El consumo de alcohol entre los menores de edad es un problema de salud pública en Estados Unidos, a pesar de que no se puede comprar alcohol de manera legal hasta los 21 años. Los jóvenes de 12 años empiezan a beber alcohol en el país norteamericano, alcanzando el 1.7% de los jóvenes de dicha edad que consume esta droga legalizada, mientras que casi un 20% de los adolescentes entre 12 y 20 años declara consumir alcohol.
Distintas encuestas establecen que más del 90% de las bebidas alcohólicas consumidas por los jóvenes han sido bebidas de manera peligrosa y excesiva. Para las autoridades es una preocupación nacional, ya que hay varias muertes que se producen por accidentes automovilísticos , sobredosis de alcohol, suicidios, etc, a raíz del alcohol.