Las corrientes internas del PSC y JxCat chocan a la hora de alcanzar un pacto en la Diputación de Barcelona. Los socialistas se inclinan ahora por alcanzar acuerdos con otras formaciones, como ERC, para sellar una nueva alianza y dejar sin 6.000 euros al mes a Marcela Topor, esposa de Carles Puigdemont y conductora de un programa para aprender inglés en la Xarxa, la televisión de la Diputación de Barcelona.
La mujer del líder de JxCat está en vilo ante esta situación, más si las corrientes más duras de JxCat y PSC imponen sus tesis. Por un lado, no quieren nada con quien les ha traicionado en el Ayuntamiento de Barcelona. «Xavier Trias fue el más votado y el PSC ha preferido a los ‘populares’ antes que dejar gobernar a la lista más votada. Tomamos nota», han advertido.
El PSC, por su parte, ha dejado claro que el acuerdo para controlar los más de 1.300 millones de la Diputación de Barcelona. Los socialistas han escenificado esta ruptura con los de Puigdemont y se abren a pactar con ERC, como ya han hecho en las Diputaciones de Lleida y Tarragona. La portavoz del PSC, Èlia Tortolero, ha puesto en valor los últimos cuatro años de unión con los de Puigdemont, un pacto en el que se incorporó la obligación de mantener el puesto a Topor en la televisión.
EL NÚCLEO DURO DE JXCAT SE DESENTIENDE DEL PSC
No obstante, algunos de los núcleos independentistas de izquierdas y parte del PSC se muestran favorables a dar la puñalada a Puigdemont y a JxCat. Sería una especie de justicia poética, más cuando el ex presidente de la Generalitat no ha pisado la cárcel, mientras sus compañeros en el órdago separatista tuvieron que ser indultados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Sánchez necesitará de ERC para poder mantenerse en La Moncloa si el ascenso del PP de Alberto Núñez Feijóo no se materializa debido a las bajas expectativas de Vox. La suma de ambos, según las encuestas, es de 175 escaños y se necesita uno más para alcanzar la mayoría absoluta. El PSOE conoce bien este tipo de escenarios tan ajustados y no se echa atrás a la hora de tender la mano, pero necesitará a todos los nacionalistas para alcanzar a los ‘populares’ y sus nuevos compañeros de viaje.
No es tan importante con quién sino para hacer qué
El PSC trata de quitar hierro a esta ruptura con Puigdemont tan sólo un mes después de las elecciones del 28 de mayo. «No es tan importante con quién sino para hacer qué», ha asegurado Tortolero. No obstante, los propios socialistas tratan ahora de alcanzar un acuerdo con ERC, la formación independentista que ostenta la Generalitat, y cuyas encuestas auguran un mejor resultado que a JxCat, más cuando la abstención en Cataluña se prevé elevada y superior a la media del resto de circunscripciones.
NOGUERAS TRATA DE AUNAR AL INDEPENDENTISMO SIN CONTAR CON EL PSC
La cúpula de JxCat, con Miriam Nogueras al frente, se niega a reeditar el acuerdo con los socialistas, a pesar del ofrecimiento de Trias para poder mantener asientos en el poder. Los de Puigdemont tratan de fagocitar a los independentistas de ERC mediante un ofrecimiento envenenado, ya que juntos tampoco tendrían capacidad para gestionar la Diputación al depender de un tercero.
Trias no quiere rencillas con los socialistas ni tampoco con los barceloneses. Una vez conozca el destino total de los votos y cargos, el ex alcalde de Barcelona dejará el Ayuntamiento y se retirará. Eso sí, antes de hacerlo se ha desecho en elogios con Núria Marín, posiblemente la presidenta que busca repetir en el ente público.
Sin estos asientos, JxCat pierde todos los Ayuntamientos y Diputaciones, así como los Consells Comarcals. Fuera de la Generalitat y sin fuerza, la antigua CiU puede darse por agotada en Cataluña. De hecho, tan sólo retiene el poder en Sant Cugat del Vallès y en la presidencia del Parlament, insuficientes para mantener el entramado que llegó a ostentar antes de 2017.
LA CAÍDA DE LA EXTINTA CIU, EL ESPEJO DE JXCAT
El PSC no quiere dar ni un paso en falso de cara a la cita electoral del 23 de julio. Un nuevo pacto con JxCat daría alas a la derecha para pintarles la cara en la campaña electoral, mientras que un acuerdo en Barcelona con ERC daría la misma munición. Por este motivo, los socialistas ya no tildan de independentista a los de Oriol Junqueras y Gabriel Rufián, como tampoco a la candidata de Sumar por Barcelona, que se ha posicionado a favor del referéndum para poner en duda la unidad de España.
«Las izquierdas lo debemos tener claro. Nos jugamos mucho el próximo 23 de julio, y no es una broma. El próximo 23J nos jugamos retroceder a una España en blanco y negro», ha considerado la portavoz socialista.