lunes, 25 noviembre 2024

Puigdemont testifica que el mosso acusado de escoltarlo en Bélgica sacrificó su vida privada

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha declarado sobre el mosso Lluís Escolà, acusado de escoltarlo en Bélgica tras el 155: «Le he visto sacrificar su vida privada incluso para poderme acompañar en momentos en que las autoridades españolas negligían en su deber de garantizar mi protección«.

Puigdemont ha declarado este viernes por videoconferencia desde un juzgado belga en el juicio que sigue en la Audiencia de Barcelona contra Escolà y el exconseller Miquel Buch designar a Escolà asesor en la Conselleria para que en realidad escoltara al expresidente, por lo que Fiscalía pide una pena de seis años de cárcel para Buch y cuatro y medio para Escolà.

«Es una persona de quien soy amigo, una persona que merece toda mi confianza. Lluís Escolà es un patriota que si está en este juicio es porque ha prestado un servicio muy grande al país, y por ninguna otra razón», y ha añadido que los mossos que estuvieron con él en Waterloo no estuvieron ni un solo día en funciones oficiales como policías.

Es la primera vez que Puigdemont testifica en un juicio relacionado con el proceso independentista desde que se marchó al extranjero tras el 1-O, y su declaración se ha atrasado casi dos horas por falta de un intérprete de francés que permitiera al juzgado belga desde donde ha hecho la videoconferencia verificar que el procedimiento se hacía con garantías.

En su interrogatorio, el fiscal ha preguntado a Puigdemont por el libro ‘M’explico: De la investidura a l’exili’ (Divulgació), y le ha pedido aclarar si son ciertas las referencias que hace a las «funciones de escolta extraoficial prestadas por Mossos d’Esquadra».

Puigdemont ha contestado que es una expresión para referirse a las personas que lo acompañan: «Los escoltas llevan armas, llevan chaleco antibalas, porras extensibles, llevan un permiso de las autoridades, en este caos españolas. Esto no ha pasado nunca y no ha pasado nunca, quiero señalarlo, incumpliendo las leyes vigentes».

El expresidente del Govern ha contado que se reunió varias veces con Buch y ha asegurado que si alguna vez habló con él sobre Escolà «debió ser en términos personales, como gente que me acompañaba, pero en ningún caso de asuntos políticos que tuvieran que ver» con el mosso.

La Fiscalía cree que Buch nombró a Escolà asesor para que pudiera escoltar a Puigdemont en el extranjero en lugar de hacer este trabajo, y Puigdemont ha negado este viernes que el nombramiento del mosso como cargo de confianza guardara alguna relación con la negativa de la Secretaría de Estado de Seguridad a darle protección dentro de sus prerrogativas de expresidente.

A preguntas del abogado de Escolà, Gonzalo Boye, también ha negado que interviniera, a través de su amigo y exalcalde de Girona Albert Ballesta, para intentar que Escolà consiguiera una excedencia en marzo de 2018 para así poder dedicarse a protegerlo.

«Nunca he pedido que haya un servicio de protección que no sea el que está previsto por la ley y que aún sigue sin cumplirse», ha dicho en referencia a que no se le ha concedido escolta dentro de sus prerrogativas de expresidente de la Generalitat.

Respecto a la noche del 29 de octubre de 2017, cuando se fue de España, ha dicho al preguntársele si Escolà lo ayudó: «En ningún momento pedí que me ayudara a eludir ninguna acción judicial de la justicia, porque en el momento en que me fui de mi casa no había ninguna petición de ningún órgano judicial contra mí. Es evidente que, como otras personas, me ayudó en ese viaje».

Este viernes también ha declarado como testigo un inspector de Mossos, ya jubilado, que era jefe de Escolà en el área de escoltas.

Ha contado que Escolà le pidió vacaciones el mismo 29 de octubre de 2017 porque tenía horas extra acumuladas, y él se lo concedió, y ha señalado que el mosso no era escolta personal desde la presidencia de Jordi Pujol, sino que ahora, como sargento, se encargaba de los dispositivos de los escoltas pero tenía un trabajo menos físico.

También ha testificado el detective Carles Bosch, que fue asesor de Buch después de Escolà, y a preguntas de las defensas ha explicado que sus informes a veces eran verbales y que no tenía «ninguna obligación» de asistir personalmente al departamento.

Con estas preguntas, las defensas tratan de desacreditar parte de la acusación del fiscal, que cuestiona la calidad y la autoría de los informes que Escolà entregó a Buch y que también pone en duda que realmente trabajara para él porque no existe registro de que fichara en la sede de la Conselleria.

También ha declarado la expareja de Escola, que ha explicado viajes que hizo con él y que Fiscalía considera que fueron para proteger a Puigdemont.

La mujer ha contado que uno de esos viajes, a París, fue para celebrar su cumpleaños y que desde allí decidieron ir a Waterloo para asistir a un acto de Puigdemont: ha detallado que se hospedaron en la Casa de la Republica porque Escolà «era amigo del presidente y lo normal cuando uno va a ver a un amigo es alojarse en su casa si tiene sitio«.

La pareja también viajaron a Escocia con Puigdemont y su esposa, y se hospedaron en un hotel con dos habitaciones «muy separadas, estaban en plantas distintas».