Un extraordinario porcentaje de personas infectadas por el virus del COVID-19, hasta el 45 por ciento, nunca muestra síntomas de la enfermedad, según los resultados de un análisis de Scripps Research (Estados Unidos) de conjuntos de datos públicos sobre infecciones asintomáticas.
Los hallazgos, publicados en la revista ‘Annals of Internal Medicine’, sugieren que las infecciones asintomáticas pueden representar un papel significativo en la temprana y continua propagación de COVID-19. El informe destaca la necesidad de realizar pruebas exhaustivas y de rastrear los contactos para mitigar la pandemia.
«La propagación silenciosa del virus hace que sea aún más difícil de controlar. Nuestra revisión realmente destaca la importancia de las pruebas. Está claro que con una tasa tan alta de asintomáticos, necesitamos echar una red muy amplia, de lo contrario el virus continuará evadiéndonos», explica el líder de la investigación, Eric Topol.
Los investigadores recopilaron información de estudios de pruebas en 16 cohortes diversas de todo el mundo. Estos conjuntos de datos, reunidos a través de búsquedas de palabras clave de PubMed, bioRxiv y medRxiv así como búsquedas en Google de informes de noticias relevantes, incluían datos sobre residentes de asilos, pasajeros de cruceros, reclusos de prisiones y varios otros grupos.
«Lo que virtualmente todos ellos tenían en común era que una gran proporción de los individuos infectados no presentaban síntomas. Entre los más de 3.000 presos de cuatro estados que dieron positivo para el coronavirus, la cifra fue astronómica: 96 por ciento asintomáticos», argumenta Oran.
La revisión sugiere además que los individuos asintomáticos son capaces de transmitir el virus durante un largo período de tiempo, quizás más de 14 días. Las cargas virales son muy similares en personas con o sin síntomas, pero sigue sin estar claro si su infecciosidad es de la misma magnitud. Para resolver esa cuestión, necesitaremos estudios a gran escala que incluyan un número suficiente de personas asintomáticas.
Los autores también concluyen que la ausencia de síntomas puede no implicar una ausencia de daño. Las tomografías computarizadas realizadas en el 54 por ciento de los 76 individuos asintomáticos del crucero Diamond Princess parecen mostrar anormalidades pulmonares subclínicas significativas que aumentan la posibilidad de que la infección por SARS-CoV-2 afecte la función pulmonar que podría no ser evidente de inmediato.