Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se hinchan de orgullo a la hora de hablar de la situación económica de España. «Récord de recaudación», «el país que más crece» o «España no entrará en recesión» son algunos de los mantras repetidos hasta la saciedad por el presidente del Gobierno y la ministra de Trabajo en los últimos días, especialmente en campaña.
Asimismo, como si no gobernaran, han tratado por encima sobre temas espinosos, cuando no han propuesto soluciones de última hora para combatir la precariedad tras cuatro años en La Moncloa. El Ejecutivo de coalición de Pedro Sánchez y Unidas Podemos, con Yolanda Díaz como cabeza visible, no obstante, obvian los malos datos en esta campaña electoral, como hace el PSC con el PSOE y su lema «España avanza», borrado de la cartelería de los socialistas catalanes.
La recaudación del IVA y el consumo muestran una evolución negativa
Desde el Gobierno evitan la grave situación de las familias, vendiendo una «bajada de la inflación», pese a que los precios continúan creciendo, si bien a un menor ritmo. El pasado año por estas fechas, los precios experimentaron alzas de doble dígito, ahora del 1,9%, con un acumulado real de entre el 20% y el 25%, aunque algunos productos han llegado a duplicar sus precios. De poco han servido los mensajes complacientes. La realidad de las familias es muy distinta a la que intenta trasladar la izquierda tradicional y los neocomunistas de Díaz.
YOLANDA DÍAZ Y PEDRO SÁNCHEZ VENDEN UNA ECONOMÍA SIN MOTOR
La situación real sí se ha extrapolado a los datos oficiales. La recaudación del IVA y el consumo muestran una evolución negativa, mientras la economía se basa en las exportaciones. La demanda interna cae con fuerza ante las constantes subidas de precio y este comportamiento se ha traducido en una menor recaudación por IVA y en los impuestos especiales, como el tabaco, la gasolina o el alcohol. Una situación que contrasta con los augurios de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
Las tasas de recaudación neta han bajado al 4,2% frente a los más de 19 puntos que registraba en 2022. Es decir, el Gobierno está recaudando más por la subida de los precios, pero no por un aumento del volumen de mercancías, como se demuestra también en la facturación de las empresas -ingresan más por los precios, pero no por volumen de mercancía-.
En su último informe, la propia Agencia Tributaria acredita un desplome de la demanda interior, aunque el Gobierno afirma que la caída de la recaudación se debe en su totalidad al descenso en los tipos del IVA de la energía, alimentos básicos, productos de higiene femenina, ampliación de la reducción por rendimientos del trabajo, de la deducción por maternidad y de reducciones en las rentas de los empresarios personales.
EL INE Y EL BANCO DE ESPAÑA CONTRADICEN A DÍAZ
No obstante, el Instituto Nacional de Estadística, que vigila también la demanda interna, muestra que la demanda interna no está aportando palanca alguna al crecimiento a tenor de la exigua subida del PIB, del 0,6%. Las empresas tratan de reducir sus costes subcontratando la producción, como están haciendo algunas firmas del textil de lujo; reubicando personal en otras plantas o bien cargando de trabajo a los empleados, como está ocurriendo en algunas plantas de la industria establecida en Barcelona. Asimismo, los salarios no se han disparado, por más que el Gobierno ha enchufado subidas salariales a los funcionarios.
Con este panorama, la creación de empleo vendida por Yolanda Díaz y Pedro Sánchez muestra el peor dato de afiliación de los últimos ocho años, debido en gran medida al despido de los profesores por el fin de curso, pero también ante las serias dificultades del sector servicios para encontrar camareros en plena época estival.
Tanto las cifras de Cáritas como del Banco de España muestran que tener empleo tampoco es sinónimo de salir de la zona de vulnerabilidad. Las colas del hambre en los comedores sociales y bancos de alimentos son cada vez mayores, mientras que los consumidores destinan una menor cantidad debido a las subidas de precios. Se estima que más de 1,05 millones de hogares tienen a todos los miembros en paro, de los que más de 322.000 son monoparentales. Para el Banco de España, más de 376.000 hogares no pueden afrontar los gastos básicos.
PEDRO SÁNCHEZ Y SU MOTO AVERIADA
Lejos de ir bien, la economía española está completamente calada, por más que Pedro Sánchez asegure que va como una moto. «¿Una moto parada o una moto sobre una grúa?» reflexionan fuentes económicas, que advierten que España no escapará de una recesión que se extiende por el norte de Europa y la Eurozona como la pólvora.
Asimismo, España ha tardado en llegar a los niveles de crecimiento previos a la pandemia, siendo el último país en conseguirlo. La recuperación no sólo ha ido despacio, sino que tan sólo se salvan las exportaciones, un síntoma inequívoco de entrada en recesión, con independencia de la profundidad de esta. España lideró la caída del PIB de todos los países de la OCDE con la pandemia, mientras el Ejecutivo vende ahora que lidera el crecimiento del PIB de Europa.
