Roger Montañola se presenta como el candidato sin complejos en la campaña catalana. El candidato por Barcelona de EspaiCiU-PDeCat tendrá en las elecciones generales la prueba de fuego para conocer su verdadera fuerza en Barcelona y otras provincias. A su favor, la coalición del ex diputado de CiU tiene los derechos electorales y un nutrido grupo de partidos y representantes de la sociedad civil y empresarial de Cataluña, como Convergents, Partit Nacionalista Català, Lliures y Centrem, entre otros.
Montañola se moja en cada pregunta y no repele a debatir las ideas, hasta el punto de oponerse a un cordón antidemocrático contra Vox. El cabeza de lista de la posición postconvergente no es militante, sino independiente, pero es claro y transparente a la hora de hablar. Se muestra sin complejo alguno, directo y con un característico sentido del humor en un momento de polarización extrema de la política.
El grupo tiene derecho a una mayor visibilidad en los medios, con una mayor cobertura por parte de los medios públicos, así como los espacios publicitarios, tanto en los medios tradicionales como en las calles. Todo ello fruto de una victoria ante Junts en la Junta Electoral Central, que da por válido la cláusula cuarta del acuerdo firmado entre el PDeCat y los de Carles Puigdemont, cuyo representante entonces era Jordi Sánchez, ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana.
ESPAICIU-PDECAT METIÓ UN GOL POR LA ESCUADRA A JUNTS
Junts, como tal, no tiene grupo en el Congreso de los Diputados y delegó el 100% de los derechos al PDeCat, quien les metió un gol por la escuadra y que ahora se pone en valor. Desde el independentismo más radical y algunos grandes comunicadores del Grupo Godó culpan a la JEC y al Estado, pero sus acusaciones y pataletas se desmontan con el simple hecho de leer la cláusula, cuya lectura es inequívoca y no da margen de error: el PDeCat ostentará el 100% de los derechos electorales. La rubrica de Jordi Sánchez también la remarca.
Arropado por Artur Mas y de personas muy cercanas al denominado constitucionalismo, Montañola parte de la idea de un ‘procés’ acabado, muerto. El hecho manifiesto de su teoría es la propia autodestrucción de Ciudadanos, partido que se señala en el entorno como uno de los principales culpables de la situación de 2017 en Cataluña por su «radicalidad» a la hora de confrontar las ideas y actuar fuera de la política. «Es un claro motivo por el que el procés ha muerto», han sostenido.
La formación busca captar al desmovilizado y huérfano votante de CiU, esa papeleta que llevó a lo más alto al nacionalismo de Artur Mas, y que se ha vuelto a despertar en las pasadas elecciones municipales dando la victoria a Xavier Trias.
MONTAÑOLA VENDERÁ MUY CARO EL APOYO A FEIJÓO O SÁNCHEZ
La idea de Montañola es hacerlo realidad también en el Congreso de los Diputados, con la aspiración de ser decisivos a la hora de votar la investidura. En el PDeCat no creen en mayorías absolutas del PP con Vox, como otorgan algunas encuestas. En este escenario y en caso de ser necesarios para dar el sí al PP de Alberto Núñez Feijóo o al PSOE de Pedro Sánchez, los neoconvergentes venderán «muy caro» su apoyo.
En concreto, EspaiCiU-PDeCat aboga por una mayor inversión del Gobierno de España en Cataluña, una petición del catalanismo clásico que derivó en el referéndum del 1-O, así como una modificación del sistema de financiación. En la actualidad, Cataluña es la tercera Comunidad Autónoma que más aporta a la caja única, pero la décima a la hora de recibir.
Las subidas de impuestos se tienen que frenar
Es una teoría que podría utilizar perfectamente la Comunidad de Madrid, la primera en aportación y de las últimas en recepción del dinero público. Este frente, a juicio de los de Montañola, tiene que tener una «solución política», sin debates que se eternicen ni respuestas que echen balones fuera. «Quien quiera el voto de EspaiCiU-PDeCat lo tendrá que pagar», aseveran.
UNA APUESTA ARRIESGADA, PERO ATRACTIVA PARA EL HUÉRFANO NACIONALISTA
En EspaiCiU-PDeCat consideran su propuesta como «arriesgada» en un momento de polarización política, pero creen que pelear por las ideas catalanistas y nacionalistas les dará un buen resultado, de hasta cuatro diputados por Barcelona, un objetivo ambicioso, pero posible.
Respecto al PSOE de Pedro Sánchez, tienen claro que es factible arrancarle un acuerdo como el pacto fiscal toda vez que fue posible incluirlo en la disposición tercera del Estatuto, tumbado por el Tribunal Constitucional en la sentencia de 2010.
LAS PATRONALES VEN CON BUENOS OJOS LAS PROPUESTAS
Esta misma petición la han vuelto a realizar los propios empresarios catalanes, con las dos principales patronales a la cabeza, Pimec y Foment del Treball. Asimismo, tiene notables coincidencias con el PP de Feijóo en cuanto a la rebaja de impuestos y adelgazar el peso del gasto público y del Estado en la economía. «Las subidas de impuestos se tienen que frenar», afirman.
También introducirán un cambio sustancial, como eliminar el Impuesto de Patrimonio, una de las medidas que defiende Foment, y eliminar por completo cualquier referencia a la independencia de Cataluña. Se trata así de una vuelta a la moderación, con la que CiU llegó a ostentar 61 escaños en 2010; y otros 62 con JxSí, cuando se unieron ERC y CiU en 2015.
Los de Montañola, que salen a ganar con el lema ‘ara toca’ -ahora toca- en alusión de la frase tan catalana ‘aixó ara no toca’ -esto ahora no toca- y tan utilizada por el nacionalismo clásico durante años, consideran que su alternativa frena la confrontación y atraerá a los votantes hartos de la tensión.
No es un voto en ‘contra de’ o del cabreo, como ha aglutinado Xavier Trias, sino de una propuesta para dar la batalla política y dialéctica frente a los de Miriam Nogueras y acabar con un cansancio generalizado por la población, especialmente en Barcelona.