El pastel de cabracho es de esos platos que no son lo que parecen. ¿Por qué? Parece que es viejuno, pero el sabor es para morirse en el alto. Sublime es poco. Es una adaptación del tradicional pudín de merluza vasco y sirve para servir como un delicioso entrante que nos haga meternos a todos en el bolsillo. El creador de esta maravillosa receta que pasamos a exponer es Juan Mari Arzak, la sacó a la luz en 1971. Ha desbancado de un plumazo al de merluza, que sirvió como inspiración.
1Pastel de cabracho: una receta que todos imitan
Desde que saltó el mundo gastronómico, el pastel de cabracho ha sido imitado por mucha gente que quiere probar en su boda este sabor soberano. Es posible ver esta preparación en varias cartas de restaurantes y tascas, sobre todo en el norte de España. Aquel que prueba esta elaboración quiere más y más, como si nunca quedara satisfecho. Es adictivo y riquísimo, una opción extraordinaria si tienes una comida importante en casa y quieres impresionar a tus invitados.