El PP y Vox cortarán el grifo a las revistas y publicaciones consideradas tentáculos del «pancatalanismo». Toda publicación u organización que hable de los denominados ‘països catalans’ -Cataluña, Valencia y Baleares- tendrán restringido el acceso al dinero público. Se trata de fórmula que no se había utilizado hasta ahora, pero con una efectividad inmediata para cortar de raíz este gasto público.
No obstante, fuentes de la Generalitat aseguran a este medio que estudiarán medidas para apoyar «el uso y la difusión del catalán». Por el momento, la principal vía será la dotación de recursos públicos para las revistas, publicaciones y entidades afectadas, aunque tienen un estrecho margen de maniobra debido a la dependencia financiera del Gobierno de España, que podría cambiar de manos en poco más de una semana.
El Gobierno de Carlos Mazón ha aplaudido y agradecido el apoyo de los trece diputados de Vox para cortar las vías de financiación públicas de Valencia a las publicaciones, mientras acoge la ideología de los de Santiago Abascal al condenar todo tipo de violencia, diferenciando la intrafamiliar de la machista.
FRENO AL PANCATALANISMO Y VUELTA A LA GUERRA DEL 2003
El ‘pancatalanismo‘ ha vivido años de tranquilidad en la Comunidad Valenciana con el Gobierno de PSPV y Compromís, con la vuelta de TV3 y la suscripción a numerosas revistas y medios de corte independentista. Las subvenciones se han otorgado sin ton ni son entre entidades que aseguran la existencia de los denominados ‘països catalans‘ y que izan la bandera de la estrella roja tan característica de la izquierda.
La Generalitat Valenciana no han acometido acción alguna, pero ya dan pasos
Por el momento, desde la Generalitat Valenciana no han acometido acción alguna, pero en algún Ayuntamiento de Castellón ya han comenzado a mostrar por dónde van la línea a seguir. La fórmula utilizada por Vox en Burriana golpea donde más duele, al bolsillo, de las entidades y revistas que fomentan estos términos.
Así lo ha decidido Jesús Albiol, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Burriana (Castellón) y diputado autonómico de Vox en las Corts Valencianas, para eliminar la suscripción del Consistorio a cinco revistas editadas en catalán. Se trata de ‘Camacuc‘, que ha recibido 28.732 euros de la Generalitat valenciana para «fomentar el valenciano» durante el pasado año.
Los lectores de ‘El Temps’, por su parte, han podido leer artículos contra Vox, como ‘Desmontando la fundación ultraderechista de Santiago Abascal‘; ‘Enderrock‘, por su parte, recibió 27.989,18 euros para la celebración de premios; ‘Llengua Nacional‘, que recibió subvenciones para la realización de mesas redondas para el uso del catalán; y ‘Cavall Fort‘, cuya fundación realiza numerosas actividades en hospitales públicos y privados, así como en asociaciones como Cáritas.
VOX RESPONDE AL SEPARATISMO CORTANDO LA FINANCIACIÓN
Para el diputado autonómico de Vox, todas ellas promueven el «separatismo catalán con el dinero de los burrianeses». «No somos catalanes de segunda, somos valencianos y españoles de primera», sentencia para tratar de justificar este veto. Todo ello, con el eslogan «Misión cumplida», mientras manda «al carrer» a estas cinco cabeceras.
Esta acción de eliminar el grifo público a este tipo de revistas, publicaciones y entidades ‘pancatalanistas’ suena a música celestial en el núcleo duro de Vox, pero al mismo tiempo obtiene una respuesta rápida por parte del secesionismo y sus muletas, como Sumar y el PSC en Cataluña, con duras declaraciones y ataques, en el mismo tono cuando una sentencia judicial exige a un colegio ofrecer el 25% del español en la escuela.
Los separatistas y catalanistas no soportan que un juez pueda estar por encima de la «voluntad popular» o de las leyes autonómicas, pese a las sentencias del Supremo o del Tribunal Constitucional, que tras los cambios del PSOE ha permitido que el español sea considerado una lengua extranjera en una parte de España.
VOX ABRE LA LATA DE LA GUERRA DE LOS BOICOTS
Con esta medida, Vox implanta la misma ley que impera en Cataluña, donde el español está vetado en las aulas, a excepción de la asignatura propia de lengua, como se ha podido comprobar recientemente en la escuela Joan Juncadella (Sant Vicenç Dels Horts, el pueblo de Oriol Junqueras) con la prohibición de entrar a una profesora de español en las aulas si no es para impartir su clase.
Hasta ahora, el nacionalismo catalán, con el PSC como muleta, se ha salido con la suya y Vox lo confronta con las mismas formas, una apuesta arriesgada con la que puede ganar adeptos entre la parte radicalizada, pero al mismo tiempo da alas a los separatistas para realizar vetos a revistas españolas e incluso volver a la guerra de los boicots hacia los productos no catalanes, como ocurrió a mediados de la década del 2000, cuyos efectos fueron nefastos para los productores agrícolas catalanes, especialmente en el vino.