Estas son las graves consecuencias de cenar cada vez más tarde

Los españoles siguen manteniendo su peculiaridad y diferenciación con respecto a la mayoría de los europeos en muchos aspectos, y uno de ellos es el horario para sentarse a comer. Una de las diferencias más destacadas es el horario de la cena. Mientras que en otros países europeos las cenas suelen tener lugar temprano, los españoles optamos por cenar mucho más tarde. En concreto, solemos cenar entre las 21:30 h y las 22:30 h, lo cual supone aproximadamente tres horas más tarde que los alemanes y cuatro horas más tarde que los holandeses.

Esta diferencia en los horarios de cenar se ha mantenido arraigada a lo largo del tiempo. Es una tradición cultural que refleja nuestro estilo de vida relajado y nocturno. Los españoles disfrutamos de largas sobremesas y de compartir momentos con amigos y familiares alrededor de la mesa, extendiendo el disfrute de la comida y la compañía hasta horas más avanzadas de la noche.

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LOS ESPAÑOLES CENAMOS 4 HORAS MÁS TARDE

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Durante los meses de verano, los días son más largos y las horas de luz natural se extienden hasta altas horas de la noche. Esto influye en nuestros hábitos y nos permite disfrutar de actividades al aire libre y aprovechar al máximo el tiempo de ocio. Como resultado, las cenas se retrasan aún más, ya que aprovechamos las horas de luz para realizar diversas actividades y luego nos sentamos a cenar más tarde.

Además, durante las vacaciones de verano, muchas personas tienen la libertad de no tener que madrugar al día siguiente para trabajar o cumplir con sus responsabilidades habituales. Esto nos permite relajarnos y disfrutar de las veladas sin la preocupación de tener que levantarnos temprano al día siguiente.

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