La planificación marina «desigual» de los Estados miembros de la Unión Europea «pone en peligro» el futuro ecológico y económico del Mediterráneo, según ha advertido WWF en un informe que muestra que esta región está «muy atrasada» en la aplicación de un enfoque ecosistémico a la gestión a largo plazo de la cuenca, con una puntuación media del 45%.
La organización, que trabaja con los estados para que cumplan con la Directiva sobre Planificación Espacial Marina de la UE, ha analizado para este estudio los planes de Francia, Malta, Eslovenia y España, pero no ha podido evaluar a Croacia, Chipre, Grecia e Italia.
La imposibilidad de ahondar en los planes de acción de estos países se debe a que aún no se han publicado y están sujetos a procedimientos de infracción por parte de la Comisión Europea por no haber elaborado dichos planes antes de la fecha límite legal fijada para marzo de 2021, según ha especificado WWF en un comunicado.
En este sentido, ha lamentado que, salvo Eslovenia y Malta, «todos los Estados miembros del Mediterráneo Central y Oriental siguen sin contar con una planificación espacial marina, a pesar de la gran dependencia de estas naciones del turismo marítimo».
De los Estados miembros evaluados, el país con mejores resultados ha sido Eslovenia, con un éxito parcial (56%) en la aplicación de un enfoque ecosistémico a la gestión de sus aguas, y el de peores Malta (34%). Por su parte, Francia ha obtenido la segunda mejor puntuación (48%) y España la tercera (41%).
Respecto a Francia y España, WWF ha calificado como «dato positivo» que cuenten con estrategias específicas para ayudar a cumplir el objetivo de la Estrategia de Biodiversidad de la UE de proteger al menos el 30% de las zonas marinas y costeras, además de medidas de mitigación que restauren importantes ecosistemas marinos, como por ejemplo las praderas de posidonia.
El informe también muestra que ningún Estado miembro mediterráneo está en vías de alcanzar el objetivo del Pacto Verde Europeo de aumentar la cuota total de energía renovable hasta el 40% para 2030.
Además, incide en que ningún plan nacional ha abordado «con éxito» las incertidumbres del cambio climático, «a pesar de la vulnerabilidad de la región a la subida del nivel del mar y a los aumentos de temperatura».
En este contexto, el especialista en áreas marinas protegidas de WWF España, Óscar Esparza, ha subrayado que para asegurar la conservación de los ecosistemas mediterráneos y promover la sostenibilidad de los recursos marinos, es «crucial» poner en marcha «cuanto antes» los planes de acción espacial marina pendientes en aquellos estados donde aún no han sido publicados.
«Estos planes deben estar coordinados entre países, incluyendo a aquellos fuera de la comunidad europea, y deben prestar especial atención a la protección y restauración efectiva de la naturaleza«, ha insistido.
La ausencia continuada de un enfoque ecosistémico en la planificación marina hará cada vez más difícil que la UE y sus vecinos elaboren estrategias eficaces para anticiparse a los efectos adversos del cambio climático, que no solo están disminuyendo la productividad de la pesca en la región, sino que también están alterando permanentemente las costas debido a la erosión y a la subida del nivel del mar.
Asimismo, ha recordado que los Estados miembros mediterráneos «tienen el poder de acelerar la transición hacia una economía marina realmente sostenible en este mar» y ha abogado por no incluir en esta estrategia «actividades perjudiciales como la extracción de combustibles fósiles u otros recursos mineros».
Para Esparza, «esto solo será posible cuando la protección de los activos naturales esté en el centro de los procesos de planificación marina y todas las partes interesadas tengan su voz en el desarrollo de estrategias sólidas a escala nacional, transfronteriza y regional para fortalecer la resiliencia ambiental, social y económica del Mediterráneo«.