El plazo para matricularse para las pruebas de acceso a la universidad (EBAU) se abrirá este lunes, 15 de junio, y se prolongarán hasta el miércoles 17, tal como se acordó el pasado 29 de mayo en la reunión de la Comisión Organizadora de las mismas.
Dichas pruebas se realizarán en Castilla y León con uso obligatorio de mascarillas, mientras que los alumnos deberán guardar todos sus objetos materiales en bolsas transparentes, no podrán compartir material y deberán comunicar los síntomas compatibles con la COVID-19 que presenten.
Las pruebas se celebrarán los días 1, 2 y 3 de julio y, a la hora de matricularse, los alumnos deberán entregar la documentación requerida y el justificante de pago de las tasas en el centro educativo donde cursaron los estudios de Bachillerato, respetando en todo momento las recomendaciones de distanciamiento social y siguiendo las indicaciones del propio centro.
Tanto los estudiantes como los trabajadores que participen en la organización de la prueba deberán entregar una declaración responsable asumiendo las normas que en cada momento marquen las autoridades sanitarias y educativas.
Asimismo, todos deberán comunicar si tienen síntomas compatibles con la Covid-19 y, si es así, permanecer en sus domicilios. En el caso de los alumnos, no perderán el derecho de la prueba en convocatoria ordinaria.
Para favorecer la seguridad en estas pruebas, se adelantará media hora la llegada de los alumnos para organizar mejor la entrada a las aulas. Sólo los estudiantes y los trabajadores podrán acceder a las instalaciones, y lo tendrán que hacer, obligatoriamente, con mascarilla.
La Consejería de Educación recomienda que cada persona acceda al recinto con su propia mascarilla, para hacer más fluido el proceso de entrada al edificio, aunque se facilitará este material de protección a quien no lo tenga.
Dentro ya de las instalaciones, sólo se podrán utilizar los ascensores por problemas de movilidad. Además, las aulas y los espacios comunes estarán debidamente señalizados y los estudiantes contarán de antemano con información sobre la situación de las aulas donde deben realizar las pruebas.
Los centros de secundaria acreditarán a uno o varios «vocales del centro», que orientarán a los estudiantes de su centro, organizando las entradas, salidas y descansos entre pruebas. Su misión principal será acompañarles para velar por el respeto de las distancias de seguridad y agilizar al máximo los movimientos en las zonas comunes.
En la puerta del aula, habrá geles hidroalcohólicos y las mesas estarán separadas con la distancia oportuna para garantizar la seguridad. Todas las clases contarán con papeleras para desechar los residuos.
Los estudiantes no podrán compartir material y tendrán todos los objetos personales dentro de una bolsa de plástico transparente a su lado. Además, los organizadores se comprometen a desinfectar las aulas después de cada prueba –para lo que los descansos serán más largos–, los baños tres veces al día e intensificar la ventilación en todo el edificio. En algunos casos se podría aplicar la medida de que cada alumno ocupe la misma mesa en todos los exámenes.
El protocolo de seguridad aprobado este viernes por la Comisión Organizadora de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, se ha elaborado siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, tanto nacionales como autonómicas.
No obstante, y dependiendo de cómo evolucione epidemiológicamente la pandemia, este protocolo podría sufrir cambios para adaptarse a nuevas medidas de las autoridades sanitarias. En ese caso, los cambios se harían públicos de forma inmediata.
Los representantes de la Consejería de Educación y de las cuatro universidades públicas trabajarán durante los próximos días en el estudio de las sedes para poder aprobar el listado definitivo el día 2 de junio.