El Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés ha acordado este martes, 12 de julio, instar al Estado a declarar como zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil -zona catastrófica- un área amplia que engloba varios municipios de las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel, perjudicados tras las tormentas del 6 de julio.
En concreto, la petición incluye municipios de la Comarca Central de Zaragoza, el Bajo Aragón, el Bajo Martín, la Ribera Alta del Ebro, Andorra-Sierra de Arcos -la zona de Ariño-, la Ribagorza y Tarazona y el Moncayo.
«El impacto y la dimensión que tuvo esta emergencia justifica claramente que el Ejecutivo autonómico pida al Gobierno de España a declarar esta zona afectada por una emergencia de protección civil», ha manifestado la consejera de Presidencia en funciones, Mayte Pérez.
Pérez ha lamentado que «cada vez estamos más acostumbrados a la intensidad y a la virulencia de este tipo situaciones» que, pese a que «los servicios de emergencia intentan prever con cierta antelación, hay veces que es imposible, por la magnitud, en este caso, de la tormenta, la riada y el viento».
La titular de Presidencia ha reconocido el compromiso del Estado «en todas y cada una» de las contingencias, «de cualquiera de las variantes» que han tenido lugar en la comunidad aragonesa. «Me consta que en este caso va a ser lo mismo«, ha confiado.
Asimismo, el Gobierno autonómico ha estado estos días «en permanente contacto» con los equipos operativos dependientes de las diputaciones provinciales, de los ayuntamientos, de la Guardia Civil, de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de Protección Civil. Pérez ha agradecido su profesionalidad y el nivel de coordinación que hacen que en momentos «tan trágicos y angustiosos», los responsables institucionales «seamos capaces de ponernos de acuerdo» en vistas a recudir los daños lo máximo posible.
Las lluvias torrenciales del pasado jueves, día 6 de julio, ocasionaron numerosas y cuantiosas afecciones en infraestructuras municipales, polígonos industriales, inmuebles y campos de cultivo en municipios de estas comarcas aragonesas.
Los primeros daños tuvieron lugar en las comarcas del Bajo Aragón y Bajo Martín, en las poblaciones de Ariño, Albalate del Arzobispo, Hijar y Alcañiz, evacuando en esta última a los ocupantes de algunas viviendas que presentaban daños graves en la estructura. El granizo de gran tamaño caído, también afectó a las localidades de Luceni, Pedrola y otras próximas, de la Ribera Alta.
En la capital aragonesa, el granizo y la fuerte tromba de agua provocaron inundaciones en calles de toda la ciudad, sobre todo, en el barrio de Parque Venecia donde numerosos comercios, garajes y otros inmuebles se vieron cubiertos por el agua. Varias personas tuvieron que ser rescatadas de sus vehículos.
Empresas del polígono industrial de la Cartuja Baja también sufrieron daños estructurales, así como en equipamiento y maquinaria, lo que les obligó a cesar la actividad. Además, el tren de alta velocidad que se dirigía a Barcelona tuvo que ser detenido y regresar a la estación de Delicias porque la vía quedó anegada.
En la Comarca Central de Zaragoza, las localidades de Cuarte y María de Huerva, sufrieron importantes daños materiales por la tormenta: calles e inmuebles inundados, naves industriales anegadas, así como centros de transformación eléctrica que dejaron sin suministro eléctrico a la localidad de Cuarte.
También en la Comarca Central, la localidad de El Burgo de Ebro se vio asimismo afectada por la tormenta y, en la Ribagorza, la tormenta y las fuertes rachas de viento obligaron al rescate de una acampada juvenil.
En lo que respecta a los cultivos, la lluvia y el granizo caído produjeron importantes daños, a lo que hay que añadir el arrastre de lodos que ha producido daños importantes en los caminos.
El Colegio María Zambrano de la capital aragonesa ha quedado con graves en toda la estructura del edificio, lo que ha hecho que el equipamiento no sea un lugar seguro para los escolares y los padres de éstos pidan un cambio de ubicación.
Mayte Pérez ha recordado que el consejero municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, ya se ha reunido para ver el estado de las instalaciones del centro educativo y que se ha encargado una memoria valorada para actuar de manera «inmediata». «Una obra de urgencia para intentar tenerlo previsto cuando se inicie el curso escolar», ha explicado.
No obstante, la consejera ha sostenido que es «necesaria» una reflexión con el Ayuntamiento de Zaragoza, teniendo en cuenta que es la entidad responsable en elaborar el Plan General, así como de poner a disposición del Gobierno de Aragón las parcelas destinadas a equipamientos -en este caso educativo- y determinar si son áreas seguras.
«Tras lo que hemos visto, aunque sea algo excepcional, nadie puede asegurar que no vuelva a pasar y se tiene que analizar. El propio consejero se reúne el lunes con las familias«, ha concluido.