Subirats recuerda que tiene que trabajar y contrata una agencia de marketing para la Menéndez Pelayo que llega tarde

El ministro de Universidades, Joan Subirats ha acelerado el ritmo de trabajo tras las Elecciones Generales y se ha puesto a trabajar en un conjunto de medidas para la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, entre las que destaca un gasto de más de 50.000 euros en contratar una agencia de marketing para dar publicidad a este centro de la «élite» académica. En la línea del ministerio capitaneado por Subirats, aunque este contrato ha sido publicado el 24 de julio en el Boletín Oficial del Estado, había sido creado para un plan que debía empezar a ejecutarse en febrero. El final del Ejecutivo ha activado los temas pendientes que tenía Universidades y finalmente ha hecho público un acuerdo para este centro universitario que no oferta grados y que no tiene una plantilla de profesores estable.

Dentro de los planes de la Universidad Menéndez Pelayo estaba el de contratar a una agencia de marketing para obtener un «servicio de elaboración y ejecución del plan de medios» que se encargase de dar publicidad a los programas de verano del centro y a los cursos programados para el 2023 y el inicio de 2024. Con ello, la UIMP pretendía principalmente «incrementar el valor del activo de la marca» a través de Facebook, LinkedIn, Twitter e Instagram y, aunque el ministerio de Subirats hubiera estimado un gasto de 171.048 euros para esta campaña «principalmente online», el presupuesto final se ha reducido hasta 58.063,92 euros debido a la tardanza en su aprobación.

A pesar de que esta «universidad extraña», como definió Subirats, hubiera solicitado en diciembre de 2022 un servicio de redes sociales y de compra de soporte publicitario para comenzar el 15 de febrero con la campaña destinada al «Programa de inmersión en inglés», el centro universitario internacional comenzará a disfrutar de este servicio cuando gran parte del alumnado ya tiene cerrados sus planes de vacaciones. De hecho, esta formalización tampoco llega a tiempo para comenzar la campaña de los cursos de verano, que estaba prevista que comenzara el 1 de abril y terminara el 1 de septiembre. A pesar de que la duración del acuerdo está planeada hasta marzo de 2024, la realidad es que este contrato ya ha dejado trabajo sin hacer antes de ser formalizado.

La Menéndez Pelayo, un centro de «élite» sin plantilla ni grados

La Universidad Internacional Menéndez Pelayo nació como una de las herramientas educativas para la formación a profesorado del castellano y las enseñanzas de la lengua española. En la actualidad, es un «organismo Autónomo adscrito al Ministerio de Universidades con personalidad jurídica y patrimonio propios». Su formación se aleja de la de otras universidades públicas y sus enseñanzas están destinadas a estudiantes de posgrados, no cuenta con una plantilla de profesores oficial, tal y como informó el ministro Subirats, y tiene como objetivo «fomentar las relaciones de intercambio e información científica y cultural de interés internacional e interregional y el desarrollo de actividades de alta investigación y especialización.

A pesar de que este centro esté dirigido por Carlos Andradas, un profesor universitario que ha formado parte de la esfera política como asesor de la ministra Teresa Ribera, su cercanía al Gobierno no ha sido suficiente para conseguir que Subirats activara los mecanismos de su ministerio en tiempo y forma para que el servicio que necesitaba cuadrara con sus necesidades. Así, ha tenido que llegar el final de la legislatura para que en Universidades «desenterraran» los temas pendientes y formalizaran tanto este contrato como más de 70 convenios con este mismo centro universitario.

Subirats, el suplente de Castells que llegó para terminar el trabajo de su predecesor

Joan Subirats ha sido el segundo ministro de una institución que creó Pedro Sánchez cuando llegó a la Moncloa en 2018. Manuel Castells dejó el cargo en 2022 como consecuencia de las críticas hacia sus ausencias durante el Covid-19 y su falta de trabajo. Subirats, quien ha sido la «mano derecha de Ada Colau durante los años álgidos de la ex alcaldesa de Barcelona, llegó para «hacer un lavado de cara» a un ministerio, cuyo predecesor se había dejado sin terminar dos proyectos de ley.

Sin embargo, Subirats no ha cambiado el camino de este ministerio y su trabajo se ha centrado en aprobar los dos grandes proyectos legales que Manuel Castells no llegó a terminar: la Ley de convivencia universitaria, que se encontraba en tramitación parlamentaria cuando llegó al cargo, y la Ley Orgánica del sistema universitario, que entró en vigor en abril de 2023. Mas allá de estas dos normas, Subirats solo ha destacado por cómo el Consejo de Estado tuvo que intervenir en el proyecto de ley de la LOSU en dos ocasiones y por seguir la senda de su predecesor de Manuel Castells.