicas que posibilitan el alzamiento de otros. Los acusados fueron conscientes y no sólo omitieron actuar, sino que contribuyeron de forma decisiva al plan independentista que posibilitó la celebración del referéndum del 1 de octubre y la declaración unilateral de independencia el 27 de octubre», ha subrayado Carballo.
Carballo ve así una «responsabilidad individual y personal» de cada uno de los cuatro en lo que, según ha destacado, son «los mismos hechos» que resultaron en la condena por sedición a los dirigentes políticos catalanes en el Tribunal Supremo. Y ha remarcado varias veces la palabra «individual» porque «esto no ha sido nunca un juicio a un cuerpo policial» en su conjunto, sino contra sus responsables en el otoño de 2017.
LOS QUE ESTABAN ANTES Y AHORA
Es más, ha dicho que «la única diferencia» entre la actuación de los Mossos en aquellos meses y la demostrada en los graves disturbios de Barcelona del pasado otoño son «los responsables políticos que estaban antes y después y su propio mando operativo más importante, que era Trapero».
Durante todo su informe, muy contundente y de dos horas y cuarto de duración, el fiscal ha ido cuestionando una por una decenas de actuaciones de la policía autonómica en aquellos días del ‘procés’ y sobre todo se ha centrado en Trapero como el responsable de que se impidiera que se cumplieran las órdenes judiciales de impedir el referéndum independentista.
En su opinión, los mandos de los Mossos «se dedicaron a preocuparse por su imagen», pues querían «preservar su imagen como policía del pueblo». «Pero, ¿de qué parte del pueblo? ¿De quien estaba del lado de la ley o del que no?», se ha preguntado Carballo, quien considera que progresivamente se fueron dando pasos desde la «tibieza» hasta terminar en la «inactividad» del 1-O, cuando «sólo se dedicaron a estar pendientes de la Policía y la Guardia Civil, de hacer seguimientos e identificaciones o de recoger pelotas de goma en lugar de hacer alguna actuación concreta para impedir la votación».
Carballo ha insistido en varias ocasiones en que lo que se ha juzgado en la Audiencia Nacional son «los mismos hechos probados» que quedaron plasmados en la sentencia del Supremo y que ha dedicado buena parte del comienzo de su exposición a leer, destacando las coincidencias con lo escuchado durante esta vista oral.
NO CREE QUE HUBIESE UN PLAN PARA DETENER A PUIGDEMONT
El fiscal ha puesto en duda todo lo declarado por Trapero y se ha detenido unos minutos a comentar lo que ha denominado como el «supuesto plan» para detener a los miembros del Govern de Carles Puigdemont si así se lo ordenaba el juez, ya que cree que «no existió nunca»: según ha manifestado, no hay ninguna documentación al respecto y no lo mencionó durante la instrucción de este procedimiento.
Más bien al contrario, el fiscal considera que los líderes políticos catalanes confiaban en Trapero para dirigir con éxito su plan independentista y por eso ha relacionado el ascenso del acusado a mayor de la policía autonómica por la «confianza» que mostraban en él desde el Govern.
El fiscal Rubira tampoco da credibilidad al plan del que habló el mayor . «¿Cómo se puede decir que se va a detener a una persona sin la orden de un juez? Si realmente fue así, lo mejor que puede hacer toda la prefectura es dimitir», ha afirmado.
Frente a la actuación de Trapero, Carballo ha ensalzado la labor del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, por su papel de coordinador del dispositivo policial para el 1-O, un cargo que, según ha reiterado varias veces, fue cuestionado por el mayor a pesar de que no era un «director» o «mando operativo» de los cuerpos que iban a intervenir ese día, por lo que le ha restado toda responsabilidad en lo ocurrido.
Según el fiscal, la actuación de los Mossos fue «desleal» durante el ‘procés’ y para ejemplificarlo ha recordado imágenes de agentes autonómicos sin intervenir en los colegios electorales o el 20 de septiembre, aunque también ha leído correos electrónicos o audios incorporados al sumario que, a su juicio, exponen las órdenes que tenían entonces para no actuar. «Lo que hicieron los agentes de los Mossos fueron las órdenes que habían dado los acusados», ha dicho.
También ha destacado en numerosas ocasiones el traslado que iba dando el mayor a sus jefes políticos de las órdenes de Fiscalía y del TSJC en los días previos al referéndum y las comunicaciones que mantuvo Trapero el 20 de septiembre con el entonces presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez –condenado a nueve años de cárcel por el Supremo–, ya que cuestiona el argumento de las defensas de que fuese el «mediador» con los manifestantes: «El organizador de la sublevación es el mediador».