Badiola: La pandemia está en «franca remisión» en España, pero hay que estar en «constante vigilancia»

El catedrático y director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, ha considerado que la pandemia del coronavirus en España está «en fase de franca de remisión», lo que «no obsta» para que haya brotes conforme se reanuda la actividad económica y social.

«Siempre hay un riesgo posible de que haya algún brote», cuando aumenta la movilidad y al acceso a bares, restaurante y otro tipo de instalaciones y establecimientos, si bien, en general, «han sido pequeños». A su entender, «sería insólito que no hubiera ninguno», ha manifestado.

Además, ha continuado, los que han surgido «se han identificado pronto» y «eso permite actuar con celeridad», detectar las personas que han estado implicadas, hacer las pruebas y, si dan positivo, «efectuar el rastreo de los contactos», «mejorando la identificación de los infectados».

Badiola ha esgrimido que «si las cosas siguen igual, sin problemas serios, a finales de junio o mediados de julio», la pandemia «habrá remitido de una forma clara» en España, si bien «queda por saber» qué va a pasar cuando se autorice la movilidad entre Comunidades autónomas y cuando el país abra sus fronteras.

«Habrá que ver qué impacto tienen» estas medidas y «estar en constante vigilancia» para «observar en cada paso la respuesta que tiene la epidemia, si aparecen nuevos casos y cuántos, y si son asumibles».

GRACIAS AL CONFINAMIENTO

El catedrático ha sostenido que la buena evolución de la pandemia en España es fruto del confinamiento y ha incidido en la necesidad de seguir aplicando las medidas de seguridad para evitar las contagios, como mantener la distancia interpersonal de dos metros, ser cuidadosos en los espacios interiores, sobre todo, donde se concentra más gente, porque es en estos lugares «donde la eficacia de los contagios es mayor».

Ha considerado adecuado el uso generalizado de mascarillas, una medida que aunque resulte incómoda «tenemos que acostumbrarnos porque es muy importante para prevenir contagios».

El catedrático también ha estimado conveniente otras medidas que están aplicando empresas y negocios, como la instalación de mamparas y otras medas de seguridad. Ha apoyado «todo lo que sean poner barreras a la transmisión del virus», así como la labor epidemiológica de «identificar los contagios y a todos sus contactos» para «poco a poco ir controlando los brotes», ha apostillado.

Badiola ha reconocido que le he ha sorprendido la baja inmunidad de la población española, según arrojan los primeros resultados del estudio de seroprevalencia impulsado desde el Instituto de Salud Carlos III y ha recordado que, según un trabajo previo del Imperial College de Londres, la población con anticuerpos en España rondaría el 15 por ciento, cuando es actualmente del 5 por ciento.

El especialista ha apuntado que este resultado tiene «dos caras», una negativa porque no se ha producido el efecto barrera de inmunidad, que requeriría que entre el 60 y 70 por ciento de la población tuviera anticuerpos para hacer frente mejor a una hipotética segunda oleada.

La positiva, según Badiola, es que se ha infectado menos gente, algo que ha achacado al confinamiento: «Si no, no estaríamos en ese porcentaje», de forma que se ha evitado que «muchas personas hayan enfermado y lo hayan pasado mal», además de que hubiera habido «más muertes».

EL FUTURO

El catedrático ha manifestado que «está por ver» si se produce una segunda oleada de la pandemia. «No se puede descartar, pero sí la hubiera, no tendrá los mismos efectos» porque es posible que en ese momento ya haya medicamentos eficaces, «e incluso una vacuna», además de que el sistema sanitario español «está más preparado».

En relación con los medicamentos, ha comentado, por un lado, se están probando algunos que ya existen, sobre todo los destinados a enfermedades víricas, y, por otro, la Organización Mundial de la Salud «ha dicho que esta semana íbamos a tener buenas noticias de combinaciones de fármacos que están demostrando que son bastantes eficaces».

Según ha referido Badiola, en el caso de los fármacos el proceso de autorización es menor que para una vacuna y por eso ha estimado que se podrá disponer de ellos antes, además de por lo ya señalado.

Badiola ha remarcado que contar con un medicamento efectivo resultaría «muy útil para evitar complicaciones y evoluciones negativas de la enfermedad, así como la muerte de muchas personas».

No obstante, ha considerado que ante una enfermedad vírica «lo ideal» es disponer de una vacuna y ha vaticinado que antes de final de año «habrá más de una». Al respecto, ha indicado que hay 136 laboratorios del mundo que están trabajando y ha estimado que alguno de esos proyectos, «por lo menos dos, tres, cuatro o cinco serán eficaces».

Ha añadido que hay una «rivalidad grande» entre China y Estados Unidos en esta materia, y también hay opciones en Europa, Japón o Australia, ha enumerado, si bien ha advertido de que lo difícil es responder a la pregunta de cuándo se podrá utilizar esa vacuna porque «dependerá de cuándo lo autoricen las agencias reguladoras del medicamento, que aseguran mucho.

Badiola ha precisado que el fabricante tendrá que demostrar que ha probado la vacuna in vitro en cultivos celulares, luego en animales y después en personas, con un número significativo de individuos, que es «suficientemente eficaz y, sobre todo, segura».

FALSO DEBATE

El catedrático ha considerado que ha habido un «falso debate» sobre si había que priorizar la salud o la economía ante la pandemia porque ambos aspectos «están relacionados» ya que «si no se asegura a un turista que cuando venga a España, no se contagia, no va a visitarnos» y tampoco los ciudadanos acudirán a un restaurante, bar o comercio, «si no se sienten seguros».

Badiola ha calificado de «lógico» que haya «prisa por abrir los negocios» porque «hay que restaurar» la actividad, pero «hay que tener un ojo mirando la economía y otro a la sanidad», ha resaltado.

El catedrático ha felicitado a los ciudadanos «por el esfuerzo que han hecho» y les ha rogado que mantengan la «prudencia» y acaten y pongan en práctica las normas de prevención porque «el virus sigue con nosotros». «Eso tendrá un premio, tener un buen verano que todos esperamos poder disfrutar», ha sostenido.

A los políticos, les ha indicado que después de haber tenido que afrontar una situación «difícil», han de aprender a «cuidar del sistema sanitario» ya que «van a venir más epidemias en el futuro, no solo por un posible rebrote, porque vivimos en un mundo global», donde las personas y las mercancías viajan mucho y existn problemas medioambientales.

«Son situaciones de riesgo», que hay que prever, ha dicho Badiola, que ha comentado que la globalización permite mejorar la economía, pero también supone que cuando surge un problema sanitario en un lugar concreto del mundo, «en un día se trasladan a miles de kilómetros de distancia».

HERENCIA FAVORABLE

El catedrático ha opinado que la pandemia puede dejar una «herencia favorable», como una nueva organización del trabajo, evitando reuniones presenciales «no tan necesarias», horarios más racionales y el impulso del teletrabajo, que «permite ahorrar tiempo y dinero».

En el ámbito educativo, puede haber un avance porque «hemos tenido que adaptarnos» a la enseñanza no presencial, mientras que las ciudades han de aprender «nuevas formas de plantear la vida urbana y hacer apuestas de futuro».

Badiola ha recordado que el medio ambiente se ha visto muy beneficiado en todo el planeta porque la economía se ha paralizado. «Es un dato interesante» y ha apostado por «no repetir viejos errores», ahora que se va a reactivar la actividad.