Son muchas las voces que empujan la idea de una candidatura de Isabel Díaz Ayuso para poner punto y final a esta división tan marcad de la derecha en el marco político. Ya el resultado insuficiente de Alberto Núñez Feijoo ha puesto la idea encima de la mesa, pero lo cierto es que desde el PP de Madrid empujan, y con fuerza, un vuelco en la presidencia del partido para que sea la «dama roja», como la llaman entre bambalinas en Sol, la que se haga con el control de una formación completamente condicionada por la presencia de Vox. Los pronósticos internos del PP son sencillos: o Pedro Sánchez alarga la agonía de una legislatura fallida por dos años más o hay elecciones en invierno. Y la idea de que Feijoo no vaya a mejorar los resultados electorales es más que suficiente como para poner otro nombre encima de la mesa: el de Isabel Díaz Ayuso.
Los gurús del PP, también los de Feijoo, están convencidos de que aunque Pedro Sánchez consiga la investidura no logrará mantenerse en el poder por más de dos años. Podrá prorrogar los Presupuestos Generales del Estado, pero no eternamente, algo que condicionará la pervivencia de Sánchez en la Moncloa. Los ánimos en el PP no están del todo decaídos porque están convencidos de que más pronto que tarde tendrán una segunda oportunidad para derrocar los que denominan despectivamente como el «sanchismo». El problema es que quieren más, quieren acabar con Vox y quieren conseguir una mayoría suficiente como para que puedan gobernar. Y para ello, la idea de poner otro nombre encima de la mesa empieza a coger fuerza. Al menos en un PP de Madrid que quieren a su presidenta en la Moncloa.
Ya la presentación de Ayuso con un vestido de color rojo en la celebración de una fiesta ibicenca acompañada de reclamos por parte de los asistentes a la fiesta dejó claro que Ayuso estaba en el centro de todo. Sin embargo, ahora que se empieza a reposar la resaca electoral parece que son más las voces dentro del PP de Madrid las que consideran que la única opción de que el PP tenga presencia suficiente en el Congreso como para echar a Pedro Sánchez es Isabel Díaz Ayuso. Quieren un PP más desacomplejado, liberal y que deje atrás esa moderación que no acaba de funcionar con Vox a la derecha. Y Feijoo ya ha demostrado al tener la oportunidad que no ha sido capaz de dar la vuelta a la situación.
En Génova también se respira un ambiente enrarecido dadas las circunstancias. No todos creen que Feijoo vaya a continuar por mucho tiempo, pero lo cierto es que tampoco tienen claro que Ayuso vaya a ser la sustituta ideal. La idea de que los barones del PP no van a dejar (como ya pasó en tiempos anteriores) que la candidata madrileña vaya a ser la adecuada para presidir el partido también está muy extendida en la sede. De hecho, hay quien considera en la sétima planta de Génova que la presencia de Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, no hay que menospreciarla dado que es una alternativa «tan buena», según sus palabras, como la de Isabel Díaz Ayuso.
Ahora solo queda esperar. Pero lo cierto es que los cuchillos volarán mucho antes de lo que Feijoo se espera dado que todos dan por hecho que o bien estamos ante una legislatura muy corta, pues Pedro Sánchez no podrá ni aprobar el techo de gasto ni los presupuestos de ninguna de las maneras dado el escenario político actual, o ante una repetición electoral inminente. En cualquier caso, o Feijoo da la vuelta a las encuestas o directamente volarán de nuevo unos cuchillos que nadie ha metido en el cajón en Génova desde que Pablo Casado fue el candidato que obtuvo el peor resultado de la historia del Partido Popular.